El arte de la esquina
Año XI N° 134
Agosto de 2018
Textos: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
Libertad - Elsa Sposaro
SUMARIO
Apuntes para una Estética de la Época Contemporánea
La gloria de Don Ramiro
Los principios de Goebbels redivivos
Mes celta del Acebo
Canción infantil
Apuntes para una Estética de la Época Contemporánea
La gloria de Don Ramiro: Una Vida en Tiempos de Felipe II
Enrique Larreta
En el Perú, el año de 1605, en la Ciudad de
los Reyes. Es una noche de fines de octubre. La ciudad duerme bajo el brillo de
las constelaciones y sus campanarios se levantan, aquí y allá, más obscuros que
la sombra. Luciérnagas y cocuyos enciéndense a millares encima de los huertos y
atraviesan los árboles tenebrosos. El húmedo ambiente está henchido de
perfumes, y óyese, como en la quietud de los campos, el concierto de los grillos
y las ranas, sólo entrecortado por la voz de los serenos o los pasos de algún
trasnochador que vuelve de los garitos. Poco a poco, soñolienta vislumbre
enrojece en lo alto los cerros de San Cristóbal y Amancaes. Una brisa sutil y
lánguida llega del mar. Los gallos no han cantado todavía.
Los principios de Goebbels redivivos
El mundo físico y el de las palabras son ambos sistemas complejos, en que el segundo pretende entender y hablar del primero. Lo que se dice es entendido como verdadero o falso según haya coincidencia o no entre ellos. Al considerar esto no se repara en que por las mismas características propias de cada una de estas organizaciones, eso no es posible.
Mundo Físico
El desnivel originario entre lo que es y lo dicho sobre él, se la invertido con el paso del tiempo, de modo tal que las estructuras lógicas se tornaron prioritarias y adquirieron un protagonismo desmedido a expensas de las otras formaciones, las naturales. Las designaciones y denominaciones posibilitaron etiquetar objetos y estos rótulos se consagraron.
Esta reducción hizo posible la repetición de textos, sin necesidad de pensarlos. Los clásicos podrían servir de ejemplo. Platón y Aristóteles se enfrentaron a los sofistas, como los budistas a los maestros del error. Y esto quizás no haya sido por erradicar sistemáticamente la falsedad de sus doctrinas, sino por no repartir el poder ya acumulado por la aristocracia.
Buda
En la antigua Grecia las formas de gobierno se consideraban puras, cuando su finalidad era el bien común. La democracia era tenida por corrupta, por pretender beneficiar no a todos, sino sólo a los pobres. Con el tiempo esto cambió. La jerarquía de la cual había disfrutado la Politeia (o República para los romanos) se trasladó a esa otra impura.
Sócrates y los Sofistas
Así en el siglo XX el término democracia dejó de ser una mala palabra, para convertirse en un desiderátum. Ganó prestigio, pero a cambio de perder su sentido primigenio. Ya no necesitó beneficiar a los que menos tienen, pues le bastó conformarse y complacerse con la posibilidad de votar, aunque esto no implicase elegir.
Democracia Ateniense
La emisión del voto, si bien es importante, no alcanza. Al sacralizar un gobierno electo, como el de Mauricio Macri en la Republica Argentina, se omite ya sea por desconocimiento u olvido, que Adolfo Hitler en su momento también lo fue. Eso no le impidió constituirse en un dictador genocida, con los adjetivos calificativos que, tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial (IIGM), le acompañaron.
Mauricio Macri
Adolfo Hitler
El ascenso del Führer no hubiese sido posible sin la oratoria de Joseph Goebbels, el Ministro de Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich. Él consiguió canalizar la violencia popular y el resentimiento germánico en el antisemitismo que llevó al proceso que, fundado en prejuicios, culminó en el exterminio (Holocausto).
Joseph Goebbels
Los opositores políticos de Joseph Goebbels lo consideraron como un peligroso demagogo y un temible agitador de masas. El historiador alemán Peter Longerich, por su parte, (aun no siendo psicólogo) prefirió referirse a un trastorno narcisista de la personalidad, que lo hacía buscar el permanentemente el reconocimiento público y el elogio, al que sería adicto.
Peter Longerich - Holocaust
Pero, como quiera que fuesen las cosas y las motivaciones del responsable de la Propaganda del Tercer Reich, pudo elaborar una serie de principios, que fueron eficaces entonces y lo son actualmente, a saber: la simplificación y el enemigo único, según esto se debe adoptar una sola idea y un único símbolo, e individualizar al adversario como un enemigo.
El método de contagio permite reunir a varios adversarios en una sola categoría. La transposición carga sobre el otro los propios errores o defectos y se responderá a ellos con el ataque. Si no se pudiera negar las malas noticias, inventar otras distractoras. Además, la exageración y la desfiguración convertirán una anécdota, en una amenaza grave.
