lunes, 5 de enero de 2009

El arte de la esquina

El arte de la esquina

Boletín Mensual Nº 18 – Año II
Enero 2009


Boceto – Leonardo da Vinci




SUMARIO

Estética del Renacimiento (Sexta Parte)
Diego Rivera
Las panteras y el templo



¿A qué corresponde este diseño?




Estética del Renacimiento (Sexta Parte)
Por la Lic. Alicia Grela Vázquez


El concepto de Renacimiento se debe al trabajo de dos historiadores europeos. El primero, el francés Jules Michelet lo utiliza en 1855 para referirse al “Descubrimiento del mundo y del hombre” en el siglo XVI. Poco después, el suizo Jacobo Burckardt amplía su alcance en su obra “La civilización del Renacimiento italiano”. En ella define esa época como el nacimiento de la humanidad y la conciencia modernas y se la limita al período de desarrollo artístico que va de Giotto a Miguel Ángel.

Sin embargo, pese a sus comienzos itálicos en el siglo XIV, reconoce antecedentes en el florecimiento cultural medieval. No obstante, es innegable que es en Italia con Miguel Ángel, Leonardo y Rafael que el Renacimiento alcanza su máxima expresión.

El Papa Julio II tiene como otros el objetivo de unificar Italia, separada entonces por la rivalidad y la ambición de tiranos locales. Él era más un soldado que un sacerdote. Pero logra hacer de Roma el centro cultural de Italia. Para eso contrata a grandes hacedores como el florentino Miguel Ángel.


Papa Julio II


Blasón de Julio II




Retrato de Miguel Ángel-Marcello Venusti h.


Éste se forma en el taller del Ghirlandaio.

Adoración de los Reyes Magos


Recorre varias cortes. Su huella más destacada está en Roma, donde fue recibido por varios Papas. Allí esculpe una Piedad, un grupo de la Virgen y Jesús muerto, con un sentimiento nunca antes logrado.

En Florencia luego hace un David y al llamado del Papa Julio II, en 1505 trabaja en su mausoleo. Recibe el encargo de decorar la Capilla Sixtina del Vaticano. En ella hace frescos en el techo que representan a los profetas, el Juicio final y la Creación del hombre.



Capilla Sixtina-Creación del hombre- Miguel Ángel


Video Recomendado: http://es.youtube.com/watch?v=d0UJzZRERMs

La complejidad de la época se ve acompañada por la del artista que se desempeña con igual maestría en las Artes Plásticas: Arquitectura, Escultura y Pintura, como en la decoración y el diseño. La guardia suiza le debe su singular y colorido uniforme.



Pero ese príncipe de la Iglesia amplía su horizonte valiéndose también de Rafael. Su temperamento y estilo más cortesano se oponen al de Miguel Ángel. A ambos los une una enorme capacidad de trabajo.

Rafael acentúa la ternura de la relación maternal, expresada en sus Madonne y manifiesta el ideal de belleza femenina en mujeres dulces y altivas. Es un retratista magnífico.



Rafael Sanzio


Madonna del jilguero- Rafael



Madonna della sedia- Rafael

Rafael decora las estancias del Papa con motivos que dan idea de la autoridad de la Iglesia y la reconciliación del Cristianismo con la cultura antigua. En La Escuela de Atenas muestra el triunfo de la Filosofía. En ella se ve a Platón y a Aristóteles conversando entre sus discípulos.



Hombres peleando- Rafael




Las tres Gracias- Rafael

En El Bautismo de Cristo de Andrea Verrocchio hay un ángel hecho por su alumno Leonardo da Vinci. El maestro al ver esta superación , ya no vuelve a pintar.


Bautismo de Cristo- Verrocchio


Lorenzo de Medici- Verrocchio

Leonardo tiene un enorme sentido dramático. En La Última Cena elige plasmar el momento de mayor tensión: aquél en que Jesús anuncia la traición de uno de sus discípulos. Y aunque la obra ha sufrido el paso del tiempo, aún se nota en ella la expresión de los estados de ánimo más íntimos de cada uno de los hombres representados, por su lenguaje corporal.


La Última Cena - Leonardo da Vinci

La Mona Lisa fascina e intriga, motivando interpretaciones variadas para intentar descifrarlas. En ella muestra su reconocida capacidad para el retrato. El centro de la actividad artística de Leonardo es la figura humana.


