El arte de la esquina
Boletín Mensual N° 91-Año
VIII
Febrero de 2015
Febrero de 2015
Naturaleza muerta - Cezanne
SUMARIO
Apuntes para una
Estética del Impresionismo (parte XVI)
El Carnaval y los panqueques
Había una vez una República
Había una vez una República
Apuntes para una Estética del Impresionismo (parte XVI)
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
Los hallazgos del
Impresionismo tienen una resonancia enorme en la pintura ulterior. Sus
consecuencias son decisivas para el surgimiento de las vanguardias del siglo
XX.
En el Impresionismo
hay tenencias individuales muy diferentes. El nexo de unión entre ellas es la
actitud crítica que los aglutina y opone a la pintura académica tradicional.
Partiendo de sus
propias carencias, el Impresionismo genera las tendencias que, por lo
significativo de las mismas, son más importantes en el desarrollo de las Artes
Plásticas posteriores.
Su accionar instaura
al Impresionismo como el verdadero punto de partida de la pintura moderna,
aunque su influencia pueda señalarse aún mucho tiempo después de pasada una
centuria.
Sus integrantes, al
idear nuevas técnicas, dan comienzo a otros movimientos artísticos, como el Postimpresionismo,
en el que se inscriben artistas descollantes, entre los cuales se cuentan:
Cezanne, Toulouse-Lautrec, Gauguin y van Gogh.
Autorretrato con paleta - Cezanne
Autorretrato - Toulouse Lautrec
Autorretrato con sombrero - Gauguin
Autorretrato - van Gogh
Derivado también de
los “mamarrachistas”, el Puntillismo (o
divisionismo), trae como máximos exponentes a Seurat y Signac. Pero
todos ellos exceden el marco de referencia de cualquier escuela. Y así impiden
su etiquetamiento.
Retrato de Seurat - M. Luce
Retrato de Signac
Tanto es así que para
algunos estudiosos y críticos de arte, la pareja de amigos formada por el
holandés Vincent van Gogh y el francés
Paul Gauguin, dan comienzo al Expresionismo.
Cezanne es el creador
que funge a la vez como punto de partida e inflexión, siendo el puente entre el
Impresionismo y el Postimpresionismo. Es amigo de Zola, el escritor, y los
artistas plásticos Degas y Pissarro.
Cezanne adscribe
primeramente al Impresionismo y luego se desvincula, desligándose de él y sus
principios estéticos. Resulta ser un habitante de ambos mundos y se destaca
igualmente en uno y otro.
Naturaleza muerta - Paul Cezanne
A él se le considera
precursor del Cubismo, pues compone masas cúbicas, manchas y líneas
arquitectónicas. A partir de l870 Cezanne se centra en el estudio de los
objetos, más que en la luz, y desde allí aporta enormes innovaciones. Trae
cambios en la composición, la forma y el color.
Así produce obras
memorables como: “Niño con chaleco rojo”, “Bañistas” y “Paisajes del Monte
Santa Victoria”.
Niño con chaleco rojo - Cezanne
Bañistas delante de la tienda - Cezanne
Montaña Santa Victoria - Cezanne
En el siglo XIX, el
período que va de 1880 a 1889 es conocido como “la década heroica”. Entonces
Cezanne acaba de definirse como Postimpresionista.
El Carnaval y los panqueques
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
Por continuar con la
tradición de mi pueblo de origen, pese a residir en Mar del Plata, te prepararé
filloas (panqueques). Hay quien cree que este término es catalán. Yo no lo sé.
Pero está consagrado entre nosotros, en Argentina, como un equivalente de
“crepes”. Se los come dulces para los Carnavales, aunque se los puede rellenar
con toda clase de alimentos (aún los salados).
Buscaré los
ingredientes (azúcar, harina, huevos, leche, manteca y sal). Y también un
pedacito de tocino (panceta) para untar sobre la sartén, una vez que ella esté
bien caliente, para que la masa no se pegue ni se queme. En cuanto los traiga,
comenzaré a
mezclarlos, batiendo para lograr mayor homogeneidad. Ya vuelvo.
Algo sucedió que no
puedo explicar, pues ahora estoy en medio de la cocina de una casa rural
gallega. Veo en ella la destacada figura de la chimenea, con su campana y el
horno, la leña y la artesa, el dispositivo para colgar el pote sobre el fuego
(la gamalleira)...
Observo detenidamente
todo esto, una y otra vez, y entiendo que fui trasladada a mi aldea natal, de
algún mágico modo... Los golpes que da un vecino en la puerta cancel y sus
voces, me obligan a salir.
-
Soy Juan
de María. Vamos, que se nos hace tarde para la Fiesta de la Sardina. Si te das
prisa, todavía podemos llegar para oír la banda de gaitas y luego reírnos un
poco con algún entremés que burle a los que mandan sobre nosotros. Hay que
apurarse, que no habrá otro Miércoles de Ceniza, sino hasta el próximo Antroido
*.
