lunes, 1 de septiembre de 2008

El arte de la esquina Nº 14

El arte de la esquina

Boletín Mensual Nº 14
Setiembre de 2008





Pérez Celis – Arena Verde
Técnica mixta sobre tela
91 cm x 122 cm
Miami 2002

Sumario
La Estética del Renacimiento (Segunda Parte)
Celis Pérez es Pérez Celis
11 de Setiembre : Día del maestro
De escritores
Cuento


La Estética del Renacimiento (Segunda Parte)
por la Lic. Alicia Grela Vázquez


En el siglo I d.C. Vitrubio escribe “De Architectura”, defendiendo la necesidad de una proporción ideal y que las formas perfectas del círculo y el cuadrado han de servir de base para todo diseño aceptable.
Esta tesis sobre las figuras está basada en la teoría pitagórica de los cuerpos perfectos. Es por esto que el Renacimiento recupera el orden clásico griego y con él su sentido de proporción, racionalidad y belleza.
Por otra parte, los restos materiales hallados en las ruinas romanas le aportan el frontón.
La Arquitectura típicamente renacentista es la italiana y esté representada por Brunelleschi. Él no llega a establecer un sistema propio, pero inspira a otros. De sus estudios romanos extrae la simplicidad de aquel período.

Brunelleschi - Iglesia de Santa María de las Flores – Florencia


Alberti - Iglesia de San Andrés de Mantua


En Italia a Brunelleschi se le ha de sumar el talento de Alberti y Bramante, hasta culminar con el manierismo de Miguel Ángel.




Bramante - Basílica de San Pedro (Continuada por Miguel Ángel y Rafael)

El Renacimiento italiano aplica la cúpula con una combinación de estilos: dórico, jónico y corintio. La edificación medieval de planta central apropiada y enriquecida.

Los espacios geométricos y geográficos son ennoblecidos por la Arquitectura. El aporte del Renacimiento es la creación de una unidad en la diversidad, al combinar el espacio y las figuras de un modo distintivo.
En España el Renacimiento se desarrolla como estilo plateresco. Esta denominación se debe a la importancia alcanzada por los orfebres. Andalucía exhibe a Riaño como su máximo exponente
.




Riaño - Palacio de Monterrey – Salamanca

A este movimiento le sucede, despojado en parte de su carga decorativa, el purismo, cuyos representantes son Gil de Hontañón, Siloé y Machuca.


Gil de Hontañón - Universidad de Alcalá de Henares


Finalmente, la austeridad de la Contrarreforma española se expresa en el estilo herreriano, por su creador Juan de Herrera, constructor del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Juan de Herrera - Monasterio de El Escorial


En el resto de Europa el gótico medieval sobrevive aún impidiendo o dificultando la aceptación de la moderna arquitectura renacentista.
Los comerciantes acaudalados ya no quieren castillos ni fortalezas como antaño, pues consideran que ya no las necesitan. En el Renacimiento demandan palacios que indiquen que su dueño es un hombre de gusto refinado y de una categoría superior a la del común.





Celis Pérez es Pérez Celis
por la Prof. Elsa Sposaro


Si hablamos de virtuosos en el arte argentino no podemos dejar de mencionar a Pérez Celis. Dentro de las variadas áreas de las Artes Plásticas lo encontramos con obras destacadas en pinturas, grabados, murales y esculturas.

El artista sigue vivo porque trasciende en su obra. Hablar de Pérez Celis y su producción artística es agradecer al autor su obra. Y este es el modo de homenajear a Pérez Celis en “El Arte de la esquina”.

Nacido en el Barrio de San Telmo, en la Ciudad de Buenos Aires el 15 de enero de 1939 . El barrio de Mataderos lo vio crecer, ya que pasó en ese barrio de Buenos Aires su infancia y adolescencia.

Su familia era económicamente humilde. Empezó Pérez Celis desde niño a estudiar dibujo por correspondencia mientras hacía trabajos diversos, como aprendiz de carpintero, canillita, cadete.
Algunas versiones comentan que su maestra de la escuela primaria detectó en su alumno su inclinación y don hacia lo plástico y que a raíz de un comentario que le hiciera a sus padres estos lo inscribieron en el curso por correspondencia.
Ni bien se relaciona con el Arte y descubre su don, Celis Pérez invierte su apellido y se hace llamar Pérez Celis.
En 1954 ingresó a la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde estudió con maestros como Leopoldo Presas, Líbero Badíi, Juan Batlle Planas y Santiago Cogorno. Por su cuenta, es decir, al margen de la escuela, estudió con Delia Sifone, que fue discípula de Emilio Pettoruti.


