miércoles, 18 de febrero de 2015

 El arte de la esquina



Boletín Mensual N° 91-Año VIII

Febrero de 2015




Naturaleza muerta - Cezanne







SUMARIO

Apuntes para una Estética del Impresionismo (parte XVI)
El Carnaval y los panqueques
Había una vez una República



Apuntes para una Estética del Impresionismo (parte XVI)

Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro

Los hallazgos del Impresionismo tienen una resonancia enorme en la pintura ulterior. Sus consecuencias son decisivas para el surgimiento de las vanguardias del siglo XX.

En el Impresionismo hay tenencias individuales muy diferentes. El nexo de unión entre ellas es la actitud crítica que los aglutina y opone a la pintura académica tradicional.

Partiendo de sus propias carencias, el Impresionismo genera las tendencias que, por lo significativo de las mismas, son más importantes en el desarrollo de las Artes Plásticas posteriores.

Su accionar instaura al Impresionismo como el verdadero punto de partida de la pintura moderna, aunque su influencia pueda señalarse aún mucho tiempo después de pasada una centuria.

Sus integrantes, al idear nuevas técnicas, dan comienzo a otros movimientos artísticos, como el Postimpresionismo, en el que se inscriben artistas descollantes, entre los cuales se cuentan: Cezanne, Toulouse-Lautrec, Gauguin y van Gogh.



Autorretrato con paleta - Cezanne




Autorretrato - Toulouse Lautrec




Autorretrato con sombrero - Gauguin




Autorretrato - van Gogh



Derivado también de los “mamarrachistas”, el Puntillismo (o  divisionismo), trae como máximos exponentes a Seurat y Signac. Pero todos ellos exceden el marco de referencia de cualquier escuela. Y así impiden su etiquetamiento.



Retrato de Seurat - M. Luce





Retrato de Signac



Tanto es así que para algunos estudiosos y críticos de arte, la pareja de amigos formada por el holandés Vincent van Gogh y  el francés Paul Gauguin, dan comienzo al Expresionismo.

Cezanne es el creador que funge a la vez como punto de partida e inflexión, siendo el puente entre el Impresionismo y el Postimpresionismo. Es amigo de Zola, el escritor, y los artistas plásticos Degas y Pissarro.

Cezanne adscribe primeramente al Impresionismo y luego se desvincula, desligándose de él y sus principios estéticos. Resulta ser un habitante de ambos mundos y se destaca igualmente en uno y otro.




Naturaleza muerta - Paul Cezanne



A él se le considera precursor del Cubismo, pues compone masas cúbicas, manchas y líneas arquitectónicas. A partir de l870 Cezanne se centra en el estudio de los objetos, más que en la luz, y desde allí aporta enormes innovaciones. Trae cambios en la composición, la forma y el color.

Así produce obras memorables como: “Niño con chaleco rojo”, “Bañistas” y “Paisajes del Monte Santa Victoria”.



Niño con chaleco rojo - Cezanne




Bañistas delante de la tienda - Cezanne





Montaña Santa Victoria - Cezanne



En el siglo XIX, el período que va de 1880 a 1889 es conocido como “la década heroica”. Entonces Cezanne acaba de definirse como Postimpresionista.




El Carnaval y los panqueques
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro



Por continuar con la tradición de mi pueblo de origen, pese a residir en Mar del Plata, te prepararé filloas (panqueques). Hay quien cree que este término es catalán. Yo no lo sé. Pero está consagrado entre nosotros, en Argentina, como un equivalente de “crepes”. Se los come dulces para los Carnavales, aunque se los puede rellenar con toda clase de alimentos (aún los salados).





Buscaré los ingredientes (azúcar, harina, huevos, leche, manteca y sal). Y también un pedacito de tocino (panceta) para untar sobre la sartén, una vez que ella esté bien caliente, para que la masa no se pegue ni se queme. En cuanto los traiga,
comenzaré a mezclarlos, batiendo para lograr mayor homogeneidad. Ya vuelvo.

Algo sucedió que no puedo explicar, pues ahora estoy en medio de la cocina de una casa rural gallega. Veo en ella la destacada figura de la chimenea, con su campana y el horno, la leña y la artesa, el dispositivo para colgar el pote sobre el fuego (la gamalleira)...






Observo detenidamente todo esto, una y otra vez, y entiendo que fui trasladada a mi aldea natal, de algún mágico modo... Los golpes que da un vecino en la puerta cancel y sus voces, me obligan a salir.

-          Soy Juan de María. Vamos, que se nos hace tarde para la Fiesta de la Sardina. Si te das prisa, todavía podemos llegar para oír la banda de gaitas y luego reírnos un poco con algún entremés que burle a los que mandan sobre nosotros. Hay que apurarse, que no habrá otro Miércoles de Ceniza, sino hasta el próximo Antroido *.

