El arte de la esquina
Boletín Nº 122 - Año XI
Agosto de 2017
Niños durmiendo en la calle - Héctor de los Reyes
SUMARIO
Regesto de una Estética de finales del siglo XIX
Día del niño
Mantegna
Regesto de una Estética de finales del siglo XIX
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
La Revolución
Francesa bajo la modalidad productiva consolidó (en tan solo un siglo) lo que
se considera como la Era Industrial, que trajo la sobrexplotación de los
trabajadores, el hacinamiento en las ciudades y condiciones de vida
infrahumanas. El imperio del Capital fue acompañado por una generalización de
disvalores estéticos.
Federico Engels en su
obra Situación de la clase obrera en Londres
afirma que las ciudades están mal construidas y son casi totalmente barrios
obreros llenos de humo, interrumpidos por fábricas y algunas calles
distinguidas donde están las casas de los capitalistas burgueses, mientras que
los trabajadores viven en sótanos, habitáculos subterráneos inhabitables.
Federico Engels
Por su parte, Flora
Tristán, la activista socialista y feminista, en Paseos por Londres describe la ciudad con tres zonas diferentes: la
City, el West End y los barrios periféricos. El casco antiguo conserva un gran
número de calles estrechas, mal alineadas, mal edificadas y con las orillas del
Támesis abarrotadas de casas.
Flora Tristán
Barrio obrero londinense
Como complemento de
la descripción de la ciudad industrial se suma a las anteriores, lo que Charles
Dickens anotó: sus denuncias a la
sociedad capitalista (especialmente en relación con los más vulnerados por
ella) no solo en Historia de dos ciudades,
sino también en sus Tiempos Difíciles:
“Era una ciudad de ladrillos
colorados, o más bien de ladrillos que habrían sido colorados, si el humo y las
cenizas lo hubiesen permitido; pero tal como estaba, era una ciudad de un rojo
y de un negro poco natural, como el pintado rostro de un salvaje. Era una
ciudad de máquinas y de altas chimeneas, de donde salían sin descanso interminables
serpientes de humareda, que se deslizaban por la atmósfera sin desenroscarse
nunca del todo.”
Charles Dickens
Se impuso a fines del
siglo XIX el materialismo, bajo la forma de utilitarismo. Ante la fealdad que
el sistema aportó al Viejo Mundo se generó una respuesta reactiva: el Esteticismo, que confería autonomía al
Arte. La Belleza podía fijar sus propias normas. Esta modalidad fue expresada
muy sintéticamente por Teófilo Gautier
en el lema: “el Arte por el Arte”.
Fue un artista integral que supo utilizar distintos lenguajes.
Retrato de P. J. T. Gautier - Chassériau
En su modalidad más
extrema se consideró como una Religión Estética. Según ella el artista debía
aislarse de la sociedad para hallar por sí solo la inspiración. En el recorrido
de su búsqueda tendría únicamente a la Belleza como un indicador que le sirviera
de guía y referencia en el camino, como una estrella o un faro para el viajero
en el mar.
S. Mallarmé – Gauguin
Mallarmé, considerado por algunos críticos como uno
de los poetas malditos, más por su experimentación con drogas, que por sus
escritos, fue también un sostenedor del Esteticismo. En él culminó Simbolismo,
pues lo superó. Su Preludio a la siesta
de un fauno sirvió a Debussy para la composición de su célebre poema sinfónico
y a Nijinsky para transformarlo en un poema coreográfico.
Nuréyev – El Fauno
Wilhelm Dilthey desde la multiplicidad de sus actividades
profesionales (Filosofía, Psicología, Sociología y Hermenéutica) logró integrar el Arte y la vida en una
elaboración teórica. Ahondó en las Ciencias
del Espíritu y anticipó, desde el
ocaso del siglo XIX a las Vanguardias del XX. Ya entonces el Arte se estaba
separando de lo académico y al mismo tiempo recurría a la participación del
público, que le confiere importancia a la obra de un artista.
Wilhelm Dilthey
Supuso
un cambio social en la interpretación de la realidad que era responsable en la
producción de una anarquía del gusto.
