El arte de la esquina
Boletín mensual Nº 82-Año VII
Mayo de 2014
Transparencias 2 - Marcela Hempe
SUMARIO
Apuntes para una Estética del Impresionismo (Séptima parte)
Marcela Hempe, artista
La hechicera
Apuntes para una Estética del Impresionismo (Séptima parte)
Lic. Alicia Grela Vázquez
Dado que se hace
difícil para la crítica de Arte hablar de una técnica impresionista, se puede
pretender al menos, determinar un tema. Pero esta empresa corre la misma suerte,
pues el asunto depende solo del temperamento de cada uno de los artistas.
Moulin de la Galette - Renoir
Bar en el Folies Bergere - Manet
El objeto de estos
pintores se limita a la fugacidad de la percepción. Ellos ven el color de un
modo nuevo. Esta característica secundaria de las cosas no es ya una constante
de la realidad. Advierten que la sombra proyectada sobre un objeto lo oscurece
y también cambia su color visible.
Bailarinas en rosa - Degas
Bailarina - Renoir
Los colores están
condicionados por la luz y la atmósfera y, como ella, sujetos al cambio. Esta
falta de permanencia se aplica a la forma. Es por eso que hacen sus obras sin
contornos estables. Sus cuadros son, de algún modo incompletos e indefinidos.
Ofrecen al espectador muchas sensaciones fragmentarias.
Amapolas - Monet
Hay un hecho fuera de
lo estético que es determinante: las condiciones meteorológicas cambian
velozmente y, por lo tanto, exigen una ejecución rápida y, quizás, repetida en
distintos momentos.
El Gran Canal de Venecia - Manet
La creación de estos
artistas se basa en los nuevos descubrimientos científicos relativos a la luz
(composición, velocidad, constituyentes, naturaleza:: corpuscular,
ondulatoria).
Retrato de Isaac Newton - G. Kneller
James Maxwell
Los impresionistas
usan los colores del espectro solar: los primarios (rojo, azul y amarillo) y
los secundarios (verde, violeta, naranja) con tonos intermedios y también el
blanco (por la luz blanca de la que parten) y excluyen los negros (ausencia de
color-luz y grises). En su ejecución no
mezclan los pigmentos sobre la paleta, sino que fraccionan los tonos puros en
la tela. La percepción del espectador logra la fusión (ópticamente). Con esto
el Impresionismo no se limita a un solo lenguaje visual, sino que se vale de un
amplio abanico de recursos.
De algunos de ellos
aprovecha, hacia 1866, una nueva forma de representación iconográfica: el
cartel publicitario. El primero en capitalizarlos es Jules Cheret y el mayor
exponente Heri Toulousse-Lautrec.
Jules Chéret
Afiche - Jules Chéret
Toulouse-Lautrec en su taller - Fotografía Maurice Guibert
Afiche - Toulouse-Lautrec
Por su parte, Paul Cézanne (amigo de Zola,
Pissarro y Degas) también adscribe al Impresionismo, hasta que en 1870 se
desliga de este movimiento. Mientras tanto aporta cambios en las formas, la
composición y el color.
Autorretrato con paleta - Paul Cezanne
La montaña de
Sainte-Victoire, vista desde Bibémus - Paul Cezanne
Estos innovadores
preparan las bases para la disolución de lo figurativo tradicionalmente
considerado e inician el camino que las vanguardias históricas del siglo XX
emprenden hacia formas de una abstracción mayor.
Marcela Hempe, artista
Selección: Prof. Elsa Sposaro
El arte de la esquina presenta un reportaje y algunas obras de la artista plástica argentina Marcela Hempe.
¿A qué edad comenzó a pintar?
Siempre me
gustó la pintura, pintaba barcos antiguos en hojas con témpera y los colgaba en
mi casa. Me hubiera gustado seguir bellas artes, pero por diferentes cuestiones
de la vida seguí mi otra vocación que es la docencia. Así fue que me
dedique a enseñar a leer y escribir durante 10 años, sin dejar nunca de hacer
todo tipo de artesanías y láminas coloridas para mi tarea docente.
Luego comencé
con un curso de pintura sobre madera, yo ya pintaba en tela y ese fue el
disparador para aprender pintura artística. Asistí a distintos talleres,
estudie varios años dibujo y pintura con Crisantema Petinatto y
posteriormente hiperrealismo con Rodolfo Insaurralde. Así también cursos y
seminarios referidos a patinas y pintura decorativa, actividad a la cual también
me dedico. Y con el tiempo, de una forma fortuita combine mis dos vocaciones dedicándome
a la enseñanza de pintura en mi taller a lo que me dedico hace casi 20
años.
¿En qué se inspira al momento de
iniciar una obra una obra?
En
ciertas oportunidades eligiendo una temática y buscando información .Otras
series las base en una técnica que quería experimentar. Actualmente me
he dedicado bastante al abstracto. Parto de la mancha y voy viendo qué formas
me sugieren, de ellas siempre surgen mis ciudades y puentes.
¿Qué técnicas utiliza para plasmar sus
obras?
