El arte de la esquina
Boletín Mensual Nº 101- Año 9
Diciembre 2015
La Navidad de Juanito Laguna - Antonio Berni
SUMARIO
Apuntes para una Estética del Neoimpresionismo (Parte VI)
Cuestión de medida
Cuatro siglos igual
Recreando el Quijote
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
La Física y la Química, pese a ser Ciencias fácticas, tardaron en advertir que los colores se comportan de un modo distinto al combinarse en la luz y en los pigmentos.
Las evidencias empíricas aparecieron tras el experimento de descomposición de la luz hecho por Newton. Hasta entonces ingenuamente se creía que el prisma y los colores materiales producían el mismo efecto.
Fue Lambert quien, al estudiar las sustancias de color y las luces, advirtió la diferencia en los resultados.
Johann Heinrich Lambert
La Historia del Arte mostró a algunos artistas que fueron considerados luministas por enfatizar en sus pinturas el efecto luminoso. Y otros maestros, como los miniaturistas usaron de ese modo el punteado.
Paseo a orillas del mar - Sorolla (luminista español)
Miniatura Medieval
Por otra parte, el mismo Mile creó un método que se considera como un ordenamiento científico de un proceso técnico, que se desarrolló a lo largo del tiempo. Este recorrido fue incrementado por el uso que de él hicieron los Pointillistes.
El enriquecimiento en el empleo de sustancias colorantes se debió a Mile que usó pequeñas cantidades de tintas complementarias. Esto, en el ámbito artístico se conoció como Divisionismo. Un ejemplo paradigmático es el Tríptico Alpino de Segantini: Vida, Naturaleza y Muerte.
Vida - Segantini
Naturaleza - Segantini
Muerte - Segantini
El poeta Alexander Pope contemporáneo del científico, con mucho humor expresó:
"La Naturaleza y sus leyes permanecieron en la noche. Dios dijo:
´hagase Newton´, y todo fue luz."
Alexander Pope - Michael Dahl
Por su parte, Thomas Young y Agustín Fresnel separadamente mostraron por medio de experimentos la difracción y la interferencia de la luz, que afecta a nuestra percepción de imágenes y colores.
Thomas Young
Según el máximo representante del Idealismo Absoluto, G. F. Hegel, artista es quien transforma inmediatamente sus ideas en actos. Así, el pintor habrá buscado en su paleta el color que creyó se acercaba más al complementario requerido y se preparará para probarlo en menos tiempo del que se necesita para enunciarlo.
Hegel - Schlesinger
Para la comprensión del contenido artístico, el trazado no puede ser un impedimento. Tampoco lo es la superposición de complementarios contrastantes, atenuando la diferencia entre una serie de puntos y trazos.
El consagrado físico Heisenberg al elaborar el principio de incertidumbre afirmó que ante la nueva información científica, también se debería cambiar nuestro modo de pensar e interpretar.
Werner Karl Heisenberg
Todo eso que ahora se sabe se agrega a lo ya conocido por la técnica del divisionismo y otras anteriores. Por ejemplo: se exige tener en cuenta que, con el paso del tiempo, los colores se oscurecen, como así también reconocer que la posibilidad de emplear barnices altera el resultado final.
El Circo - Seurat
Las Ciencias ácticas han progresado en el estudio de los fenómenos lumínicos. Y el Arte lo ha incorporado, aprovechado y transformado. Los artistas pueden reunir datos, pero sólo para enfatizar el misterio de la creación, que el público intentará desvelar.
El canal de Gravelines - Seurat
Cuestión de medida
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
Soy el asno
Sileno, el hipotante, híbrido (de caballo y humano) maestro, tutor, protector y
padre adoptivo de Baco. Mis enseñanzas hicieron de mí su burro favorito.
En reconocimiento, esta generosa deidad de los excesos y del vino me concedió
el habla. Es por eso que podré contar los sucesos que, según recuerdo, me
condujeron hasta este encumbrado lugar en que me hallo. Algunos de ellos son
por todos conocidos y otros, solo por unos pocos. Pero yo he de narrarlos
brevemente por igual.
Originalmente éramos muchos y constituíamos un grupo numeroso, conocido
por mi nombre entre los griegos. Fuimos Silvanos, para los romanos y Selvans,
para los etruscos. Tuvimos muchas mutaciones y conservamos después de todas
ellas, las orejas de burro y la cola de caballo (aunque algunos de nosotros
fuimos vistos con cuernos de buey).
Sileno
ebrio - Diego de Ribera
Posteriormente, sólo
se habló de mí. Y mi gente fue confundida con los sátiros, que
combinaban características de las cabras con las antrópicas. Ser los
acompañantes de Dionisos, es lo que tenemos en común.
La Reina Divina (Dione) en unión con el poderoso Zeus,
padre de dioses y hombres, engendró a Venus,
la más bella. Hera, como
la principal esposa del Supremo, se sintió agraviada. Esto le bastó para
planear desde entonces su venganza. Para llevarla a cabo no tenía apuro. El
tiempo le sobraba, pues contaba con una eternidad.
La oportunidad le
llegó cuando Afrodita y Dionisos tuvieron como descendiente a Príapo. Sobre él la Primera Dama del
Olimpo tomó revancha y, como castigo a la falta de sus antepasados, le hizo feo
y monstruoso, y lo privó de la razón.
