El arte de la esquina
Boletín mensual Nº 79-Año VII
Febrero de 2014
Boletín mensual Nº 79-Año VII
Febrero de 2014
SUMARIO
Apuntes para una Estética del Impresionismo (Cuarta Parte)
Pandora
La alegría de Carlos Páez Vilaró
Apuntes para una
Estética del Impresionismo (Cuarta Parte)
Lic. Alicia Grela Vázquez
Hacia 1850 el Arte se
encuentra enquistado, encapsulado en los rígidos preceptos academicistas.
Cristalizado en fórmulas anacrónicas no es congruente con su tiempo. Esto lleva
a Courbet a oponerse a las convenciones estéticas vigentes.
Mientras tanto,
grandes revoluciones enarbolan cambios sustanciales en la economía, la política
y la sociedad, con distinto grado de éxito. Francia conoce las transformaciones
del II Imperio y la III
República, sabe del traslado del poder de la aristocracia a la burguesía
y abandona la creencia en lo divino por la fe en la ciencia.
Napoleón III
Insurrección de la Comuna de París
Pero, pese a todo la
cultura hegemónica logra mantenerse y perdura sosteniendo cánones estéticos
perimidos.
Los pintores que
siguen el sendero marcado por E. Boudin y Johan Jongkind desafían la metodología consagrada del
trabajo en el taller, por sus muchos artificios.
Canal de Bruselas - Eugenio Boudin
Molinos en Holanda - Johan Jongkind
Es por eso que salen a
pintar al aire libre. La innovación en los materiales (los colores en tubos de
cinc) y en los útiles (caballetes livianos) lo posibilitan. En el ambiente
natural buscan captar las manifestaciones de los cambios atmosféricos fugaces.
Para ello muestran los efectos de la luz y toman las efímeras sensaciones
ópticas del paisaje. Para capturarlas, viajan.
La Estética
impresionista, anunciada por Constable y Turner, se explicita en las charlas
del café Guerbois donde los artistas jóvenes
intercambian ideas, libres ya de las imposiciones escolares y académicas.
Café Guerbois - Manet
Muestran su admiración
por Eugene Delacroix por ser su predecesor en
experimentar la división de los tonos, los colores complementarios y los
contrastes brillantes.
Pero también recurren
como fuentes de inspiración a las estampas japonesas
y a la fotografía (disponible desde 1839).
Estampa japonesa
Estampa japonesa
En 1863 se presenta
una muestra colectiva en el Salón de los Rechazados (por
el Salón Oficial). Entonces la figura clave,
quien desafía el gusto burgués y también los valores, tanto los tradicionales
como los artísticos y, sobre todo, los académicos es Manet.
Jurado de Pintura - Henri Gervex
Es en el
taller del fotógrafo Félix Nadar en el Boulevard des Capucines
que en 1874 tiene lugar la primera Muestra colectiva.
Autorretrato - Félix Nadar
Boulevard des Capucines - Monet
En ella Louis
Leroy (periodista del “Charivari”) los denomina “impresionistas”,
basándose en la obra de Claude Monet “Impresión del sol naciente”. Esta
ironía bautismal los etiqueta tan exitosamente que la fórmula llega como
designación unívoca a la posteridad.
Impresión del sol naciente - Monet
La
oposición al grupo también se expresa con denominaciones aún más derogatorias y
despectivas, como: “Mamarrachistas” (barbouilleurs) que el público y la crítica
confunden con: pobres, miserables y fracasados.
Pandora
Lic. Alicia Grela Vázquez
De las muchas formas
en que se explica la aparición de la
humanidad, algunas de ellas autoexcluyentes, es particularmente destacable por
su belleza y persistencia la vinculada con el mito de Pandora.
Los varones pudieron
haber pasado por varias edades, incluid la de oro, en que no había mujeres.
Pero aún considerando la versión según la cual los hombres nacieron de la
lluvia caída en las grietas de la Madre Tierra: Gea, cabe atender a otras
narraciones hechas por otros mitos, según las cuales su creación fue el
resultado de un acto de desobediencia hasta hoy muy censurado, que no pudo
quedar sin castigo.
El titán Prometeo hizo
a los varones con la materia prima que como saldo restante quedó de la
elaboración de los animales, hecha por su hermano Epimeteo, que en ellos
utilizó los mejores insumos. Así es que estos nos superan en agudeza visual,
audición, resistencia, velocidad…
Prometeo, viendo a su
creación tan desfavorecida, decidió otorgarle un don: el fuego sagrado,
guardado por Hera (la diosa del hogar). En este robo contó con la ayuda y
complicidad de Palas Atenea, que siendo la protectora de la sabiduría consideró
oportuno dotar a esta criatura de algo más para su defensa y supervivencia.
Prometeo - Heinrich Friedrich Füger
Así es que le otorgó
algo especial con múltiples aplicaciones: el logos (la palabra, la razón, la
proporción) con que suplir y compensar sus deficiencias y carencias.
Es muy conocido el
castigo a Prometeo. Zeus (Júpiter) encomendó a su hijo Vulcano (Hefaístos)
maestro en las Artes del fuego, forjar
una cadena para sujetar al transgresor en el Monte Cáucaso (límite orográfico
entre Europa y Asia).
Allí, un águila
(avatar del dios) le devoraría las entrañas, más precisamente el hígado, que
volvería a crecer regenerándose, para perpetuar la tortura eternamente (o hasta
ser liberado por Hércules).
Menos difundida es la
medida punitiva contra Epimeteo, quien por su prodigalidad con los animales
obligó a su hermano a realizar las acciones que conquistarían la enemistad, el
resentimiento divino y las ulteriores represalias.
