jueves, 20 de enero de 2011

El arte de la esquina

El arte de la esquina


Boletín Mensual Nº 42 – Año 4

Enero 2011


Zeus y Ganimedes - Bertel Thorvaldsen


SUMARIO
La Estética del Neoclasicismo (quinta parte)



Homenaje a María Elena Walsh





La Estética del Neoclasicismo (quinta parte)
 Lic. Alicia Grela Vázquez



En el ocaso del siglo XVIII la burguesía alcanza la más alta posición hasta entonces lograda. Desde allí pontifica sobre distintas áreas: política, económica, ética y estética.

Es así que durante el Neoclasicismo en España e Hispanoamérica el arte es controlado y gobernado por la formalidad de las academias. Es regido  por un canon que pretende recrear las normas clásicas de unidad y proporción, actualizándolas.

La moral se explicita e impone en discursos, panfletos y fábulas. La legislación se amplía y corrige con la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano.


Firma de la DDHC


Desde España la ley pone fin a la Encomienda. Esta institución, impuesta en América por la conquista,muere luego de una larga agonía, sin reflexionar sobre la condición a que se reduce a la población americana originaria (precolombina), considerada como a niños a quienes se debe instruir en lo social, político y especialmente religioso. Pero no repara en que constituye otra forma enmascarada de la explotación.
 


La encomienda



El poder real limita al de la Iglesia y la aristocracia en su base: la economía, aplicándole impuestos. Las clases sometidas continúan esperando tiempos mejores. Los marginales son severamente reprimidos por decretos que condenan la mendicidad.
El 14 de febrero de 1788 en Madrid mediante una Real Orden, se ordena que todos los forasteros que se dedicaran a implorar la caridad pública vuelvan inmediatamente a sus lugares de origen.



Mendigos en el siglo XVIII


Este es el ejemplo que aún en épocas independientes (siglo XIX) se sigue en las ex colonias americanas contra "vagos y mal entretenidos", que acaban en los fortines de la frontera luchando contra los pampas, los ranqueles...y en los siglos XX y XXI es retomado en Europa.



Fortín



En Europa y América Napoleón y las nuevas Naciones surgidas por la atomización de los viejos Imperios crean construcciones más sólidas, que esperan ver el paso del tiempo como las antiguas.

Estas pretenciosas edificaciones son complementadas con esculturas cuyas formas sobrias le son impuestas desde los patrones arquitectónicos. La función es ornamental y su temática predominante es bélica. La guerra muestra entre sus símbolos: águilas, escudos, trofeos, victorias.

Los artistas usan mármoles blancos y de colores para lograr figuras en actitudes idealizadas. Aún son dependientes del entorno de Winckelman, como Juan Tobías Sergel, Tomás Banks y José Nollekens.



Marte y Venus - Juan Tobías Sergel



Tetis y Aquiles - Banks



Minerva - José Nollekens


Sin embargo, por encima de todos ellos está Antonio Cánova, miembro del Círculo de Roma cuyas obras reflejan más que la lucha, la serenidad en el triunfo.



Eros y Psique - Cánova



Las tres gracias - Cánova


Bertel Thorvaldsen es quien recibe su legado. Su prestigio internacional hace que pueda conservar un riguroso estilo Neoclásico y mantenerlo como corriente dominante en la escultura hasta promediar el siglo XIX.



Aproximación al león - Bertel Thorvaldsen


A la América anglosajona lo traslada Horacio Greenough y lo continúa Hiram Powers.



Cástor y Pólux - Horacio Greenough



Escalava griega - Hiram Powers


En Europa la escultura sufre desde el Renacimiento la influencia de las formas clásicas. Es por eso que los principios Neoclásicos parecen tener un impacto menor que en el resto de las Artes. Aunque en verdad, son su fundamento.





Homenaje a María Elena Walsh
Prof. Elsa Sposaro

Escritora y compositora argentina. Ha escrito para público de todas las edades. Su espíritu crítico y  compromiso social se evidencian en toda su obra.




La seriedad de los niños  
María Elena Walsh

La primera y la última imagen que recuerdo de Europa es la seriedad de los niños. Una tristeza honda, acusadora, que nos golpea por las calles en largas miradas responsables de criaturas que parecen contener todo el sufrimiento.