Mona Lisa- Leonardo da Vinci

Él compara la Anatomía con la estructura terrestre. Así los huesos son como la corteza y las montañas que sirven de sostén para todo lo demás. Leonardo es el prototipo del hombre del Renacimiento: polifacético y múltiple. Es pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, músico, científico, inventor y filósofo. Como teórico del Arte, a las proporciones dadas por Pitágoras, consagradas por la regla áurea aristotélica y recogidas todas ellas, conservadas y recuperadas a través de Vitrubio, y la perspectiva aportada por Masaccio, suma su Tratado de la Pintura.


El hombre de Vitrubio- Leonardo da Vinci

Como inventor aprovecha su característica siniestra, pues es zurdo, para codificar sus ideas más originales, escribiendo en espejo. Algunos ejemplos maravillosos son el submarino y la máquina de volar.

La máquina de volar- Leonardo da Vinci

En la Abadía Malmesbury, Whitshire – Inglaterra, puede verse un vitral que conmemora el vuelo de Eilmer, hacia 1010. Éste reproduce la experiencia de Firmas en la Córdoba – España del siglo IX, en una Andalucía musulmana. Este antecedente medieval sirve a Leonardo no sólo para crear su máquina de volar, sino también para el paracaídas. En el siglo XVII el estudioso marroquí al-Maqqari rescata esta información y posibilita la vinculación genealógica.

Vitral de Malmesbury

Las siguientes imágenes ilustran algunos de los inventos de Leonardo.




Carro de combate - Leonardo da Vinci

Con Leonardo el conocimiento, la reflexión, el descubrimiento, la crítica, la creación artística y la Filosofía se abren desde el Renacimiento a la Modernidad.
Ésta aporta al mundo axiológico valores vinculados con la igualdad y la libertad, aunque desde un costado materialista y superlativamente individual.
La Ética y la Estética renacentistas pretenden un fundamento científico al basarse en la Matemática (Aritmética y Geometría) y una de las nuevas ciencias: la Física, que con la otra: la Astronomía, cambian la concepción del mundo y del hombre.





Diego Rivera
Por la Prof. Elsa Sposaro

Inconfundible, cálido, sensible, además de base fundamental para el desarrollo del muralismo mejicano. Puede ser definido como dibujante, pintor, ilustrador, escritor, conferencista y líder político.


Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido como Diego Rivera, ha nacido en la ciudad de Guanajuato, el 8 de diciembre de 1886. Otras fuentes indican que la fecha del nacimiento fue el 13 de diciembre del mismo año y que nacieron dos gemelos.
Al año y medio fallece su hermano gemelo. Nace su hermana, María del Pilar en 1891 y al año siguiente la familia (Rivera Barrientos) se establece en la ciudad de Méjico.




Desde muy joven Rivera se inclina hacia el Arte y es así que a los diez años de edad ingresa en la Academia de San Carlos, tomando clases por la noche. Sus maestros son Santiago Rabull y Félix Parra. Continuó allí sus estudios hasta que en 1902 fue expulsado por participar en las revueltas estudiantiles de ese año.
Rivera recibió influencias de su primer maestro quien fuera discípulo de Ingres, como de José Guadalupe Posada, un grabador con el que Rivera trabajó en su taller. Posada deja en Rivera su sello a tal punto que se puede decir que se nota su influencia a lo largo de toda la obra de su discípulo.

Toma clases con José María Velasco hacia 1904 y pinta sus primeros paisajes.
El período comprendido entre 1905 y 1910, son muy importantes para Rivera, tanto en su aprendizaje como en el enriquecimiento de sus obras.
Motiva esto, la posibilidad de realizar viajes a Europa. En 1905 recibe una pensión del Secretario de Instrucción Pública, Justo Sierra.
Al año siguiente muestra 26 trabajos en la exposición anual de la Academia y participa en la exposición de pintura moderna organizada por la revista Savia Moderna.

Hacia Enero de 1907 viaja a España con una beca del Gobernador de Veracruz, don Teodoro Dehesa. Una vez arribado ingresa en el taller de Eduardo Chicharro (considerado como el líder de la joven generación de pintores españoles) en Madrid. Durante los dos años que Rivera estudió con Chicharro, produjo un gran número de pinturas, muchas de las cuales envió a su casa en Méjico y otros directamente los envió al gobernador Dehesa para justificar la beca que recibía. Dehesa estaba convencido más que nunca que su sentencia había sido correcta en lo que se refiere a Diego Rivera y sus aptitudes artísticas.