Pérez Celis- Autorretrato

Óleo sobre cartón. 55 cm x 40 cm


Algunas versiones indican que a los 16 años efectúa su primera muestra individual; otros aseguran que fue a los 17 años, en la galería La Fantasma, de la ciudad de Buenos Aires De todos modos es pertinente decir que desde ese momento, su vida y su actividad artística se ha visto en notable ascenso. Es uno de los pintores más reconocidos de la Argentina en todo el mundo.
En 1957 Pérez Celis se acerca al Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y conoce la obra del artista húngaro Víctor Vasarely, obra abstracta que lo impacta fuertemente.

Se casa con Sara Fernández y se muda a Uruguay donde forma el “Grupo de los ocho” con Lincoln Presno, Carlos Páez Vilaró y García Reino, Pareja, Espósito, Pavlosvsky, Berdié, Testoni. Siguen la escuela constructivista de Joaquín Torres García. Su primer hijo nace en Montevideo.
También fue integrante del “Movimiento del Hombre Nuevo” en Argentina, que impulsaba el arte no figurativo y cuyo líder fue Rafael Squirru.
Galerías de países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, EE.UU., Francia, Guatemala, Japón, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, y Venezuela han realizado muestras de sus obras.
En Argentina, no se ha limitado a mostrar sus obras en los centros urbano-culturales más clásicos sino que ha recorrido el país con sus obras. Ha realizado muestras desde Ciudad de Buenos Aires, pasando por Córdoba, Mar del Plata, Resistencia, Río Negro, Tucumán, Santa Fe, Rosario, Luján, La Plata, San Luis.

Vuelve a Buenos Aires en 1961 instala entonces su atelier en Bartolomé Mitre y Talcahuano., mientras trabaja para la Agencia publicitaria Agens, de los Di Tella.
Comienza allí su pintura geométrica guiado por Le Parc, García Rossi, Sobrino, Demarco, Planck y Moyano, en un taller de La Plata y Rosario.

Viaja a Perú, Bolivia y la provincia argentina de Salta entre los años 1962 y 1964 y se interesa por la estética indigenista andina y su simbología.

Di Tella encarga a Pérez Celis en 1962, un mural llamado “Fuerza América” (que ejecuta en el barrio porteño de Flores, en Rivadavia 6140) con cinco toneladas y media de cemento, madera, hierros y tela metálica.
Crea otros murales destinados a la metalúrgica Brousson; otro para el Banco Nación Sucursal de Formosa.

Nace su hija María José en Buenos Aires.
En 1964 vuelve al Barrio de San Telmo e instala su taller sobre El Viejo almacén (lugar de tango en Buenos Aires). Más tarde muda el taller a La Boca.
Seis años más tarde lo muda a una casa en la Calle Zolezzi al 100, a la que le pintó su fachada, distinguiéndose esta entre las fachadas características de ese barrio.




Pérez Celis – El sol de anatomía
Óleo sobre tela. Técnica mixta

300 cm x 200 cm- Buenos Aires 1965


Recibe el Premio Alba en el LXI Salón Nacional de Artes Plásticas Argentino en los años setenta.
En 1974 realiza un Mural para Aerolíneas Argentinas en el Aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires, denominado “Vuelo Pampa” con dimensiones de 5x3m.


Pérez Celis – Vuelo Pampa

En el año 1975 el artista viaja a México y enviuda. Emprende un viaje a Europa con sus hijos.
Ya en 1977 se casa con Iris Margarita Laconich y vive en Caracas, Venezuela para luego mudarse a París.
La eliminación de líneas horizontales y el acento en fuertes verticales son la característica de la obra de estos tiempos.

Cabe notar que los viajes de Pérez Celis son enriquecedores para su obra ya que se iba nutriendo de las diferentes culturas de los lugares donde estuvo. Es así que podemos asegurar que la obra de Pérez Celis es la unión del arte argentino con el latinoamericano, el estadounidense y el europeo, que exquisitamente el artista supo sintetizar, dándole su toque característico y personal. Es así que en su paso por Europa suma a sus obras veladuras, empastes y transparencias, como también, oro, plata, arena, grafito virutas, placas de diversos metales. En cambio el acrílico es una incorporación realizada como consecuencia de sus primeros viajes a EE.UU.