Los niños de París despiertan a un mundo de perfecciones intelectuales y lo asumen con pasmosa serenidad. Contestan con frases rotundas, con gestos exactos; respiran el arte y lo intuyen. Conmueve oír los comentarios espontáneos de un grupo de chiquilines frente a un cuadro del Louvre. Oírlos cantar una canción rebosante de literatura, discutir a Picasso.


La otra mañana, tuve la impresión cabal de la diferencia que existe entre nuestros niños y los franceses. En un homenaje de pueblo, un grupo de escolares cantaba el himno a Sarmiento, a todo pulmón. La voces, chillonas, impetuosas, brotaban con vitalidad de pájaro salvaje, rectas, desordenadas, inarmónicas. Los niños franceses cantan domesticadamente, con una afinada dulzura, con responsabilidad, todos son o pueden ser pequeños cantores.


En un país donde el privilegio malcría y desresponsabiliza, desde la primera edad somos melancólicos, de preferencia en un jardín, y esa es la mentira y el drenaje de nuestra vitalidad. Los niños de Europa son trágicos, esclavos de negros corredores de ciudad, conscientes de la amenaza y el desastre, frágiles y sinceros. Es imposible no sentirse culpable ante sus ojos acusadores. Aun desde los cochecitos, bajo el económico sol de los jardines de Luxemburgo, nos vigilan chupetes incrustados en enigmáticas esfinges con gorro tejido.


Quizás ignoramos que todos los niños son serios. Unos trágicos, otros melancólicos, otros disimulados, siempre están más allá de la cárcel de tonteras en que pretendemos encerrarlos y distraerlos de la verdad. Este secreto lo saben sólo compañeros imaginarios, hojitas de jardín arrugadas en una mano sucia, zoológicos minúsculos en cajas de zapatos; en fin, todo ese universo que puebla y desampara la soledad de un niño.


© LA GACETA


(LA GACETA Literaria, 14 de octubre de 1956)


La Ñ también es gente

María Elena Walsh

La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? "La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.


Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.


Canción de cuna para un gobernante



Duerme tranquilamente que viene un sable


a vigilar tu sueño de gobernante.


América te acuna como una madre


con un brazo de rabia y otro de sangre.


Duerme con aspavientos, duerme y no mandes


que ya te están velando los estudiantes.


Duerme mientras arriba lloran las aves


y el lucero trabaja para la cárcel.


Hombres, niños, mujeres, es decir: nadie,


parece que no quieren que tú descanses.


Rozan con penas chicas tu sueño grande.


Cuando no piden casas pretenden panes.


Gritan junto a tu cuna.


No te levantes aunque su grito diga:


"Oíd, mortales".


Duérmete oficialmente, sin preocuparte,


que sólo algunas piedras son responsables.


Que ya te están velando los estudiantes


 María Elena Walsh canta "Los ejecutivos":
http://www.youtube.com/watch?v=4avEUH0WQ-I&feature=fvsr




 Serenata para la tierra de uno

Porque me duele si me quedo


pero me muero si me voy,


por todo y a pesar de todo,


mi amor,


yo quiero vivir en vos.






Por tu decencia de vidala


y por tu escándalo de sol,


por tu verano con jazmines,


mi amor,


yo quiero vivir en vos.






Porque el idioma de infancia


es un secreto entre los dos,


porque le diste reparo


al desarraigo de mi corazón.






Por tus antiguas rebeldías


y por la edad de tu dolor,


por tu esperanza interminable,


mi amor,


yo quiero vivir en vos.






Para sembrarte de guitarra


para cuidarte en cada flor,


y odiar a los que te lastiman,


mi amor,


yo quiero vivir en vos.



Mercedes Sosa canta "Serenata para la tierra de uno":
http://www.youtube.com/watch?v=zvd-8DRur-A



 Los hermafroditas


Los hermafroditas


somos hijos de Hermes y Afrodita.


Aunque ambiguo el gesto


lo tenemos todo muy bien puesto.


Criaturas del bien y del mal


como en toda familia normal.






Nuestra diferencia


es que nos han puesto en penitencia,


aunque bien mirado


tan original no es el pecado,


pero verlo con ira y desdén


tranquiliza a la gente de bien.






En el Paraíso


Dios está moviéndonos el piso


y eso nada prueba


porque echó también a Adán y Eva.


Ni en el día del juicio final


se sabrá quién es quien, cuál es cual.






Aunque cambie el viento


nunca borrará el ensañamiento,


toda la amargura


que empujó al suicidio y la locura


a conciencias que víctimas son


–todavía– de la Inquisición.