A Epimeteo le estaba
reservado un castigo ejemplar: la unión en matrimonio con Pandora, la primera
mujer. En la especie no había ninguna representante femenina. Vulcano la crea
como una escultura de metal. Y atenea para vestir a la estatua, confecciona
tejiendo su ropa. Una vez más, como ya lo había hecho con otros seres, le da
vida.
Los dioses envían su
obsequio de bodas. Era este un auténtico presente griego (de la clase que no
conviene aceptar, como el caballo que Ulises dejó a los troyanos).
Epimeteo recibe a
Pandora cuyo nombre etimológicamente significa “la que ofrece todos los regalos”,y ella trae
consigo un ánfora, con la recomendación de no abrirla sino hasta después de las
fiestas de Himeneo.
La posteridad cambió
la crátera tradicional por una caja. No obstante aún queda intacta la
simbología fuertemente sexual.
Epimeteo se precipitó al
tomar su obsequio, pues no esperó según era menester. Claro que ese hecho le es
atribuido a ella y así se dice que la mujer destapa o abre el recipiente por
ansiedad, codicia y curiosidad, posibilitando que se esparzan por el mundo
todos los males conocidos (por ejemplo la enfermedad y la pobreza).
Al ver tremendo
desastre ella pretende repararlo y cierra la abertura queriendo impedir la
salida de mayores daños. Pero todo lo que quedó contenido en el recipiente fue
la esperanza. Es por eso que suele decirse “lo último que se pierde es la
esperanza”.
Pandora
Esta expresión es
ambigua pues puede entenderse en un sentido optimista (perseverar ante la
adversidad) o pesimista ( en el mundo están desparramados todos los males, pero
la esperanza no está diseminada en él, sino guardada, encerrada, imposibilitada
de salir).
Hay que reconocer, sin
embargo, que los griegos no decían eso de la esperanza, sino de la falsa
esperanza: aquello que se espera en vano.
Esta historia ha
perdurado con sus variantes, quizás porque la reiteración del texto pone en la
mujer la responsabilidad de las consecuencias indeseables de una acción del
varón.
En ella se carga la
culpa. Así se aproxima al mito semita de Eva y el Paraíso perdido, que se
transmite a las generaciones posteriores bajo la forma de pecado original
(desobediencia ante el mandato divino). ¿Continuará?
La alegría de Carlos Páez Vilaró
Prof. Elsa Sposaro
Todas las pérdidas de las personas son importantes.
En mi caso particular mucho más me apena cuando fallece un artista.
Esta semana, como anticipáramos en https://www.facebook.com/elartedelaesquina ha fallecido Carlos Páez Vilaró.
Las personas solemos tener un repertorio de artistas favoritos...pues uno de los míos es este. Las imágenes de un modo particular nos transmiten sensaciones. Cada obra de Páez Vilaró transmite alegría, optimismo, frescura y esperanza.
Prefiero en esta ocasión, recoger una breve biografía que figura en su página oficial y presentarles algunas obras para admirar.
Carlos Páez Vilaró nació en Montevideo,
Uruguay, el 1º de noviembre de 1923.
Marcado por una fuerte vocación artística partió en su juventud a Buenos Aires, donde se vinculó al medio de las artes gráficas, como aprendiz de cajista de imprenta en Barracas y Avellaneda. A su regreso al Uruguay, en la década del 40, motivado por el tema del candombe y la comparsa afro-oriental y vinculándose estrechamente a la vida del conventillo “Mediomundo”, entra de lleno a manifestarse en el campo del arte.
Marcado por una fuerte vocación artística partió en su juventud a Buenos Aires, donde se vinculó al medio de las artes gráficas, como aprendiz de cajista de imprenta en Barracas y Avellaneda. A su regreso al Uruguay, en la década del 40, motivado por el tema del candombe y la comparsa afro-oriental y vinculándose estrechamente a la vida del conventillo “Mediomundo”, entra de lleno a manifestarse en el campo del arte.
Con pasión desenfrenada, Páez Vilaró se
entregó totalmente al tema, pintando decenas de cartones, componiendo candombes
para las comparsas lubolas, dirigiendo sus coros, decorando sus tambores o
actuando como incentivador de un folklore que en ese momento luchaba por
imponerse contra la incomprensión.
Lavanderas, velorios, Navidades, mercados,
bailongos a la luz de la luna, poblaron los cartones y lienzos de Páez. Agotado
el tema, fue inevitable su partida hacia Brasil, donde iniciaría un largo viaje
a través de todos aquellos países donde la negritud tenía fuerte presencia:
Senegal, Liberia, Congo, República Dominicana. Haití, Camerún, Nigeria…
En ese periplo pintó centenares de obras,
realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en monumentales murales. Se ha
volcado a la pintura, escultura, cerámica, cine y literatura de tal manera y
con tanta pasión que dejó en cada arte huellas imborrables.
Conoció a Picasso, Dalí, De Chirico y
Calder en sus talleres y vivió con el Dr. Albert Schweitzer en el leprosario de
Lambaréné.
Páez Vilaró, integrando la Expedición
Francesa “Dahlia”, logró realizar en África, el film “”Batouk”, distinguido
para clausurar el Festival de Cannes. En toda su vasta trayectoria de
realizaciones y a pesar de los viajes y los cambios experimentados en su
pintura durante el medio siglo de acción, el artista mantuvo con firmeza su
lealtad al tema afro-uruguayo, al que le sigue dedicando las mejores horas o
acompañándolo a tambor batiente cuando cada año se celebra la ceremonia de “las
llamadas”.
Pinturas:
Las llamadas - Páez Vilaró- estampilla
Sol y pesca - Páez Vilaró
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