Pérez Celis – América: la elección del despertar Óleo sobre tela / 183 x 154 cm
Buenos Aires, 1975



Hacia fines de los años setenta Pérez Celis se consagra con una Muestra efectuada en Gallerie Bellechasse y su inclusión en una exposición colectiva de Pintura Latinoamericana Contemporánea.

Desde 1983 Pérez Celis vive en Buenos Aires, Nueva York y Miami alternadamente.
Mientras permanece en Nueva York consolida su etapa gestual: aporta una expresión más libre a su obra, que se nutre de energía y dinamismo gracias al uso de los colores y la composición mayormente centrada en diagonales y curvas y a la fusión de óleo y materiales como madera y tela
Se radica en Buenos Aires con el fallecimiento de su segunda esposa.
En 1984 el gobierno de Perú lo condecora con la Orden del Sol en grado de Comendador.
Muchos premios y reconocimientos se le han hecho a Pérez Celis por su vasta y encumbrada obra.

Su notoriedad le hace alcanzar una alta cotización en el mercado de Arte internacional hacia 1985. Enviuda por segunda vez.

Se destaca la década del 90 por los murales realizados en la Galería Sanyo de Tokio; en la
Universidad de Morón :"Los cuatro elementos", "la Fuente de la Sabiduría", "El Libro de Morón" y "Universitas"; en el estadio del Club Atlético Boca Juniors : "Ídolos" y "Mito y Destino";,en la Universidad de Belgrano: "Camino del conocimiento" y en el edificio Central Park, en el barrio de Barracas, donde instaló su estudio definitivo en California al 2000.
Otras obras públicas como esculturas y murales en Mercedes Benz en Japón, Patio de la Madera en Rosario, en el edificio Fortabat.


Pérez Celis - El Ojo del Tiempo




Pérez Celis-Germinal

Serigrafía/91 cm x 63 cm
Buenos Aires, 1998

En 1999 realizó la imagen del Festival Internacional de Buenos Aires.

En 2001, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación propuso “declarar de interés cultural la obra y trayectoria del artista plástico argentino Pérez Celis”.
Siguen los reconocimientos al artista y así en el año 2004 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sanciona una ley por la que se declara a Pérez Celis, ciudadano ilustre de la ciudad que lo vio nacer.

Como hijo de Buenos Aires, Pérez Celis homenajeó a su ciudad con la incorporación en su obra con imágenes entrañables de nuestra cultura como por ejemplo el obelisco, el tango, Carlos Gardel, Astor Piazzolla y Jorge Luis Borges, el fútbol, la cruz, la misa criolla.
Marcó su pertenencia al mundo latinoamericano con el sol, sus verdes y la apelación al crecimiento y el resurgimiento.

Ha sido Pérez Celis, un generoso artista, que no solo dio la riqueza de su obra sino ha hecho docencia dando numerosas conferencias en escuelas y Universidades.
Como labor participativa con los niños y el público, se destaca la Mega Exposición realizada en la Biblioteca Nacional-Argentina.



Pérez Celis – Ecos del tiempo


Recientemente, Pérez Celis ilustró el célebre libro de Walt Whitman "Hojas de hierba", traducido por Jorge Luis Borges, para su publicación por Juárez Editor.

Luego de padecer durante largo tiempo leucemia, el día 2 de agosto de 2008 fallece en Buenos Aires, a los sesenta y nueve años de edad.

Pérez Celis - Autorretrato


Hay numerosas publicaciones sobre su trabajo en diferentes idiomas en América, Europa y Japón. Existen diversos libros publicados sobre su obra, escritos por Gastón Diehl, Rafael Squirru, Ted Castle, Peter Frank y otros.La editorial Planeta publicó en el año 1999, "Pérez Celis, Pinturas, Murales, Esculturas" por Susan C. Larsen y Renato Rita.