Que la raza humana


sea como se le dé la gana.


Que nos vendan menos


pieles rojas malos, cow-boys buenos.


Que se invente argumento mejor


y al final, que triunfe el Amor.



Bibliografía para niños




 • Tutú Marambá. Buenos Aires, Edición de la autora, 1960. (Reediciones: Buenos Aires, Fariña Editores, 1964, ilustraciones de Chacha; Buenos Aires, Sudamericana, 1969, ilustraciones de Vilar; Buenos Aires, Espasa Calpe, 1994, ilustraciones de Nora Hilb)


• La mona Jacinta. Ilustraciones de Leo. Buenos Aires, Editorial Abril, 1960. (Reedición: Buenos Aires, Planeta Junior, 1999, ilustraciones de Nora Hilb)


• La familia Polillal. Ilustraciones de Leo. Buenos Aires, Editorial Abril, 1960.


• El circo de bichos. Ilustraciones de Leo. Buenos Aires, Editorial Abril, 1961.


• Tres morrongos. Ilustraciones de Leo. Buenos Aires, Editorial Abril, 1961.


• El reino del revés. Ilustraciones de Chacha. Buenos Aires, Fariña Editores, 1963. (Reedición: Buenos Aires, Sudamericana, 1969, ilustraciones de Vilar; Buenos Aires, Espasa Calpe, 1994, ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann)


• Zoo loco. Ilustraciones de Ruth Varsavsky. Buenos Aires, Fariña Editores, 1965. (Reedición: Buenos Aires, Sudamericana, 1970, ilustraciones de Vilar; Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996, ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann)


• Dailan Kifki. Ilustraciones de Juan Carlos Caballero. Buenos Aires, Fariña Editores, 1966. (Reedición: Buenos Aires, Sudamericana, 1986, ilustraciones de Vilar; Buenos Aires, Espasa Calpe, 1994, ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann)


• Cuentopos de Gulubú. Ilustraciones de Juan Carlos Caballero. Buenos Aires, Fariña Editores, 1966. (Reedición: Buenos Aires, Sudamericana, 1972, ilustraciones de Vilar; Buenos Aires, Espasa Calpe, 1994, ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann)


• Versos para cebollitas. Antología de versos folklóricos. Buenos Aires, Fariña Editores, 1966.


• Versos folklóricos para cebollitas. Antología. Buenos Aires, Fariña Editores, 1967.


• Versos tradicionales para cebollitas. Buenos Aires, Sudamericana, 1967. (Reedición: Buenos Aires, Espasa Calpe, 1997, ilustraciones de Florencia Balestra)


• Aire libre. Libro de lectura para 2° grado. Ilustraciones de Horacio Elena. Buenos Aires, Ángel Estrada Editores, 1967.


• El diablo inglés. Ilustraciones de Raúl Fortín. Buenos Aires, Ángel Estrada Editores, 1974. (Reedición: Buenos Aires, Hyspamérica, 1986, ilustraciones de María Cristina Brusca; Buenos Aires, Espasa Calpe, 1994, ilustraciones de Napo)


• El país de la geometría. Ilustraciones de Néstor Luis Battagliero. Buenos Aires, Ángel Estrada Editores, 1974. (Reedición: Buenos Aires, Hyspamérica, 1985, ilustraciones de Estela Caponi)


• La sirena y el capitán. Ilustraciones de Mirtha Castillo. Buenos Aires, Ángel Estrada Editores, 1974. (Reedición: Buenos Aires, Hyspamérica, 1985, ilustraciones de Estela Caponi)


• Angelito. Ilustraciones de Jorge R. Serrano. Buenos Aires, Ángel Estrada Editores, 1974. (Reedición: Buenos Aires, Hyspamérica, 1985, ilustrciones de Daniel Rabanal)


• Chaucha y Palito. Ilustraciones de Vilar. Buenos Aires, Sudamericana, 1976. (Reedición: Buenos Aires, Espasa Calpe, 1997, ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann)


• María Elena Walsh. Partituras. 3 volúmenes. Buenos Aires, Lagos, 1984.


• Veo Veo. Enciclopedia Infantil en fascículos. Buenos Aires, Hyspamérica, 1984.


• Bisa vuela. Ilustraciones de María Cristina Brusca. Buenos Aires, Hyspamérica, 1985.


• Canciones infantiles. Partituras. 3 volúmenes. Buenos Aires, Lagos, 1985.


