El arte de la esquina
Año XII N° 135
Agosto de 2018
Textos: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
Batracio - Elsa Sposaro
SUMARIO
Mes celta del Avellano
La epopeya devaluada
Tiziano
Mes celta del Avellano
El Avellano es un árbol caducifolio propio de los climas templados de Europa y Asia. Aunque prefiere las zonas nubladas y húmedas y los suelos permeables y profundos, es muy tolerante en cuanto a las bajas temperaturas y las sequías. Por esa razón su distribución es amplia. También se le llama Coll o Hazel, por su nombre celta o inglés y otros muchos de origen español.
Avellano
El Avellano tiene variedades silvestres y cultivadas. Su Género (Corylus avellana) abarca una decena de especies. Los griegos, sus originarios importadores, lo llamaron korys (casco, por su envoltura). Este término pasó a ser transcripto al latín y sirvió para su taxonomía científica empleada en el siglo XVIII por Carlos Linneo.
Avellano
El Avellano ha sido muy apreciado desde la antigüedad. Existen documentos del siglo IV aC en los que se menciona su cultivo en Galicia, por el valor alimenticio de sus frutos secos. La avellana se puede comer cruda o cocida y con ella se elabora una gran gama de productos en pastelería: dulces, licores, tartas, tortas y turrones, entre otras muchas deliciosas aplicaciones.
Avellano
Sus múltiples aprovechamientos van más allá de los usos culinarios. El Avellano tiene también algunas Propiedades Terapéuticas. Las hojas, corteza, semillas y flores masculinas contienen los principios activos Medicinales. Todas ellas deben estar secas antes de ser usadas en infusiones, gargarismos, lavados y compresas. Sirven como antiinflamatorios, antihemorrágicos, diuréticos, astringentes, tónicos, vaso protectores, anti edematosos y antioxidantes.
Avellanas
El Avellano mejora el sistema circulatorio, cicatriza heridas, llagas y ulceras, reduce el colesterol, previene la osteoporosis y la descalcificación de los huesos, anemia, regula la menstruación.
Además reduce los síntomas del estrés. Es útil en casos de insuficiencia renal, afecciones cardiovasculares y hasta para bajar la fiebre.
Avellano
De las flores y semillas del Avellano común se obtiene por la presión en frío se obtiene un aceite de color amarillo dorado luminoso que tiene un alto contenido de nutrientes minerales: calcio, magnesio y potasio y vitaminas A y E. Su uso cosmético para el cuidado del cabello y la piel, como el óleo de la almendra. Entre sus características organolépticas destacan la fragancia, la textura fina no grasa y la transparencia, mayor que el de la oliva.
Aceite de Avellano
La blanda madera del Avellano huele como la avellana y tiene su misma textura. Por esa razón es que no suele dar piezas maderables. Sus escuadrías reducidas limitan su utilización. Los lados rectos de sus piezas son escasos. Además, muestra una tendencia a rajarse durante su secado y resiste mal sumergida o a la intemperie, pues se agrieta.
Madera del Avellano
No obstante, se ha usado tradicionalmente la madera del Avellano para fabricar muchos muebles, marquetería y artesanías varias, para instrumentos musicales. Bastones, bateas, remos, junta de toneles, herramientas, cestería y cercos. También sirvió como carbón medicinal. Además, sus ramitas carbonizadas, como las del sauce, son los carboncillos (o carbonillas) de dibujo.
Carboncillos de dibujo
En Inglaterra a fines del siglo XV comenzó a circular una receta para hacerse invisible, con solo llevar una vara de Avellano, con una ramita aún verde de ese árbol, insertada en ella. Estas instrucciones fueron publicadas en 1486, junto con otros conocimientos necesarios para un caballero, como la caza, la cetrería y la heráldica en el Book of St. Albans.
En el siglo XVII el jesuita alemán Atanasio Kircher mencionó las aplicaciones en rabdomancia o radiestesia y dijo: Se coge un renuevo de Avellano (no necesariamente silvestre), o bien derecho y con nudos, se corta en dos pedazos iguales, se agujerea el extremo de uno de ellos, formando un pequeño hueco, y se corta el extremo del otro en forma de punta, de modo que el extremo del uno penetre en el otro. Se lleva en esta posición hacia adelante, sosteniéndolo entre los dos índices. Cuando se pasa por encima de hilos de agua o de venas metálicas, la varita oscila marcadamente.