Esto sólo sería transitorio. Su carácter efímero obligaría a encontrar una sana
relación entre el pensamiento estético y el Arte. Presentó a las Ciencias del
Espíritu como las encargadas de salvar al Arte. Así, por ejemplo la Psicología
sería la encargada de interpretar la fantasía que motoriza la creación
artística. Consideró a la Poesía como la expresión de la vida, como vivencia (Erlebnis). La función de la creación artística es la de intensificar la visión del mundo exterior para mostrarlo como un todo lleno de sentido.
Aún en el Continente,
Georg Simmel formuló una teoría de
la Modernidad que sociológicamente confería un rol destacado al arte. Analizó la evolución
cultural desde una perspectiva de corte marxista aunque matizada por un vitalismo.
Creyó hallar en la evolución del espíritu humano una creación constante de
formas culturales. Éstas una vez creadas producen objetivamente otras de
naturaleza autónoma tendientes a perdurar.
El alma subjetiva y
el producto objetivo hacen que la cultura, según este autor, muestre una
estructura dual. Aquí responde a la división Kantiana entre noúmeno y fenómeno,
que considera presente en el Arte vanguardista y lo tornaba incoherente y
fragmentario. Pensó que las Metrópolis siempre se asentaban sobre una economía
monetaria.
En las Islas, los
esteticistas del Reino Unido también partieron de los preceptos que Kant estableciera en Observaciones sobre el sentimiento de lo
Bello y lo Sublime. Allí, aunque muy
amenamente trató otros temas, especialmente declaró que las normas estéticas
pueden permanecer separadas de la moralidad, la utilidad y del placer.
John Ruskin, bien conocido como crítico de Arte, artista y sociólogo. Redactó en
tres tomos Las siete lámparas de la
Arquitectura, considerando que ellas eran: el sacrificio, la verdad, el
poder, la belleza, la vida, la memoria y la humildad y la obediencia. Luego
publicó Las piedras de Venecia.
John Ruskin
En este libro hace
una severa acusación a la sociedad industrial, pues considera que ella es
responsable de haber destruido la Belleza y vulgarizado el Arte. Y más grave
aún es su reclamo por la degradación de la clase trabajadora, que une al
reclamo de la recuperación de la función social del Arte.
Esta idea está
presente en El Arte del Pueblo, donde
además exige que el Arte sea hecho por el
pueblo y para el pueblo. Para ello se requiere un cambio en la Economía y la
Sociedad. Este criterio ya lo había
puesto de manifiesto en trabajos anteriores, como Unto this last y fue
reiterado en Sésamo y lirios.
Bellinzona – Ruskin
En todos ellos, según
insiste Ruskin: todo lo bello se origina en lo bueno. El Arte es para él un
lenguaje expresivo cuya función es la de edificar al observador. Por su cuantía
se valorará al artista y al Arte. La Belleza se apreciará como un producto de
lo puro y bueno. De esta condición dependerá que un artista llegue finalmente a
ser importante.
Walter Horacio Pater, también historiador de Arte e inglés, arrancó del supuesto de que la idea de Belleza
es relativa. Consideró los efectos que la obra de arte producía sobre el
público. Para ello analizó como crítico
de Arte distintas impresiones. Su conclusión fue que la sensibilidad es
progresivamente afinada. Las Artes aportan a la existencia una cualidad
sublime. Y todas ellas aspiran a la condición de la Música, que no es material
sino totalmente formal y apela sólo al sonido en la memoria.
Walter Horacio Pater
Uno de los esteticistas más conocidos es el escritor
irlandés Oscar Wilde. Pará él sus referentes ideológicos fueron Ruskin y Pater. Sobre esos
principios fundó no sólo sus obras, sino su vida toda. Para él las Artes son a
la vez lo que muestran en lo superficial
y también lo que se oculta en lo simbólico. Así es que llegó a afirmar que aquellos
que van por debajo de la superficie lo hacen bajo su propio riesgo. Consideró
que el Arte es más bien inútil. Políticamente era un sostenedor del anarquismo
filosófico, que expuso en su ensayo El
alma del hombre bajo el socialismo.