• María Elena Walsh. Partituras. 3 volúmenes. Buenos Aires, Lagos, 1987.


• Los gleglos. Ilustraciones de Nuria Salvatella. Barcelona, Lumen, 1987.


• La nube traicionera. Versión libre de Le nuage rose, de George Sand. Ilustraciones de Daniel Rabanal. Buenos Aires, Sudamericana, 1989. (Reedición: Buenos Aires, Espasa Calpe, 1997, ilustraciones de Nora Hilb)


• Don Fresquete. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1996.


• El enanito y las siete Blancanieves. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1996.


• El gatopato y la princesa Monilda. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996.


• El paquete de Osofete. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1996.


• Historia de una princesa. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1996.


• La foca loca. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996.


• La plapla. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1996.


• Martín Pescador y el delfín domador. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1996.


• Pocopán. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996.


• Una jirafa filarmónica. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996.


• Un gato de la luna. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996.


• Manuelita ¿Dónde vas? Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1997.


• El brujito de Gulubú. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1998.


• El Mono Liso. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1998.


• Manuelita la tortuga. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1998.


• Osías el osito. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1998.


• El gato que pesca. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1999.


• El show de Perro Salchicha. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1999.


• La Reina Batata. Ilustraciones de Eduardo y Ricardo Fuhrmann. Buenos Aires, Planeta Junior, 1999.


Bibliografía para adultos


• Otoño imperdonable. Buenos Aires, Edición de la autora, 1947. (Reediciones: Buenos Aires, Ediciones del Bosque, 1948; Buenos Aires, Fariña Editores, 1967; Buenos Aires, Sudamericana, 1970)


• Apenas viaje. Buenos Aires, El Balcón de Madera, 1948.


• Baladas con ángel. Buenos Aires, Losada, 1952.


• Casi milagro. Buenos Aires, Cuadernos J. Herrera y Reissig, 1958.


• Hecho a mano. Buenos Aires, Fariña Editores, 1965.


• Juguemos en el mundo. Buenos Aires, Sudamericana, 1969.


• Cancionero contra el mal de ojo. Buenos Aires, Sudamericana, 1976.


• A la madre. Antología de autores argentinos. Buenos Aires, Sudamericana, 1981.


• Los poemas. Buenos Aires, Sudamericana, 1982.


• Novios de antaño. Buenos Aires, Sudamericana, 1990.


• Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes. Buenos Aires, Sudamericana, 1993.


• Las canciones. Barcelona, Seix Barral, 1994.


• Los poemas. Barcelona, Seix Barral, 1994.


• María Elena Walsh. Poemas y canciones. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1996.


• Diario brujo. Buenos Aires, Espasa, 1999.


Partituras


• Cuatro zambas. Buenos Aires, Lagos, 1974.


• Tres canciones. Buenos Aires, Lagos, 1976.


• María Elena Walsh. 3 vols. Buenos Aires, Lagos, 1984.


• Canciones infantiles. 3 vols. Buenos Aires, Lagos, 1985.


• María Elena Walsh. 3 vols. Buenos Aires, Lagos, 1987.


• María Elena Walsh con Mario Cosentino, Chico Novarro, Jairo. Buenos Aires, Lagos, 1987.


Discografía


• Argentine Folk Songs. Londres, Vanguard, 1954. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Chants d'Argentine. París, Le Chant du Monde, 1954. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Chants d'Argentine. París, Decca, 1955. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Sous le ciel de l'Argentine. París, Decca, 1955. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Entre valles y quebradas I. Buenos Aires, Discjockey, 1957. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Entre valles y quebradas II. Buenos Aires, Discjockey, 1958. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Canciones del tiempo de Maricastaña. Buenos Aires, Discjockey, 1958. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Villancicos. Buenos Aires, Discjockey, 1958. (Como integrante del dúo Leda y María)


• Canciones para mí. Buenos Aires, CBS, 1963.


• Canciones para mirar. Buenos Aires, CBS, 1963.


• El País de Nomeacuerdo. Buenos Aires, CBS, 1967.


• Cuentopos. Buenos Aires, CBS, 1968.


• Juguemos en el mundo. Buenos Aires, CBS, 1968.


• Cuentopos para el recreo. Buenos Aires, CBS, 1969.


• Juguemos en el mundo II. Buenos Aires, CBS, 1969.


• Cuatro villancicos norteños. Buenos Aires, CBS, 1971.