La Epopeya Devaluada
La Historia de la Literatura solía adjudicar a Homero (el privado, el ciego) las dos grandes epopeyas: la Ilíada (sobre la Guerra de Troya) y la Odisea (las aventuras de Ulises). Pero también una obra considerada como menor: la Batracomiomaquia (la lucha entre las ranas y los ratones). Los poetas homéridas ya no están, pero los roedores pueden intentar hacer una humilde narración.
Soy Agu, una laucha pobre de las históricas. Tengo en todas partes infinidad de parientes prolíficas, memoriosas y conversadoras. Cuando cada tanto nos reunimos, hablamos de algunas cosas que hemos visto y las compartimos desde nuestra singular perspectiva, a ras del suelo, que es allí donde estamos viviendo.
Una de las mayores nos contó algunos episodios que presenció su antepasada, más remota aún que su chozna. Ella tenía registrados esos acontecimientos en papel como soporte. Y si bien las anotaciones se salvaron de la humedad, el polvo y el fuego, durante la gran hambruna la celulosa sirvió para alimentar al grupo y atenuar las penurias. En conclusión: las observaciones no se pudieron conservar.
Fue por esa razón que la comunidad se comprometió a transmitir oralmente, a las nuevas generaciones los sucesos de antaño. Todas cumplieron al pie de la letra las instrucciones. Así fue que supimos que la anciana abuela tenía su residencia permanente detrás de una máquina en la cual se solía imprimir dinero (papel moneda) que, según los propietarios humanos, tenía mucho valor.
Los dueños no comían el material, pero lo usaban para adquirir alimentos y otras cosas que necesitaban o eso creían. En un mal día, después de mucho trabajar, el equipo dejó de funcionar. Por eso considerándolo roto, unos avariciosos muy encumbrados, siguieron el ejemplo de un lejano lugar norteño, y decidieron privatizar esa tarea.
La anciana roedora explicó que Men, el jefe de todos ellos, le encargó esa función a una Unión Transitoria de Empresas, que llamaban UTE, asociando a algunas carroñeras. Allí confluyeron varios pajarracos de cuentas: Bay, Cic y Mac. Las malvadas volátiles protagonizaron algunas experiencias, con éxito discutible extrayendo el jugo en sitios desconocidos.
Rein y Gola fueron algunos de los escenarios en los que ellas actuaron, guiadas por una CIA anónima y omnipresente, para lucrar y desestabilizar las economías de esos lugares, imprimiendo valores. Nuestra anciana antepasada también contó que eso (y más) llegó a descubrirse. Sin embargo, esto no les bastó ni las limitó para realizar otros infames movimientos.
Escudo
Bandera
A estas ávidas emprendedoras no se les impidió exprimir incluso a los suyos. Con la consabida viveza criolla decidieron hacer una gauchada imprimiendo como cuasi moneda: los Tacones, y por partida doble. Se lanzó la segunda, aunque con mala tinta. Nuevamente esta patraña también se desenmascaró.
Patacón de oro
Patacón de papel
Entonces ellas se valieron de otras estrategias. Una de las alimañas (Bay) copió la astucia del zorro y se hizo la muerta; otra (Cic) se quebró; y la tercera (Mac) continuó su carrera ascendente. Todo lo hicieron con la ayuda, encubrimiento o complicidad de algunos ejemplares de una maligna subespecie de Bogas.
Zorro
El Abogado – H. Daumier
Estas aves negras, universalmente conocidas por ser intermediarias charlatanas y falaces, les facilitaron continuar con sus perversas acciones. Eso, sin olvidar la participación de las espías. Aunque muchos animales han cumplido con esa función malhadada, las carroñeras prefirieron valerse de los servicios de los buitres, sin olvidar que aún las palomas pudieron colaborar.
Cuervo
Buitres
Esto sucedió así, pese a que con el tiempo y las sucesivas versiones se pudo haber perdido precisión en algún detalle. Luego estos hechos relatados por una de nosotras, que cada vez es más pobre que una laucha, tuvieron secuelas, réplicas y consecuencias, que tarde o temprano saldrán a la luz y alcanzarán un estado público y veraz.
Laucha (Mus musculus)
Tiziano
Graciela Sovrán Haro
Autorretrato – Tiziano
Mujer sensual reposando
En interior veneciano.
Un rojo matelassé
Bajo un blanco refinado.
Trenza dorada el cabello,
Rojo delineado el labio,
La mano sobre su pubis
En descanso abandonado.
En el nácar de la piel
Cálida luz va quebrando.
Una ventana hacia el cielo
El paisaje va buscando,
Mientras un árbol cercano
En encaje abre los brazos.
Con esta “Venus de Urbino”
Tiziano marca su espacio.
Venus de Urbino - Tiziano
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