11 de Setiembre : Día del maestro
por la Lic. Alicia Grela Vázquez



En la antigüedad clásica según la mitología griega, la mejor maestra fue Palas Atenea (Minerva). Ella enseñó a los hombres las prácticas referidas a la agri-cultura y a las mujeres el hilado y tejido, como refiere el mito de Aracné.
Hefaístos (Vulcano) adiestró a los cíclopes en las artes del fuego y Quirón, el Sagitario, fue médico y maestro de Aquiles y de otros a quienes instruyó en la arquería, la caza y la lucha (lo marcial).
Fuera de estos seres extraordinarios (inmortales), la educación se encargaba a los pedagogos (de pais-paidós: niño y agogein:conducir). Éstos eran esclavos, muchas veces extranjeros provenientes de naciones vencidas. No eran dueños de elegir su tarea ni recibían un pago por ella.
Es por eso que cuando los sofistas pretenden una retribución por su enseñanza, son mal vistos. Los aristócratas tenían entonces la suma del poder. Cuando los comerciantes enriquecidos buscaron para sus hijos el acceso a la política, entendieron que debían invertir en la contratación de estos especialistas en la persuasión. Con ellos, sus descendientes elegibles serían votados y accederían al gobierno de la ciudad (del Estado).
La clase dominante no pudo impedir este movimiento histórico por el cual la clase media sustituyó a la aristocracia en su relación de dominio. Sin embargo, esta lucha de clases se expresó como difamación.
Los maestros cobraban por enseñar. Hasta ese momento lo hacían gratuitamente. Debían ser castigados por la transgresión. Y esto se extiende hasta nuestros días.
En este contexto aparece una figura magistral: Sócrates. Según Aristófanes, su contemporáneo y crítico, lo muestra en “Las Nubes”: un sofista más.
Sócrates, cumpliendo el mandato de Apolo: “Conócete a ti mismo” al ser tratado como el más sabio, ironizó: “Sólo sé que no sé nada”.
Así es que, al igual que su mítico colega el centauro Quirón, nunca enseñó. Y como su madre (partera) sólo ayudó a dar a luz, a alumbrar “conceptos”: lo que sus alumnos concebían. El método mayéutico socrático incluía preguntas, absurdo, refutación y permitía a cualquiera dotado de buen sentido, llegar a la verdad. Pero el más sabio de los atenienses nunca escribió nada.
Su pensamiento lo conocemos principalmente por la versión que de él da uno de sus discípulos: Platón.
El académico en sus primeras obras pretende dar a publicidad las ideas de su maestro, para que no quede como esotérico y pase por su mayor difusión a exotérico.
Por otra parte, al madurar elabora sus propias ideas, vinculadas con el pensamiento oriental (la metempsicosis, la transmigración de las almas, la reencarnación) y los órfico-pitagóricos.
Es entonces que afirma que el maestro ayuda a recordar lo que ya conocimos en vidas anteriores y que la educación es la que cambia a un ser esclavo, troglodita, cavernícola hasta hacerlo un hombre buscador de la verdad.
Su discípulo más destacado: Aristóteles afirma que enseñar consiste en explicar. El maestro es el encargado de decir qué causas producen ciertos efectos. El maestro es un científico y el mejor: un filósofo.
El Filósofo también fundó su propia escuela, el Liceo, antecedente con la Academia platónica de las Universidades medievales.
Con el advenimiento de Cristo, quien al igual que Buda, no dejó nada escrito, la enseñanza es principalmente moral y religiosa. Su relación con sus seguidores nos recuerda que “discípulo” y “disciplina” tienen la misma raíz etimológica. Discípulo es el alumno y disciplina es tanto el orden, el rigor, como el contenido curricular de una materia o asignatura.
Con el cristianismo la enseñanza se torna en “apostolado” y esto también nos pesa.
En la Edad Media europea San Agustín adapta a Platón, pero sólo reconoce como maestro a Jesús..
Las Universidades comienzan a aparecer en toda Europa y son auténticas comunidades de maestros y alumnos para crear y transmitir conocimientos. La relación no era impuesta sino voluntaria. Cuando un profesor cambiaba de ciudad: Alcalá, Oxford, Padua, París, sus estudiantes le seguían y se sumaban a los de la nueva localidad. El intercambio era permanente y estaba facilitado por el uso de una lengua común: el latín.
Santo Tomás toma partido por Aristóteles y convence al Papa para que le permita enseñarlo.
El ejercicio profesional efectivo no lo otorgaba ninguna unidad académica, sino los gremios. Éstos eran fuertes y conferían un grado que habría la puerta al mundo laboral.
El aprendiz, luego de mucho empeño, trabajo, mérito y sobradas muestras de haber logrado los conocimientos, destrezas y habilidades requeridas, era considerado Maestro. El Maese ejercía con orgullo y dignidad esa tarea, a veces vinculada con las actividades manuales: las Artes (Música y Pintura, por ejemplo) y las Artesanías ( carpintería, zapatería, panadería, etc.) o intelectuales (abogacía, escribanía, notariado).
La Modernidad no puso mucha luz sobre el escenario gótico, calificado muchas veces y algunas con razón, de oscurantista.
Si Tomás Moro tuvo esperanzas en una educación para un mundo mejor, debió plasmarlas en una “Utopía”.
El pragmatismo de los empiristas (mal llamados “ingleses”) sumó egoísmo, e individualismo a la idea de libertad (entre iguales) y generó la ideología del capitalismo, que aún nos pesa. El móvil de la acción humana es la ganancia y sin ella no hay motivación.
J. J. Rousseau nos enseña la nueva educación desde el “Emilio”, mientras abandona a sus propios hijos y arroja piedras a los ajenos.
Esta duplicidad nos trae hasta la época contemporánea en que podemos hablar hasta de Ciencias de la Educación, pero que en los primeros años y décadas del siglo XX nos hizo ganar el título de “Señoritas”, porque para ejercer como maestras las mujeres debían ser solteras, no tenían que ser vistas en compañía de ningún varón que no fuera su padre o hermano, y no llevar pintura y vestirse con no menos de tres enaguas.
Así pasamos a ser trabajadores de la educación. Reconocido el derecho de agremiación, también nos afiliamos, pero aunque hay varones es una actividad predominantemente femenina y por lo tanto se paga menos por ella y como es una profesión, se la profesa. Pero profesar es un asunto de fe y volvemos al apostolado. Al Apóstol Santiago no se le hubiese ocurrido como medida de fuerza, un paro (pero sí otras cosas más contundentes para persuadir a los gentiles).
En la posmodernidad no estamos pretendiendo ser en nuestra práctica el paradigma del Divino Maestro. Hemos dejado de ser modelo para nuestros alumnos. No se nos pide enseñanza sino asistencia y contención.
A la carga arrastrada por varios miles de años y a través de varios continentes y muchos países, en Argentina se agrega el recuerdo de Domingo Faustino Sarmiento, sobre cuyo mito se celebra el Día del Maestro.