• El sol no tiene bolsillos. Buenos Aires, CBS, 1971.


• Como la cigarra. Buenos Aires, Microfón, 1972.


• Recuerdo de María Elena Walsh. Costa Rica, CBS, 1973.


• Canciones de María Elena Walsh. Madrid, CBS, 1974.


• El bueno modo. Buenos Aires, Microfón, 1976.


• De puño y letra. Buenos Aires, Microfón, 1976.


Poemas musicalizados


• Fábulas Urbanas Op. 99, de Pompeyo Camps, sobre un poema de María Elena Walsh. Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Soprano: Samara Pascual Migale. Barítono: Luciano Garay. Buenos Aires, Teatro Colón, 1996.


• Viento Sur. Buenos Aires, Sony, 1993. (Poema de María Elena Walsh musicalizado por Lito Vitale)


Obras de teatro


• Los sueños del Rey Bombo. Buenos Aires, Teatro Presidente Alvear, 1959.


• Canciones para mirar. Buenos Aires, Teatro Municipal General San Martín, 1962.


• Doña Disparate y Bambuco. Buenos Aires, Teatro Municipal General San Martín, 1963.


Películas


• Juguemos en el mundo. Música, guión, producción y actuación de María Elena Walsh. Dirección de María Herminia Avellaneda. Buenos Aires, 1971.


Bibliografía sobre María Elena Walsh


• Dujovne, Alicia. María Elena Walsh. Madrid, Júcar, 1982.


• Luraschi, Ilse A. y Sibbald, Kay. María Elena Walsh o el desafío de la limitación. Buenos Aires, Sudamericana, 1993.


• Pujol, Sergio. Como la cigarra. María Elena Walsh, una biografía. Buenos Aires, Beas, 1993.


• Facio, Sara. María Elena Walsh. Retrato(s) de una artista libre. Buenos Aires, La Azotea, 1999.


Premios y distinciones por su obra y trayectoria


• Premio Municipal de Poesía, por Otoño imperdonable. Buenos Aires, 1947.


• Premio Asociación de Críticos Teatrales de Buenos Aires, por Canciones para mirar. Buenos Aires, 1962.


• Premio "Joven Sobresaliente". Cámara Junior de Buenos Aires, 1965.


• Gran Premio Festival del Disco Internacional, por Canciones para mirar. 1965.


• Premio Argentores, rubro "Guión de TV", por Buenos Días, Pinky. Buenos Aires, 1965.


• Mención Especial Festival del Disco, por El País de Nomeacuerdo. 1967.


• Primer Premio Festival del Disco Internacional, por Cuentopos. 1968.


• Premio "La Mujer del Año". Buenos Aires, Instituto Argentino de Opinión Pública, 1969.


• Gran Premio de Honor SADAIC. Buenos Aires, 1973.


• Premio Konex de Platino, rubro "Espectáculo". Buenos Aires, 1980.


• Gran Premio de Honor. Buenos Aires, Fundación Argentina para la Poesía, 1982.


• Premio Literario "Sixto Pondal Ríos". Buenos Aires, Fundación Odol, 1983.


• Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. 1985.


• Miembro del Consejo para la Consolidación de la Democracia. 1985.


• Orden de la Sonrisa. Varsovia, 1987. Premio que comparte con la autora finlandesa Tove Jansson y la sueca Astrid Lindgren.


• Gran Premio Fondo Nacional de las Artes. Buenos Aires, 1987.


• Premio La Mujer y el Cine. Mar del Plata, 1988.


• Doctorado Honoris Causa. Universidad Nacional de Córdoba, 1990.


• Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires. La Plata, 1991.


• Premio Trayectoria. Buenos Aires, Asociación Argentina de Actores, 1992.


• Premio Konex de Platino, rubro "Letras", Buenos Aires, 1994.


• Mención Honorífica "Highly Recomended" del Premio Hans Christian Andersen. Sevilla, IBBY, 1994.


• Premio Mundial de Literatura Infantil José Martí. Costa Rica, 1995.


• Premio Gabriela Mistral. Santiago de Chile, 1996.


• Premio Festival Internacional de Cine. Mar del Plata, 1996.


• Premio Especial de Argentores. Buenos Aires, 1997.


• Premio Universidad de Tel Aviv. 1997.





Mercedes Sosa canta "Como la cigarra":
http://www.youtube.com/watch?v=FnxfPBIbcek&NR=1











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