Trabajo tanto
con acrílico como con óleo, uso mucha técnica mixta, espátula, texturas, me
gusta experimentar en lo abstracto, en realidad el placer está en jugar, en la
libertad que siento al poner los materiales en la tela y que vaya surgiendo
casi sin querer la obra. Eso es lo que trato de transmitir a mis alumnos
en el taller.
¿Como se define como pintora?
Me defino
como alguien muy creativo, al que le gusta constantemente probar nuevas técnicas.
¿Fusiona usted la pintura con otra manifestación
del arte o la cultura?
Por ser una
persona muy curiosa incursioné desde la pintura decorativa, a cerámica en torno,
vitraux técnica Tifany, y siempre con ganas de aprender más.
¿Qué significa para usted el arte?
En mi el arte
es sinónimo de libertad, de experimentación , de momento lúdico que me conecta
con una sensación de felicidad
¿Cómo define
su estilo?
Mi estilo
actual es una mezcla de abstracción en la que siempre encuentro formas
reales.
¿Algún color predomina en su obra?
Si bien
trabajo colores vivos muchas veces a pedido de clientes, me identifico más con
las monocromías y los colores quebrados y sucios
¿Considera que la pintura abstracta es
más apreciada que la tradicional o paisajística y por qué?
Creo que
actualmente la pintura abstracta está más en el tapete, pero esto a mi
criterio tiene que ver más con lo comercial y decorativo.
¿Qué es lo que le deja a usted cada
cuadro que termina?
Cada obra que
termino me llena de alegría, es la finalización de un proceso de búsqueda, de
idas y vueltas, que si decido darle fin es porque me conforma plenamente.
¿Cuál fue el mayor obstáculo que usted
tuvo que superar para reconocerse como pintora y considerar que una obra suya
era digna de ser expuesta?
El mayor obstáculo
sigue siendo el no tener un titulo concreto de profesora de Bellas Artes.
¿A quien admira en la plástica?
Siempre
admiré a los impresionistas, entre ellos sobre todo a Van Gogh por la libertad
en la pincelada. También a todos aquellos que consiguieron un
estilo que los caracteriza y los identifica, la posibilidad de ver una
de sus obras y decir es un Picasso o un Dalí.
Obras más recientes: Serie Entre ciudades y flores
La hechicera
Lic.Alicia Grela Vázquez
Flora era una niña que
vivía en medio del monte en una gran casa rural, de esas que antes abundaban en
el interior de Galicia, con su lar y su hórreo, repleto con las buenas
cosechas. Ella era dueña de una imaginación muy vívida. Desde muy pequeña, para
hacer honor a la diosa a la que debía su nombre, tenía algunos poderes
extraordinarios. Es por eso que aspiraba, con el tiempo y mucho estudio, llegar
a bruja.
Para disuadirla no
había argumento que bastara, pues era muy voluntariosa y firme en sus
decisiones. Como último recurso se convocó a la abuela Peregrina, que sin duda
sabría dar con la palabra adecuada, que ayudase a la nena a rectificar su
incipiente y riesgoso camino vocacional.
Ella podría mostrarle
a la aspirante a ejercer de maga (hacedora de prodigiosos encantamientos e
invocaciones) que entre el cielo y la tierra había muchas más cosas que
aquellas que conocemos, y le haría comprender que los arcanos, sería mejor que
permanecieran así: ocultos como estaban.
La gran matrona era una
autoridad reconocida en el pueblo. Tenía fama de prudente conciliadora.
Abordaba tangencialmente los conflictos y problemas, evitando confrontar las
dificultades como dilemas y antinomias.
La consejera entonces
contó algo que, quizás por lo espantoso del asunto, se repetía en otras aldeas
de los alrededores. En toda la comarca se decía, desde hacía ya muchísimo
tiempo, que un gran número de mozos estaba desapareciendo misteriosamente. Pero
claro, eran sólo cuentos de viejos y los lugareños más dotados del
característico escepticismo gallego, concluían: “son cuentos”.
Al fantástico suceso
se lo ubicaba en un paraje lindante con el pueblo de la abuela. En ese
impreciso lugar, se dice que, hace largo tiempo vivió una viuda que tenía tres
hijos: dos varones bien plantados y una rapaza muy dispuesta.
Un mal día, el más
joven montó en su caballo, llamó a su perro León y se fue de caza al bosque.
Llegado a un coto, le salió al encuentro una vieja desdentada y fea que le
preguntó bruscamente sin más:
-
“¿Y para dónde
vas, mi rapaz?”
-
“Pues, voy
de caza, señora.”
Y, sin que mediara
nada más, ella le propuso el siguiente reto:
“Ten una pelea conmigo
y verás como te dejo.”
El muchacho le
respondió:
“No, no tengo
necesidad de eso. Además, sería abusar de su debilidad y eso no me agrada.”
Pero la mujer insistió
en la provocación:
“Pelea, si eres
hombre, que si no, tu vales lo mismo que las orejas de un perro viejo.”
Tanto insistió con el
desafío, que el joven, aunque absolutamente perturbado, aceptó. Incomodado por
hallarse en tal situación, pensó que así ella dejaría de importunarlo. Total,
no le haría falta ni dañarla siquiera.