Oscar Wilde
William
Morris fue como un hombre del
Renacimiento: un pensador político y un artista múltiple. Se desempeñó en
muchas de las actividades productivas (poéticas) atendiendo a un criterio
funcional. Con esta premisa fundó el
movimiento con el cual se consagró mundialmente: Arts & Crafts,
que integró las Bellas Artes y las Artes Decorativas.
William Morris
Si bien Morris
sostuvo en sus obras, tanto en Escritos
estéticos como en Los fines del Arte,
que el Arte debía ser utilitario, nunca lo vinculó a las formas de producción
capitalistas, ni a su modalidad técnica
industrial. Su idea estaba más cercana a
la forma medieval de producción
precapitalista, pues rescataba de ella sus notas más características: la corporación y la
cooperación. Esta preferencia se
patentiza en sus creaciones plásticas, como en su óleo: La bella Isolda (Jane Burden, su esposa, le sirvió como modelo para
la reina Ginebra) y en El
Manifiesto.
La bella Isolda - W. Morris
Día del niño
Niño silvestre
Letra: Joan Manuel Serrat
Imagen: Elsa Sposaro
Hijo
del cerro
presagio de mala muerte,
niño silvestre
que acechando la acera viene y va.
Niño de nadie
que buscándose la vida
desluce la avenida
y le da mala fama a la ciudad.
Recién nacido
con la inocencia amputada
que en la manada
redime su pecado de existir.
Niño sin niño
indefenso y asustado
que aprende a fuerza de palos
como las bestias a sobrevivir.
Niño silvestre
lustrabotas y ratero
se vende a piezas o entero,
como onza de chocolate.
Ronda la calle
mientras el día la ronde
que por la noche se esconde
para que no le maten.
Y si la suerte
por llamarlo de algún modo,
ahuyenta al lobo,
y le alarga la vida un poco más.
Si el pegamento
no le pudre los pulmones,
si escapa de los matones,
si sobrevive al látigo, quizás
llegue hasta viejo
entre cárceles y 'fierros'
sembrando el cerro
de más niños silvestres, al azar.
y cualquier noche
en un trabajo de limpieza
le vuele la cabeza
a alguno de ellos, sin pestañear.
Niño silvestre
lustrabotas y ratero
se vende a piezas o entero,
como onza de chocolate.
Ronda la calle
mientras el día la ronde
que por la noche se esconde
para que no le maten.
Joan Manuel Serrat
Joan Manuel Serrat
Mantegna Cuartetos
Texto:
Graciela Sovrán Haro
Imagen: Elsa Sposaro
Techo
de la cámara de los esposos – Mantegna
Capacidad elogiable del artista
Que sabe retratar a los esposos
De modo magistral en su
prestancia.
Sabemos que los dos eran fibrosos.
En el grupo familiar sosiego
alcanzan.
Con los niños comparten la
velada.
Parientes, cortesanos, los
rodean.
Vibra el impacto de la vida
retratada.
Andrea Mantegna es un virtuoso.
En sus cuerpos el color siempre
palpita.
Gestos pausados, rostros
impávidos,
A la familia Gonzaga resucita.
Familia
Gonzaga - Mantegna
Mantegna Cuartetos
Texto:
Graciela Sovrán Haro
Imagen: Elsa Sposaro
Techo
de la cámara de los esposos – Mantegna
Capacidad elogiable del artista
Que sabe retratar a los esposos
De modo magistral en su
prestancia.
Sabemos que los dos eran fibrosos.
En el grupo familiar sosiego
alcanzan.
Con los niños comparten la
velada.
Parientes, cortesanos, los
rodean.
Vibra el impacto de la vida
retratada.
Andrea Mantegna es un virtuoso.
En sus cuerpos el color siempre
palpita.
Gestos pausados, rostros
impávidos,
A la familia Gonzaga resucita.
Familia
Gonzaga - Mantegna
No hay comentarios:
Publicar un comentario