-          Ve, que yo te sigo, respondí para poder tomarme un tiempo y así intentar recomponerme y ordenar mi pensamiento...


Es inútil. Hoy es 18 de febrero y hay luna llena. Pueden suceder toda clase de cosas. No resistiré su fuerte influjo, su atracción incomprensible, ni sus mágicos hechizos.

-          Ya voy.






* Antroido, Antruejo, Entroido, Entroito designa, según las localidades de Galicia a los tres días de  Carnaval (las Carnestolendas).






Había una vez una República
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro


Fragmento del Infierno del Dante - Sandro Botticelli



Las alegorías permiten explicar mucho mejor aún que los discursos más elocuentes 
cuestiones complejas, por contar con las imágenes a las que apelan. Sirven como ejemplos paradigmáticos las parábolas de Jesús y Buda y el texto de Platón, descriptivo de la caverna.  Allí, en esta obra exotérica (para el público no especializado) su autor ilustra sobre problemas metafísicos, ontológicos, gnoseológicos, estéticas, éticas, educativas y políticas.

En este último ámbito Dante construyó una óptima en la “Divina Comedia”. Ella es tan rica y fecunda que, partiendo de la Edad Media, se consagra en el Renacimiento, se consolida en la Modernidad y llega, remozada a nuestros días.

El más grande poeta de Italia la elabora en el dialecto toscano de su época y así se hace responsable de la transformación y jerarquización de esa lengua, en idioma neolatino.

Su autor conoció el destierro de su patria como consecuencia de las luchas partidarias, su participación en ellas y su fracaso. Sin embargo, su pensamiento fue precursor de la unidad peninsular (que esperaría a Garibaldi aproximadamente cinco siglos para su realización). Esta idea iba asociada a un concepto de avanzada: la separación de la Iglesia y el Estado.

En la Edad Media, caracterizada por la religiosidad, el genial florentino presenta una visión del mundo de ultratumba, para mostrar la vida humana incluso después de la muerte. Con el horizonte propio de su sociedad, se reconoce perdido en medio de una selva oscura, por haber extraviado el camino recto.

La similitud con nuestro tiempo y lugar no nos permite recorrer el Paraíso, sino solo mencionar el Purgatorio. A él accederían quienes hubieran cometido alguno de los Pecados Capitales. Éstos lo son, según Santo Tomás definió oportunamente, porque de ellos derivan otros.

Todos han sido ubérrimos y continúan ofreciendo frutos que las distintas actividades reelaboran, desde el Arte a la Moral. Nosotros reflexionamos fuera del dogma cristiano y consideramos que de los Siete (lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia) es este último el que se vincula más estrechamente con nuestra situación actual.

Es efectivamente el vicio más original y serio. Su sinónimo es el orgullo. Básicamente consiste en la valoración de uno mismo por encima de los demás. Se desarrolla con variantes: la altivez, la arrogancia, el engreimiento, la vanidad (cenodoxia o vanagloria) y da existencia a la filargiria (codicia o amor por el dinero) y la filargia (atracción por el poder).

Valga para comprender las profundas raíces de este comportamiento en la argentinidad un párrafo que redactó “el padre de la Patria”:

“La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices morales, que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder.”

                                                                     José de San Martín


Este mal hábito que el héroe máximo nacional califica y juzga tan duramente es el que facilita la caída en el Infierno. De los nueve círculos que lo integran, creo oportuno mencionar, dada la actual situación de la República Argentina:

  • El quinto, por estar dedicado a la ira;
  • El séptimo, a los violentos, especialmente en dos de sus tres giros:
          contra un semejante: el de los asesinos
          contra sí mismos: el de los suicidas
          contra Dios.

Claro que, prescindiendo de la toma de posición en cuestiones de creencia y de fe, es posible omitir la consideración del tercero.

También el octavo merece ser rescatado, pues de sus diez fosas, el país de los argentinos ha caído en:

  • La primera: de los embaucadores
  • La segunda: de los aduladores
  • La quinta: de los malversadores de fondos públicos
  • La sexta: de los hipócritas
  • La séptima: de los ladrones
  • La octava: de los consejeros fraudulentos
  • La novena: de los sembradores de discordia
  • La décima: de los falsificadores: de cosas, personas y palabras.

El noveno círculo es para los traidores, distribuidos en cuatro zonas:

  • Traidores a los allegados
  • Traidores a la Nación y al pasado
  • Traidores a los huéspedes
  • Traidores a los benefactores.

Nada diré de las terribles, cruentas, dolorosas y aterradoras medidas punitivas que el sublime bardo reservó como merecida retribución para sus detestables actos y obras, pues supongo que “en el crimen está el castigo”.





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