martes, 1 de agosto de 2017

El arte de la esquina

El arte de la esquina
Boletín Nº 121
Agosto de 2017



Sirena – J. W. Waterhouse



SUMARIO

Regesto de una Estética de finales del siglo XIX

La sirena de agosto

Niños de la calle



Regesto de una Estética de finales del siglo XIX

Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro


En un Regesto finisecular de la Estética siglo XIX, Federico Nietzsche debe ser tratado, aunque sólo sea de manera fugaz y las afirmaciones relativas a su pensamiento sean breves y provisorias. Reiteradamente ha sido considerado, y con razón, enfrentado a dos grandes enemigos míticos: Sócrates y Jesús.



Federico Nietzsche - E. Munch




 Se opuso fuertemente tanto al intelectualismo racionalista (que en el mundo Occidental arrancó de los intentos de definición y la mayéutica propuesta por el método socrático) como a la concepción cristiana, a la que le adjudicó una mirada negativa sobre la vida.



La muerte de Sócrates – J.L. David


  


                                                                       La última cena



Uno de sus primeros trabajos sobre la Estética fue El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música.  Esta obra se divide en tres partes:

  • ·        Ensayo de autocrítica, "El nacimiento de la Tragedia o Helenismo y Pesimismo"
  • ·        Prólogo a Ricardo Wagner
  • ·        Escritos preparatorios para El nacimiento de la tragedia

                    - El drama musical griego
                    - Sócrates y la tragedia
                          - La visión dionisíaca del mundo






“Dicho una vez más, hoy es para mí un libro imposible - lo encuentro mal escrito, torpe, penoso, frenético de imágenes y confuso a causa de ellas, sentimental, acá y allá azucarado hasta lo femenino, desigual en el ritmo, sin voluntad de limpieza lógica, muy convencido, y por ello, eximiéndose de dar demostraciones, desconfiando incluso de la pertinencia de dar demostraciones, como un libro para iniciados, como una «música» para aquellos que han sido bautizados en la música, que desde el comienzo de las cosas están ligados por experiencias artísticas comunes y raras.”
                                                                                                            Nietzsche

Por su carácter híbrido Nietzsche lo consideró como "centauro". En él trató el nacimiento de la tragedia ática, los motivos estéticos que la inspiraron y las causas de su desaparición.
En él expuso sistemáticamente su estudio sobre los griegos y moldeó su filosofía bajo la influencia de Schopenhauer y Richard Wagner.



Richard Wagner - Franz von Lenbach


                                                                     
Allí consideró a la tragedia griega como una combinación del espíritu apolíneo y el dionisíaco. El primero es el que da las representaciones de la vida y se vincula con las Artes Plásticas.  El segundo, por Baco simboliza la disgregación, la superación de la individualidad, la exaltación mística. Está relacionado con  la Música. Su propuesta de tragedia es dionisíaca. Hay que recuperar el mito trágico, que se ha ido perdiendo desde Sócrates. Nietzsche considera a ese filósofo el creador del pensamiento lógico.



Baco



 “Que Sócrates tenía una estrecha relación de tendencia con Eurípides, no se le ocultó a ninguno de sus contemporáneos, y el testimonio más elocuente de su clarividencia es aquella leyenda difundida en Atenas, según la cual Sócrates tenía la costumbre de colaborar con sus consejos en las obras de Eurípides”



Eurípides


                                                                                                     
    
Sin embargo, en su obra inacabada La filosofía en la época de la tragedia griega se dio cuenta de algo más: que no se puede recuperar el espíritu trágico griego, ya que sería sustituir una religión por otra, por lo que propuso, para buscar el equilibrio, la compenetración entre Dionisio y Apolo.     



Apolo


                                                                                 
                              
Foucault afirmó que la experiencia de la locura es el momento más parecido al conocimiento absoluto. Cabe preguntar si Nietzsche la tuvo. Pero, quizás las técnicas de interpretación del mundo son más que nada técnicas de terapéutica, de curación, en el sentido más amplio del término: de la sociedad en Marx, del individuo en Freud y de la Humanidad en Nietzsche.



 Michel Foucault 



Foucault que se enfocó en el tema del poder, también lo analizó en Nietzsche, ya que éste afirmó que la Filosofía ocultó la relación entre la verdad y el poder. Ésa es su interpretación provocadora de la Historia. Y eso mismo es lo que constituyó, según Paul Veyne, una auténtica revolución historiográfica.      
  


Paul Veyne






Por su parte Habermas sostuvo que una lectura tal de la Historia apela al lado gozoso y liberador del pensamiento de Nietzsche. Esto implica lo contingente de la Historia: lo que ya fue, pudo no haber sido y, por lo tanto, lo actual tampoco es necesario y puede, por lo tanto, dejar de ser.



Jürgen Habermas



Al atravesar las distintas etapas de su pensamiento Nietzsche se valió de figuras filosóficas que se ven  manifiestas en la ilustración que compone una figura (su rostro)  y un fondo con los animales simbólicos y otros elementos de los que se valió en su argumentación analítica y metafórica.