Bandera del III Reich
La vulgarización hace que toda propaganda sea popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que vaya dirigida. A mayor número de personas a convencer, menor debe ser el esfuerzo mental a realizar, por considerar que la capacidad de las masas es limitada y su comprensión escasa, con facilidad para olvidar.
La orquestación hace que se limite a unas pocas ideas, repetidas y presentadas sin fisuras ni dudas, desde diferentes perspectivas, pero convergentes en un mismo concepto. Y repetir una mentira hasta convertirla en verdad. La renovación implica emitir informaciones nuevas a un ritmo tan acelerado que, cuando el adversario responda las acusaciones, el público esté en otra cosa.
La verosimilitud permite construir argumentos a partir de fuentes de información fragmentaria. El silenciamiento acalla las noticias sobre las que no se tenga una respuesta y disimula lo que favorezca al adversario, con la ayuda de los medios de comunicación. La transfusión logra que la propaganda opere a partir de un sustrato preexistente (de odios y prejuicios) para difundir actitudes primitivas.
La unanimidad consiste en convencer a mucha gente de que piensa como todo el mundo y así se crea una falsa impresión de consenso. Todas estas recomendaciones del nazismo fueron recuperadas recientemente por el licenciado ecuatoriano Jaime Durán Barba, consultor de imagen y asesor político de la campaña macrista.
La Posmodernidad, con la tesis de Francis Fukuyama (el fin de la historia y de las ideologías) al mezclar opiniones, deseos, hechos, aciertos, errores y falsedades pretendió evitar el las reivindicaciones que los más sometidos esperaron y buscaron en vano de muchas maneras por siglos. Este periplo milenario sumó al vocabulario una nueva mala palabra: populismo, pero no sus logros.
Mes Celta del Acebo
El mes del acebo abarca del 8 de julio al 4 de agosto y es el octavo en el calendario arbóreo celta. Al árbol que señala a este signo se le conoce como Tinne, Holly (Sagrado), Celinnen, Paliuro, era Holm oak (encina) y por otros muchos nombres que ha recibido en distintos lugares, desde
la antigüedad clásica hasta ahora.
Mes Celta del Acebo - John Hays
Dann o Tann (Tinne) es la palabra
celta que designa a cualquier árbol
sagrado, que en Galia y Bretaña significaba al roble. En la Alemania celta era abeto. En Cornualles glas-tann (árbol verde sagrado) significaba encina y el término inglés to
tan (broncear) proviene del uso que se daba a la corteza del acebo para
curtir.
Se creía que con él se había
logrado domesticar a los animales salvajes. Según Plinio, cuando se les arrojaba una
rama de acebo en cualquier
dirección, se les obligaría a obedecer. Además,
se cuenta que su madera había servido para los ejes de la rueda de los primeros
carros. También medicinalmente se
usó durante la meditación para calmar la mente y el cuerpo.
El árbol acebo tiene una madera dura, compacta y blanca, que admite pulido. Se la usó en la
fabricación de bastones e incrustaciones y también en la agricultura para
montar en los cultivos. Durante los meses del invierno sus hojas se
tornan en el alimento favorito de los ciervos y las ovejas.
Los jefes celtas consagraban al
sucesor elegido con una corona de acebo.
Las ramas del árbol eran llevadas para la buena suerte. Se decía que
calmaba los celos y la desconfianza y protegía contra los daños de los malos
espíritus. Para eso se bañaba a los bebés en agua con hojas de ese árbol sagrado.
Acebo
Sin embargo, en la Roma clásica el acebo era utilizado por los labradores en las Saturnalias (no el roble perennifolio) durante el solsticio de invierno,
en honor a Saturno, el dios del tiempo (Cronos).
Tannus era el nombre del dios del trueno de los galos, quien al
ser adoptado por los etruscos de las
tribus goidélicas lo transformaron
en Tina y lo armaron con una triple centella.
Saturnalia – Ernesto Biondi
Era común en muchas
culturas el uso de ramas acebo como decoración de en la fiesta de Yule. La imagen del rey acebo es familiar aún hoy para la mayoría,
pues ha sido personificada como el Fantasma
de la Navidad que ha estado presente
en varias versiones de A Christmas Carol (Canción
de Navidad) de Charles Dickens.
También se pensaba que
si durante Yule se llevaban a la
casa primero las hojas lisas del acebo, entonces
la mujer gobernaría durante el año que se acercaba. Si en cambio, antes
ingresaban en el hogar las ramas con hojas espinosas, entonces el varón
mandaría. También se creía que si un hombre portaba consigo una hoja o una
baya de acebo, se volvería atractivo para ellas.
Los celtas creían que
en el sagrado acebo vivían los
pálidos elfos, las criaturas
maravillosas que sólo se alimentaban de moras y leche de cabra. Para procurarse
la protección de estos seres benefactores, desenterraban de raíz a los acebos, para plantarlos durante el
invierno en sus casas. El campesinado vasco continuaba haciéndolo hasta
mediados del siglo XX.
