El arte de la esquina
Boletín mensual Nº 69 - Año VI
Abril de 2013
SUMARIO
Apuntes para una Estética del Realismo (2ª parte)
Carta a Hermes
Apuntes para una Estética del Realismo (2ª parte)
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
En el último tercio del siglo XIX la realidad social del pueblo deviene en el contenido de la obra de Arte. Esta refleja la actitud revolucionaria de los sujetos históricos.
En Europa se da el surgimiento del Realismo, cuando son evidentes e innegables las consecuencias de la Revolución Industrial. Las ciudades muestran un crecimiento desmedido, desordenado e imparable.
La población rural abandona el campo, tentada por la posibilidad de obtener trabajo como operaria de las nuevas maquinarias en las grandes urbes. El éxodo rural incrementa el número de habitantes de los barrios bajos proletarios, que contrastan con el lujo de aquellos de las clases superiores.
Estas diferencias afectan a artistas e intelectuales que llegan a participar de las revoluciones de 1830 y 1848. Esta última coincide con la publicación del "Manifiesto Comunista" de Marx y Engels.
El modelo político para el mundo es el que muestra el Imperio alemán. Este irrumpe vigoroso tras la caída de Napoleón III y el aislamiento de Inglaterra, que por su lado impone el modo victoriano.
La era victoriana se caracteriza por una gran prosperidad para el Imperio y una enorme acumulación de capital para los burgueses.
El beneficio que la Revolución industrial les proporciona sume a los proletarios en la miseria y otorga a la sociedad una estabilidad política que se opone en forma contrastante a la agitada vida del continente europeo.
En Inglaterra el Arte es educativo, edificante y se basa en principios que considera verdaderos y tendientes al bienestar. Un buen ejemplo de esto es John Ruskin.
Este crítico supone que el Arte debe tener esta función. Luego se convierte en el profeta de la moralidad. Los temas y contenidos de las obras han de ser sanos como los idilios rurales. Esta modalidad es la que expresa David Wilkie, el Teniers escocés, aunque le separan casi dos siglos.
La nobleza pierde poder frente a la burguesía, que es protegida y privilegiada. El nacionalismo es exaltado. Escuelas y cuarteles trabajan para esto, ensalzando las figuras patrias, desde que la enseñanza y el servicio militar son obligatorios.
Las instituciones colaboran con el proceso productivo, en beneficio de los capitalistas. La fábrica es el centro de la acción. La sociedad provee a la industria de operarios más eficaces, capacitados y obedientes.
Las sirenas ya no atraen a Ulises. Llaman a los proletarios a la diaria labor, a la enfermedad y a la muerte. Los hospitales, las escuelas y los cuarteles muestran en su estructura material e ideológica el mismo fundamento que las fábricas: facilitar las actividades secundarias.
El artista atiende a la configuración antihumanitaria del sistema imperante, reflexiona, se conmueve y hace crítica social, con intenciones didácticas y renovadoras. Participa en las luchas políticas y de barricada, destaca la nacionalidad oprimida y la vida en el inframundo de los jornaleros rurales y urbanos.
Carta a Hermes
Revolución Industrial
La población rural abandona el campo, tentada por la posibilidad de obtener trabajo como operaria de las nuevas maquinarias en las grandes urbes. El éxodo rural incrementa el número de habitantes de los barrios bajos proletarios, que contrastan con el lujo de aquellos de las clases superiores.
Estas diferencias afectan a artistas e intelectuales que llegan a participar de las revoluciones de 1830 y 1848. Esta última coincide con la publicación del "Manifiesto Comunista" de Marx y Engels.
Revolución de 1830
Copenhage 1848
Milán 1848
Bucarest 1848
El modelo político para el mundo es el que muestra el Imperio alemán. Este irrumpe vigoroso tras la caída de Napoleón III y el aislamiento de Inglaterra, que por su lado impone el modo victoriano.
La era victoriana se caracteriza por una gran prosperidad para el Imperio y una enorme acumulación de capital para los burgueses.
Kaiser Guillermo
Otto von Bismark
Napoleón III
El beneficio que la Revolución industrial les proporciona sume a los proletarios en la miseria y otorga a la sociedad una estabilidad política que se opone en forma contrastante a la agitada vida del continente europeo.
Reina Victoria
En Inglaterra el Arte es educativo, edificante y se basa en principios que considera verdaderos y tendientes al bienestar. Un buen ejemplo de esto es John Ruskin.
Este crítico supone que el Arte debe tener esta función. Luego se convierte en el profeta de la moralidad. Los temas y contenidos de las obras han de ser sanos como los idilios rurales. Esta modalidad es la que expresa David Wilkie, el Teniers escocés, aunque le separan casi dos siglos.
Autorretrato - David Wilkie
La boda - David Wilkie
La nobleza pierde poder frente a la burguesía, que es protegida y privilegiada. El nacionalismo es exaltado. Escuelas y cuarteles trabajan para esto, ensalzando las figuras patrias, desde que la enseñanza y el servicio militar son obligatorios.
Las instituciones colaboran con el proceso productivo, en beneficio de los capitalistas. La fábrica es el centro de la acción. La sociedad provee a la industria de operarios más eficaces, capacitados y obedientes.
Las sirenas ya no atraen a Ulises. Llaman a los proletarios a la diaria labor, a la enfermedad y a la muerte. Los hospitales, las escuelas y los cuarteles muestran en su estructura material e ideológica el mismo fundamento que las fábricas: facilitar las actividades secundarias.
Fábrica siglo XIX
Hospital siglo XIX
Cuartel siglo XIX
Escuela siglo XIX
Carta a Hermes
Texto e ilustración: Lic. Alicia Grela Vázquez
Altísimo Hermes:
Espero que al recibo de la presente la justicia del gran Zeus haya caído finalmente sobre tí, ya que no sobre aquellos a quienes proteges.
Es por tu acción y patrocinio que los ladrones son hoy una legión incontable. Tus pies veloces te han llevado de la Hélade a la península itálica, donde (con típica astucia) cambiaste tu nombre, el pelo, pero no las mañas.
Tu alias (Mercurio) no pudo ocultar tus fines mezquinos, tus malos hábitos.
Desde la cuna practicaste el robo, el engaño y la mentira. Y en tu descaro impunemente elegiste al sabio Apolo, como primera víctima.
El propósito de ésta es reprocharte que a través de los siglos tengas el poder de hacerte presente entre nosotros, en la figura de nuestros gobernantes.
Tu nada devota
Alicia
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