En su momento metafísico, el que corresponde al Nacimiento de la tragedia, su imagen es la del camello, que carga la culpa como sucedía con el hombre en la Antigüedad y la Edad Media. Esto se mantuvo Consideraciones intempestivas. En ellas se refirió al deber. Es en este período que escribe condicionado por el impacto de Schopenhauer y Wagner.






En la etapa positivista, el de La Gaya Ciencia, el tema fue el querer, y su figura: el león. La Modernidad  creyó en la razón y sostuvo los valores de la Ilustración. Sin embargo, como éste resultó ser un período de transición, Nietzsche se opuso fuertemente a conceder a la Ciencia el lugar que ocupó la Religión en el anterior.






Finalmente, en la Filosofía del Mediodía (sin sombras) El caso Wagner, la silueta es la del niño, por el juego. Entonces se crearían valores que reafirmasen la vida. En esta instancia trata entre otros temas, polémicos todos: la muerte de Dios, el eterno retorno y el súper hombre.     






Esto nos remite al problemático tema que atrae por igual a filósofos, psicólogos y músicos: las relaciones vinculares personales con Richard Wagner, con los músicos y la Música. Nietzsche compuso sus obras siempre inspirado en alguna persona, a quien se las dedicaba. La crítica consideró que sus producciones, aún las más extensas, eran reiteraciones, agregados y yuxtaposiciones, carentes de un auténtico desarrollo temporal.



Nietzsche tocando el piano



Nietzsche consideraba que sin la Música la vida sería un error. Y así lo afirmó en el Crepúsculo de los ídolos. Cuando compuso el Himno a la Vida, lo hizo sobre un poema (que alteró levemente) de Lou Andreas Salomé, la escritora y psicoanalista rusa que lo rechazó como esposo. Sobre esta canción escribió a su amigo Franz Camille Overbeck.





  



 Es en este orden de sentimientos íntimos que compuso su Himno de la Amistad. Esta obra manifiesta las emociones más profundas del filósofo. Aunque luego dejó de interesarse por el arte musical  meramente expresivo.

Esto, sumado a las críticas del barón Hans Guido von Büllow y a las ironías del propio antiguo amigo y posterior rival (el autor de la Tetralogía) hicieron que Nietzsche dejara de componer música, al llegar a la madurez de su pensamiento filosófico y reconocimiento de los límites de su capacidad musical. Pero, pese a su silencio melódico fue implacable en el tratamiento de El caso Wagner.



Hans von Büllow
 


Finalmente, dice Nietzsche en el parágrafo 25 de El espíritu de la Música, origen de la Tragedia en el libro Origen de la Tragedia:

“La Música y el mito trágico son, en igual grado, la expresión de la facultad dionisíaca de un pueblo, y parecen inseparables. Ambos emanan de una esfera del Arte que por lo mismo es apolínea; ambos iluminan una región de armonías dichosas en las se extingue deliciosamente la disonancia y se desvanece la horrible imagen del mundo; ambos juegan con el aguijón del dolor, confiando en el poder infinito de sus encantos; ambos justifican por este juego la existencia de ‘el peor de los mundos’… ¡Cuánto no debió sufrir este pueblo para adquirir tal grado de belleza!¡Y ahora ven a la tragedia y sacrifica conmigo en el altar de las dos divinidades!”





La sirena de agosto

Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro


Galicia se ha beneficiado muy especialmente con la herencia de una multitud de seres imaginarios provenientes de Grecia, que se sumaron a los dejados por los celtas y se integraron y transformaron con el triunfo del cristianismo derivando en otros. Ejemplos paradigmáticos son entre otros: el Jardín de las Hespérides, Atlas y Hércules. Pero aquí el tópico a considerar es el de las sirenas.

Cuando una de ellas aparecía, cuentan los pobladores de la costera marina lucense, las aguas se convertían de repente, formaban remolinos, se desencadenaban tormentas, vendavales y huracanes tales, que volcaban los barcos arrojando al mar a los inocentes marineros, que atraídos por encantadoras melodías, se dejaban llevar, seducidos por su encanto y misteriosa belleza.



Ondina – J. W. Waterhouse



A la distancia parecía verse como una princesa pidiendo ayuda y consuelo. Ella con su dulce voz, con esa luz en los ojos, generaba simpatía. Cualquiera olvidaba, pese a las advertencias recibidas, que eran trampas mortales para fascinar a los incautos que se vieran reflejados en ellos.
Así estuvo llevándose a los hombres de San Cibrao, un pueblo de pescadores por caminos tortuosos, que siempre terminaba con un resultado trágico. Embobados por un espejismo, por una ilusión óptica que los hipnotizaba y extasiaba, muchos fueron cayendo paulatinamente y pocos sobrevivieron para relatarlo.