Elfos – Nils Blommér
El acebo era particularmente sagrado para
los druidas que instaban a su gente
a llevarlo a sus hogares para proporcionar refugio a los elfos y las hadas
durante la temporada más fría. Imbolc era la celebración del Pleno Invierno
(Midwinter) también conocida como Día de las Velas (Candlemas).
Más tarde el
cristianismo, para quitarle su halo mágico, la transformó en la fiesta de la Candelaria, que se celebra el 2 de
febrero para conmemorar la purificación de la Virgen María (después del parto, de acuerdo con la ley judía) y la
presentación de Cristo en el Templo.
Las velas eran tradicionalmente bendecidas en ese festival.
Purificación
El Roble, según las creencias, gobernaba la mitad del año (primavera
y verano) y el Acebo la otra, la de
la oscuridad (otoño e invierno). El árbol sagrado representaba los
aspectos eternos y siempre verdes de la Madre Tierra. Fue considerado como
un símbolo de vida eterna (como a hiedra
y el muérdago) por su follaje perenne
y sus frutas de invierno. Al imponerse el cristianismo, el triunfo del rey
Acebo (invierno) sobre el Roble (verano) se identificó con el de Jesús
sobre el paganismo.
Rey Acebo vs. Rey Roble
Las tradiciones feéricas señalan a Anjana, en relación con otros seres
mitológicos como las xanas asturianas,
las lamias, las mouras gallegas, las vascas Mari y Mairu,
las encantadas. Todas ellas son versiones diferentes de la misma narración,
aunque adaptadas a entornos culturales y locales particulares y singularísimos. A Balanis, que era hamadríade del acebo o Ilex, se le invocaba para pedir
protección, estabilidad, fuerza y perseverancia.
Hada del Acebo - Cicely Mary Barker
En el Ogham se afirmaba que el acebo era el mejor en la lucha. Se creía que restauraba la energía perdida y
otorgaba la fuerza para continuar, equilibrando lo positivo y lo negativo. Se
pensaba que, pese a la textura de sus hojas, daba comprensión y se lo asociaba
con las virtudes divinas de la buena voluntad y el amor. Por esta razón, se
lo plantaba cerca de las casas para lograr protección y protegerse de males.
Para los druidas, el acebo era considerado una planta fuerte
y protectora contra los espíritus malignos, los venenos, los truenos y los
relámpagos. Esta última noción (la de protección contra los rayos) se pudo
haber basado en que los picos de las hojas de este árbol actúan como
conductores en miniatura, otorgándole inmunidad. También se creía que él
era especialmente favorecido por el sol.
Druida
Una vieja costumbre relacionada con la magia y la superstición, era que cada
persona colocara un trozo de vela en una hoja de acebo, encenderlo y dejarlo en un recipiente con agua. Luego podría
pedir un deseo. Si la vela permaneció encendida, entonces el deseo se
haría realidad.
Dada su naturaleza perenne, el acebo representaba la inmortalidad y era uno de los Nueve Bosques Sagrados. Los otros eran el
roble (Oak), el pino (Pine), el avellano (Hazel), el enebro (Juniper), el cedro
(Cedar), el álamo (Poplar), el manzano (Apple) y el fresno (Ash). En la
tradición irlandesa antigua figuraba como uno de los árboles nobles del bosque (junto con el
abedul, el aliso, el sauce, el
roble, el avellano y el manzano).
Bosques Sagrados
El acebo como planta mágica,
otorgaba sabiduría y coraje y se le consideraba útil en los sueños. Según la tradición,
si una niña recogía en la medianoche del viernes nueve de sus hojas y luego las
ataba en un pañuelo de tres esquinas usando nueve nudos, podía soñar con su
futuro esposo, si colocaba la prenda debajo de su almohada.
Hoja de Acebo
Un hechizo similar servía para hacer
realidad los propios sueños. El
artificio establecía que las hojas del acebo
tenían que ser recogidas en silencio, colocadas en una tela blanca y atadas con
nueve nudos. Cuando se las pone debajo de la almohada, después de haber
hecho eso, se cumplirían los deseos.
Los que
saben de estas cosas caracterizan a los nacidos durante la época del acebo hablando de su nobleza, mentalidad, autoridad y
poder. Aceptan desafíos y superan obstáculos con habilidad y
tacto. Permanecen vigilantes para
lograr sus objetivos, sin ser derrotados. Son competitivos y ambiciosos. Son generosos, amables y afectuosos. Confían en su inteligencia y
habilidades. Por eso suelen descansar peligrosamente en sus laureles
y pueden caer en la pereza.
Canción infantil, inspirada en una antigua canción inglesa
Prof. Graciela Sovrán Haro
“Rain, rain,
Go to Spain,
Come back another day,
Little Patric
Wonts to play.”
Lluvia
y Arco Iris – William Turner
Lluvia, lluvia,
Vete a España,
Vuelve otro día
No de mañana.
Mi dulce niño
Juega sin pausa.
Tierno Patricio,
El sol le encanta.
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