De escritores

por la Prof. Elsa Sposaro

Las definiciones muchas veces suelen ser insatisfactorias, inacabadas, insuficientes. Quizás no sea pertinente definir con el uso del mismo término que queremos definir.
Desde este punto de vista, definir al escritor como una persona que escribe, parece ser redundante, aunque así sea.
Para los diccionarios el término escritor se define como:

escritor, ra. (Del lat. scriptor, -ōris).
m. y f. Persona que escribe. 2. Autor de obras escritas o impresas. 3. Persona que escribe al dictado. 4. ant. Persona que tiene el cargo de redactar la correspondencia de alguien.



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ESCRITOR-RA: m. y f. Persona que escribe como profesión.
Autor de obras escritas o impresas.

Diccionario Enciclopédico Salvat. Edición 1997

En el arte, las definiciones suelen ser aún más escabrosas. Ríos de tintas se han escrito y seguramente se escribirán tratando de definir qué es Arte, quién es artista, quién escritor.
Pienso que en términos generales escritor es el que escribe y particularmente el que escribe textos literarios o científicos más allá de ser reconocidos, de haber logrado premios, de tener éxito, de ganar dinero por ello, publique sus obras en editoriales reconocidas, desconocidas o blogs o se auto-publique.
En realidad creo que el auténtico juez en este tema es el lector. A todos nos ha ocurrido leer una obra de autor desconocido y ser atrapante e ingeniosa.
Como todos tenemos una particular visión de este tema, dejaremos las definiciones al criterio de cada lector y dedicaremos este espacio simplemente a los escritores.



Gallego
Cuento de Víctor del Vento


GALLEGO, GA: (Lat. Gallaecus.) adj. Y s. De Galicia. Amér. Español que emigra a América.