Según esos atemorizados e involuntarios testigos se construyó una leyenda gallega en la que se cuenta que la ninfa marina: Maruxaina, con sus canciones y encantos inducía a los pescadores a hundirse en el mar para nutrirse de ellos más tarde. Tenía la condición de Ondina engañosa y traicionera tan propia de las errantes y pérfidas Náyades griegas.
Mientras marineros pescadores sucumbían, ella se echaba a reír a carcajadas, siempre con ese deseo nunca plenamente satisfecho de castigar a todo el pueblo. Sus risas resonaban como una cascada de perlas esparcidas entre las aguas. Los sonidos vibrantes serían señales que publicarían los rumores de los hechos en el medio, como tristes campanadas anunciando un acontecimiento que, más que dramático, era trágico, y que al final sería llevado y esparcido por el viento.



Puerto de San Cibrao



Es por todo ese sufrimiento que la gente solía intentar impedirlo de cualquier modo, aferrándose de cuanto recurso tuviese a su alcance y haciendo toda clase de conjuros que les fuesen conocidos, pero sin resultado positivo alguno.

Sin embargo, en una ocasión, después de innumerables acontecimientos penosos, se buscó reparar definitivamente las desgracias sucedidas.  Las manifestaciones de aquellos que pudieron decir algo, convencieron aún a los más escépticos, de la necesidad  de buscar una solución al problema, para que nadie más sufriera en el mar la fatal atracción de la tan malvada como bella criatura.



Maruxaina



Para no caer en los ardides engañosos de la sirena o sentir la atracción de su dulce voz o la música de la mortal encantadora, decidieron opacar sus melódicos acordes haciendo todos juntos un gran ruido, soplando cada uno un cuerno, el mismo que antes era utilizado por los marineros, cuando salían a navegar en medio de la oscuridad de la noche o en caso de niebla (tan común en esas costas) cuando no se disponía de los instrumentos de navegación que hoy la tecnología provee.




Faro



Además, para asegurar el éxito de la empresa, tampoco se aceptaría salir en una noche oscura sin luna, para no sucumbir a su atrayente e irresistible llamado. Por lo demás, incluso para no sufrir el engaño, debería evitarse navegar en las noches de luna astrales que, según dicen, refuerza los poderes de los seres extraños.

Con el estruendo fue capturada. Cuando eso sucedió las luces encendidas lo manifestaron, expresando la emoción por  la gran satisfacción de haber terminado con el imperio de la fatal depredadora. El pueblo tomó la plaza principal y la condujo hasta allí, donde fue juzgada por su comportamiento, incluso presuponiendo su eventual inocencia. Pero no hubo perdón. En el veredicto final fue hallada culpable de las atrocidades de que era acusada.  No hubo atenuantes para considerar sus múltiples delitos. La sentencia ordenó que pagara por sus crímenes sin miramiento alguno.







Así es que en San Cibrao (en Lugo) en el segundo sábado del mes de agosto tiene lugar una gran fiesta en que se recuerda la captura de la sirena Maruxaina. Para que la evocación sea completa el poblado apaga todas las luces, las velas y las lámparas y va en busca de la sirena malvada.



Fiesta de Maruxaina


Entonces todos los habitantes van a la mar, y  hacen atronar el aire con el sonido de las sirenas de las barcas. El gran ruido evoca a aquél que permitió apresar a quien su hermosura y su melódica voz  le permitieron consagrarse como una temible asesina serial.

Actualmente, luego de apresarla vuelven a encender las luces de las embarcaciones y las de la Plaza Mayor. Y otro juez ahora preside el juicio a la sirena Maruxaina. También se establecen dos bandos: el de los que abogan por su defensa y el de los fiscales que la acusan. Al conocerse el veredicto por el dictamen: la condena o la absolución, continúan las celebraciones que ese singular relato originó.

Esa leyenda construida por las experiencias de pescadores marineros fue elaborada y reproducida por las mujeres, del mismo modo en que tejían y reparaban sus redes: liando, tendiendo y  anudando. El imaginario colectivo logró que sobreviviera en la mente de los pobladores de la costa a lo largo de generaciones y que pudiésemos hoy disfrutar de ella.



Niños de la calle

Texto: Graciela Sovrán Haro
Imagen: Elsa Sposaro


   Niños comiendo uvas y melón - Bartolomé Esteban Pérez Murillo




Unos niños en la calle.
Una miseria de seres.
Imágenes de entidades
Que ni viven ni se mueren.

Unos espíritus pobres
Que se embelesan y drogan.
No tienen ningún acorde
Que les envuelva sus horas.

Unos sentires caducos
Que tal vez hoy ya ni lloran.
Una partida de truco
Les compone las auroras.

Encantados con la noche,
Desencantados del cole.
No saben ni de reproches,
Pues al padre no conocen.

Sentados en las aceras,
La suciedad los corroe.
Murillo quizás los viera
Para sus cuadros de entonces.

Louis Le Nain los probaría
Para sus temas de pobres.
No hay bastante poesía
Para que Galdós los note.


                          

                                                                                                                  


                                                     


                                                    












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