Precisamente, lo que
yo tengo en demasía, a él le faltó.
Príapo
Aclaro para los
bárbaros (que balbucean y no hablan griego) que entre nosotros “logos” es
también proporción y palabra, entre otras muchas cosas. Y que nuestro idioma no
es “una lengua muerta”, como el desconocimiento de ella ha llevado a muchos a
creer.
Pero, volviendo al
asunto, el espíritu competitivo presente en ambos, sólo ahondó nuestro
enfrentamiento en las diferencias e incluso en las semejanzas, hasta oponernos
irremediablemente como enemigos irreconciliables.
Este engendro,
constituido, según el panteón heleno, en protector de los rebaños, tenía una
característica obscena, chocante e innegable por lo manifiesto por evidente: el
tamaño de su pene. A ella debía su escandaloso nombre. No necesito explicar que
aún en esto, un jumento como soy
yo, le lleva una sana y natural ventaja, que él no logró opacar o ensombrecer,
ni en el estado más extremo de su patología, pero que sin dudas, incrementó su
hostilidad.
Su padre (y amo mío) quiso enviarle para su curación a Dodona. Es por eso que me cedió en préstamo, para que le condujera al célebre oráculo, que científicos de otras eras posteriores (designados como Arqueólogos, como si lo nuestro pudiera ser considerado viejo) identificarían con un teatro, aunque no con el templo.
Oráculo de Dodona
En el camino nos
encontramos con gentes que venían de la consulta. Los peregrinos nos refirieron
distintas cosas, para que pudiésemos entender mejor aquello con lo que nos
encontraríamos al llegar. Por ejemplo, los sacerdotes dormían en el suelo y
observaban, para sus augurios, la caída de las hojas del roble sagrado que estaba
en el santuario.
Roble encina sagrado de Dodona
El árbol fungía como
palomar. Las señales a decodificar era variadas: el zureo de las palomas, el
rumor de las verdes hojas y el eco de los sonidos que el viento al golpear los
calderos, producía. Las sacerdotisas, pitias o pitonisas, conocidas como
“las palomas” eran mediadoras e intérpretes de los signos que Apolo
en el oráculo daba como respuesta a las preguntas de sus fieles.
Dialogando con ellos
se acortó el camino. Pero, antes de arribar a la meta propuesta, vimos a Hestia,
protectora del fuego y la cocina, dormida en su jardín. No entraré en la
vergonzosa comunicación de detalles escabrosos. Sin embargo, corresponde
advertir que el cuitado quiso abusar de ella. Así, esa mala bestia mostró ser
más irracional que un pollino. Para impedir que se perpetrase ese atropello, no
estoy muy seguro de qué fue lo que efectivamente hice. Pero sí sé que rebuzné,
estornudé, tosí y hablé. El caso es que con esos fuertes ruidos ella despertó y
evité que fuese violada.
Hestia
La virgen diosa del
hogar como agradecimiento a mi intervención, me convirtió en su animal
predilecto. Su preferencia me colmó de satisfacción. No obstante, esa dicha
duró poco. Pues, el infame con sus malas intenciones frustradas, comenzó
conmigo una discusión que me pareció interminable y que finalmente acabó,
cuando tras insultos y reproches, mi jinete me dio muerte.
En compensación, el
padre de mi asesino me confirió una especie de nueva vida perenne, incluyéndome
en la constelación de Cáncer, transformándome en las estrellas conocidas
como “Los Asnos”. Pese a lo excepcional del premio, este procedimiento
(designado como “catasterismo”) ya había sido empleado por los dioses, como
retribución a la ayuda que los jumentos les dieron en la guerra contra los
gigantes y que permitió a los inmortales triunfar sobre los titanes. Y desde
aquí, en los cielos, evoco todo aquello, mientras estoy con los míos, unido en
un perpetuo brillo estelar, para goce y disfrute de los observadores nocturnos.
Constelación de Cáncer
Los Asnos
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
Como anticipo de los homenajes que el año próximo se brindarán, especialmente en los países de habla hispana, a Don Miguel de Cervantes Saavedra, al cumplirse 400 años de su fallecimiento, ofrecemos en El arte de la esquina algunas de las obras que la poetisa Graciela B.Sovrán Haro compusiera en honor de quien sigue siendo luego de cuatro siglos igual nuestro ejemplo de lo clásico.
Recreando el Quijote
Graciela B.Sovrán Haro
Poema XXXVI: La palabra más pura
La más pura palabra y más sana,
el razonamiento de mayor equilibrio,
la novela nueva y refinada,
el ideal y el requerido costumbrismo.
El estilo de Cervantes noble fuera,
su ficción, amena y novedosa.
Crea Cervantes la Novela Moderna
en carrera audaz, vertiginosa.
Poema XXXVII: Quiñones y El Quijote
Mira suero de Quiñones
en Órbigo y en su puente
a la gente que se atreve
a no escuchar sus razones.
En actitud quijotesca
han de adorar a su dama,
y por el puente no pasan
los que a ella no respetan.
Quijotesco fue Quiñones,
Don Quijote, quiñonesco;
ambos reflejan un tiempo
en que simbiosis asombre.
Don Quijote - Honoré Daumier
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