(A Doña Elsa Grela Pérez)

1949

Iñaki descarta pasmado los relatos previos de aquel viejo y veterano marino sobre este río gigante de aguas turbias.
Su vecino, que había errado por mares honrosos y de los otros, le contaba de la gigantez absurda del plata y aunque lo ha visto y lo ha olido, se resiste a concebir que no sea el mar.
Este mundo es tan joven. Crece con dolor, pero crece. No como su tierra.
Su patria viene muriendo apurada. La vienen matando, mejor dice.
La guerra civil no acabará jamás. Aunque hoy fastidien algunas voces con una falsa paz, nunca acaba.
Las bestias fascistas de siempre, y hoy, con extrañas alianzas con extranjeros que encabezan la lucha contra “los rojos”, mantienen un silencioso ritual de sacrificios humanos de quienes no creen en ellos. Aunque hagan publico lo contrario, la barbarie actual aniquila toda esperanza. Esa tierra alimenta a los buitres fascistas, que aunque se atoren de carne disconforme, no se sacian y la siguen devorando de a poco.
Por ello, hastiado de asesinos y asesinados desertó de su país vasco. Cruzó otro, llamado España, y un vapor lo rescató.
Otro sobreviviente sugirió América y solo fue abordar este dudoso vapor y partir.
Viaja en tercera. La sección atesta de gallegos. No le gustan, los rechaza. A todos. Aunque solo conoce a uno. Muy especial. El jefe de los asesinos: Francisco Franco. Un malparido por Galicia.
Su razón es corta, pero justa. Su padre le recitaba a ese tal Marx, con aquello de la igualdad entre los hombres, aunque a veces lo confunde un poco con Cristo.
Sus paisanos ya ni le muerden los garrones al dictador por lo desparejo de la lucha y la palman peor, pero no se rinden ni se inclinan. Si, los vascos son todos iguales. Por eso odia a los gallegos, porqué también lo serán entonces...
El enano fascista carga con lo más sombrío de los hijos de esa tierra maldecida. La provincia sufre los estigmas de sus males.
Suelos pedrosos y de tierras yermas y escasas. Caminos escabrosos que conducen a la nada. Bosques cerrados en los que ni trashuman los duendes desclasados. El embrujo fatal por el que aúllan sus vientos perdidos por entre sus acantilados asesinos. Su frío de letargo y sus rías invasoras que traicionan a los peces en la muerte vil del pescador sin honra.
Dios le dio todos estos dones para advertir a los hombres que no moren en ella.
Pero absorto en su ardua tarea, no tuvo en cuenta a estos celtas desafiantes que se han escurrido por la Europa vieja y han sobrevivido en otras sucursales del infierno.
No contó con los gallegos y así provocó la ruindad de los nacidos en Galicia. Y todo, pero todo, hace que ese Satanás enano se lleve orejas y rabo como hijo natural.
Gallegos. No los conoce. Los intuye, los escudriña con afán.
Menudos y pálidos. Rústicos y sin garbo, murmullan un dialecto barato de dientes apretados. Duermen sin sueños y embuchan lo que sus cerdos no aceptarían.
No conoce otros gallegos. No tuvo la oportunidad ni las ganas, pero su odio sin basas le importa un rábano.
La vista del gentío en la dársena lo distrae.
Nadie le espera. No le interesa. Aquí sobran esperanzas y pan blanco.
Al desandar la planchada se enlaza con su nueva tierra.
Los aires se inflan llenos de tantas otras jergas. Tal vez, hasta platique en el Vascuence que el tirano corto cercenó por decreto.
Policías nacionales intentan sin éxito, acomodar el caos que tantas ilusiones siembran entre los arribados.
Las mesas con funcionarios, sobre la dársena, acumulan inmigrantes en largas filas que aguardan con papeles en la mano.
Los que tienen suerte exhiben sus cartas de reclamo con la soberbia del que ya se siente parte.
Un flaco Sargento de bigotes manubrio y bastón en mano, recorre la fila acomodándola con afán, y al llegar a el, le toca el codo y le espeta casual:
-¡ Che Gallego; corréte un cachito, así no te salís de la cola...!-
La navaja de Iñaki silbó.......
El uniformado murió antes de tocar los adoquines y de que el vasco cierre su acero toledano........
La navaja regalo de su padre se cerro con pintas de la sangre del muerto.
La sangre que escupió la yugular regó asturianos, valencianos, catalanes y demás.....
Todos gallegos ...

Víctor del Vento: escritor, columnista, co-conductor de radio, de “Vuelo Nocturno” y co-conductor de “Zona Libre” en FM Power de 1989 al 1994; ha realizado publicaciones en la Revista “Humor”, “La Cotorra”, “La Murga”, “Esculpiendo Imágenes”, “La Mandrágora”, “El Diamante Loco”, “El asunto”, “Pasionarte”, “Política Federal”,”El arte de la esquina” y “La Maga” entre otras.