Aún así, la perversa
mujer agregó una condición:
“Primero, tienes que
atar al perro.”
El mozo replicó:
“No tengo con qué.”
Ella le propuso una
solución:
“Toma un pelo de mi
cabeza.”
El rapaz ató al can
con el cabello de la malvada pendenciera. Hecho esto, pelearon. Pero
inusitadamente, la vieja tenía más fuerza y ligereza que él. Cuando se vio
vencido, buscando ayuda en su fiel
compañero, gritó:
“¡Arranca León!”
Pero antes de que el
can hiciese nada, la anciana mala pronunció estas palabras:
“No arranques, León,
que los pelos de mi cabeza, de hierro son.”
El perro se quedó
firme en el lugar en que fue sujetado. Y la pérfida buscapleitos no sólo venció
al joven, sino que hizo que el suelo se lo tragara, para seguir con su hechizo.
Fotografía de Oscar Cárdenas
Acercándose la noche,
el caballo y el perro llegaron a la casa, pero sin el rapaz. Todos los suyos
allí: la madre y los hermanos se preguntaban preocupados, dónde estaría, por
qué se quedaría en otro lugar y qué sería lo que le hubiese pasado.
Al día siguiente,
temprano por la mañana, salió el mayor a buscar al más pequeño y le ocurrió lo
mismo. Por la tarde estaban de vuelta en el corral el perro y la bestia, pero
sin el jinete. Madre e hija lloraban desconsoladamente. No se explicaban qué
podía haberles sucedido.
Pasó la noche y antes
de que se viera el sol en el horizonte, la muchacha preparó los arreos del
caballo, llamó al perro y emprendió el camino en busca de sus hermanos.
Luego de andar,
ahogada en medio de sus preocupaciones, se detuvo junto a una fuente para beber
del agua que de allí surgía. Entonces se le apareció una mujer, de la que
emanaba una extraña luz y que la sorprendió al preguntarle adónde iba. La moza
le contó todo y la señora luminosa le habló así:
“En lo alto de este
coto se te va a aparecer una vieja fea y desdentada, que te ha de insistir en
que tengas con ella una pelea. Tú no aceptes hasta que se enoje mucho. Te
mandará atar al perro con un cabello de su cabeza. Haz como que lo atas, pero
sólo simula hacerlo y déjalo libre. Ve a la pelea y cuando te veas en apuros,
llama al can”.
“En cuanto la venzas,
ella desaparecerá. Tú arroja esta madeja de lana en el agujero que se formará
en el lugar que ocupara la hechicera...Y vete con bien, criatura, pues llevas
mi protección. Yo soy la Virgen María.”
Y antes de que la
mocita pudiera darle las gracias, la dama resplandeciente desapareció. La joven
guardó el ovillo de hilo en el pecho y se fue monte arriba. Casi llegando a la
frontera, vio a la bruja que, como otras veces repitió:
“Ten una lucha
conmigo. Yo soy fuerte y verás que tú aún no puedes dominarme. Todavía no
mandas sobre mí.”
La zagala respondió:
”Sí que mando sobre usted, pero le tengo respeto y no quiero, porque le podría hacer mucho daño.”
”Sí que mando sobre usted, pero le tengo respeto y no quiero, porque le podría hacer mucho daño.”
Y así continuaron
discutiendo, hasta que la jovencita accedió a luchar. Cuando la hacedora de
prodigiosos maleficios, le dio el pelo, ella sólo aparentó atar a su animal,
pero no lo hizo. De modo que, cuando en la contienda iba perdiendo, lo
llamó:“¡Arranca, León!”
Y la maga malévola se
apresuró a decir:
”¡No arranques, León, que los pelos de mi cabeza de hierro son!”
”¡No arranques, León, que los pelos de mi cabeza de hierro son!”
Pero el guardián se
abalanzó sobre la indigna vencedora y le dio tres dentelladas: una en la cara,
otra en la barriga y la última en la frente. Con esto la anciana perversa
murió, dejando ver una grieta luminosa.
En su lugar surgió un
gran agujero. La zagala tomó el hilo que la Señora le había dado y, como le fuera instruido, lo dejó caer
en el hueco. En ese preciso momento aparecieron sus hermanos y muchos otros
muchachos que, como ellos, habían sido víctimas inocentes e involuntarias de
los hechizos de la infortunada mujer.
Juntos regresaron a la
casa familiar y se dice que desde entonces vivieron felices. Pero de ellos no
se supo nada más. Tampoco volvió a mencionarse desaparición alguna, ni cosa de
ese estilo ni parecida.
Finalizada la
narración, la relatora preguntó a la pequeña:
“¿Qué piensas tú, mi
niña?”
1 comentario:
Muy puro el trabajo de Alicia Grela, gracias en lo particular por la imagen de Newton!
Por demás interesante la selección de las obras de Marcela Hempe. La imposición de la voluntad creativa.
Ni hablar de bonito el cuento de la Hechicera. El eterno triunfo del bien sobre el mal que no acaba de darse por vencido.
Salud a la autora y felicidades a Elsa por su dedicación a la difusión del Arte.
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