-
Ve, que yo
te sigo, respondí para poder tomarme un tiempo y así intentar recomponerme y
ordenar mi pensamiento...
Es inútil. Hoy es 18 de febrero y hay luna llena. Pueden suceder toda
clase de cosas. No resistiré su fuerte influjo, su atracción incomprensible, ni
sus mágicos hechizos.
-
Ya voy.
* Antroido, Antruejo, Entroido, Entroito designa, según las localidades
de Galicia a los tres días de Carnaval (las Carnestolendas).
Había una vez una República
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
Fragmento del Infierno del Dante - Sandro Botticelli
Las alegorías
permiten explicar mucho mejor aún que los discursos más elocuentes
cuestiones
complejas, por contar con las imágenes a las que apelan. Sirven como ejemplos
paradigmáticos las parábolas de Jesús y Buda y el texto de Platón, descriptivo
de la caverna. Allí, en esta obra
exotérica (para el público no especializado) su autor ilustra sobre problemas
metafísicos, ontológicos, gnoseológicos, estéticas, éticas, educativas y políticas.
En este último ámbito
Dante construyó una óptima en la “Divina Comedia”. Ella es tan rica y fecunda
que, partiendo de la Edad Media, se consagra en el Renacimiento, se consolida
en la Modernidad y llega, remozada a nuestros días.
El más grande poeta de
Italia la elabora en el dialecto toscano de su época y así se hace responsable
de la transformación y jerarquización de esa lengua, en idioma neolatino.
Su autor conoció el
destierro de su patria como consecuencia de las luchas partidarias, su
participación en ellas y su fracaso. Sin embargo, su pensamiento fue precursor
de la unidad peninsular (que esperaría a Garibaldi aproximadamente cinco siglos
para su realización). Esta idea iba asociada a un concepto de avanzada: la
separación de la Iglesia y el Estado.
En la Edad Media,
caracterizada por la religiosidad, el genial florentino presenta una visión del
mundo de ultratumba, para mostrar la vida humana incluso después de la muerte.
Con el horizonte propio de su sociedad, se reconoce perdido en medio de una
selva oscura, por haber extraviado el camino recto.
La similitud con
nuestro tiempo y lugar no nos permite recorrer el Paraíso, sino solo mencionar
el Purgatorio. A él accederían quienes hubieran cometido alguno de los Pecados
Capitales. Éstos lo son, según Santo Tomás definió oportunamente, porque de
ellos derivan otros.
Todos han sido
ubérrimos y continúan ofreciendo frutos que las distintas actividades
reelaboran, desde el Arte a la Moral. Nosotros reflexionamos fuera del dogma
cristiano y consideramos que de los Siete (lujuria, gula, avaricia, pereza,
ira, envidia y soberbia) es este último el que se vincula más
estrechamente con nuestra situación actual.
Es efectivamente el
vicio más original y serio. Su sinónimo es el orgullo. Básicamente
consiste en la valoración de uno mismo por encima de los demás. Se desarrolla
con variantes: la altivez, la arrogancia, el engreimiento, la vanidad
(cenodoxia o vanagloria) y da existencia a la filargiria (codicia o amor por el
dinero) y la filargia (atracción por el poder).
Valga para comprender
las profundas raíces de este comportamiento en la argentinidad un párrafo que
redactó “el padre de la Patria”:
“La soberbia es una discapacidad que suele afectar a
pobres infelices morales, que se encuentran de golpe con una miserable cuota de
poder.”
José
de San Martín
Este mal hábito que el
héroe máximo nacional califica y juzga tan duramente es el que facilita la
caída en el Infierno. De los nueve círculos que lo integran, creo oportuno
mencionar, dada la actual situación de la República Argentina:
- El quinto, por estar dedicado a la ira;
- El séptimo, a los violentos, especialmente
en dos de sus tres giros:
contra un semejante: el
de los asesinos
contra sí mismos: el de
los suicidas
contra Dios.
Claro que,
prescindiendo de la toma de posición en cuestiones de creencia y de fe, es
posible omitir la consideración del tercero.
También el octavo
merece ser rescatado, pues de sus diez fosas, el país de los argentinos ha
caído en:
- La primera: de los embaucadores
- La segunda: de los aduladores
- La quinta: de los malversadores de fondos
públicos
- La sexta: de los hipócritas
- La séptima: de los ladrones
- La octava: de los consejeros fraudulentos
- La novena: de los sembradores de discordia
- La décima: de los falsificadores: de
cosas, personas y palabras.
El noveno círculo es
para los traidores, distribuidos en cuatro zonas:
- Traidores a los allegados
- Traidores a la Nación y al pasado
- Traidores a los huéspedes
- Traidores a los benefactores.
Nada diré de las
terribles, cruentas, dolorosas y aterradoras medidas punitivas que el sublime
bardo reservó como merecida retribución para sus detestables actos y obras,
pues supongo que “en el crimen está el castigo”.
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