Frecuenta a los hermanos Baroja y a Ramón del Valle-Inclán. Desde allí entre 1908 y 1910 realizó diversos viajes por Francia y Bélgica en 1909 en donde conoce a Angelina Beloff en Brujas. Estudia con el pintor académico Victor-Octave Guillonet. Él admiraba mucho la labor de Brüghel, Hogarth y Goya.También viaja a Holanda y Gran Bretaña.

El año1910 es coronado con una Exposición (por primera vez) en la Societé des Artistes Independants. Recibe en estos viajes la influencia del postimpresionismo. Paul Cezanne lo impacta especialmente. Rivera experimenta con otros estilos que surgen en la época.

Rivera pensaba que el estudio de la pintura le permitía aprender mucho pero aún sentía que en su trabajo había algo ausente.

Sus pinturas parecen ser sólo para ser disfrutadas por la gente que podía permitirse el lujo de comprar obras para sus casas. Pero Diego Rivera entendía que el arte debe ser disfrutado por todo el mundo; en especial por los pobres. por los trabajadores.
Rivera desarrolló un creciente interés por las masas y se interiorizó sobre el arte popular y las antiguas obras maestras de Méjico.
En el mes de agosto viajó a Méjico y expuso en la Academia de San Carlos.

Regresa a Europa a principios del año siguiente y expone en el Salón d' Automne. Pasa la temporada invernal en Cataluña. Llegada la primavera de 1912 regresa a París y expone en la Societé des Artistes Independants. Se instala con Angelina en el 26 de la rue du Depart. Estancia en Toledo en el verano, junto con Zárraga y Best Maugard. Regresa a París en Septiembre. Época precubista.
En 1913 efectúa una Exposición colectiva en la galería de Berheim Jeune. Envía cuadros a la Societé des Artistes Independants. Reside en Toledo de Abril a Agosto. Crea sus primeros cuadros cubistas. Expone en el Salón d' Automne.

Realiza una exposición sus cuadros cubistas en la Societé des Artistes Independants, en 1914. Por esta época se reúne frecuentemente con Pablo Picasso y Juan Gris.
Hace su primera exposición individual en la Galería Berthe Weill en Abril. La Primera Guerra Mundial lo sorprende en Mallorca. Se traslada a Barcelona en septiembre y se e instala en Madrid a finales de año.
En 1915 Conoce a Marevna Vorobieva.

Hacia 1916 construye la chose, un aparato óptico que permite realizar cuadros cubistas. En octubre, expone en la Modern Gallery de Nueva York. Ese mismo año nace Diego, hijo de Rivera y de Angelina Beloff.

Rompe con el cubismo en 1917 y vuelve a la figuración tradicional. Diego Rivera consideró que el cubismo era demasiado intelectual, más preocupado por los conocimientos técnicos que con la fluidez natural de la concepción y por esta razón el cubismo gradualmente desapareció de su trabajo.

Fallece su hijo Diego Rivera Belloff.

En 1918 se muda con Angelina, a un departamento cerca del Campo Marte. Establece amistad con los suecos Adam y Elen Fisher, con quienes veranea cerca de Arcachon.

Viaja recorriendo Francia. La presencia de Picasso ha desaparecido en las obras de este período y la influencia de Cezanne es bastante notable, al punto en que a esta época se la puede denominar cezanniana.



Participa en 1919 en una exposición de pintura figurativa clásica en París y recibe duras y violentas críticas de los teóricos cubistas. Se encuentra con David Alfaro Siqueiros. Nace su segunda hija Marika Rivera Vorobieva.

Se inicia en 1920 una nueva época costumbrista. Durante la década de los años 20 recibió numerosos encargos del gobierno de su país para realizar grandes composiciones murales en las que Rivera abandonó las corrientes artísticas del momento para crear un estilo nacional que reflejara la historia del pueblo mexicano, desde la época precolombina hasta la Revolución, con escenas de un realismo vigoroso y popular, y de colores vivos. En este sentido, son famosas, por ejemplo, las escenas que evocan la presencia de Hernán Cortés en tierras mexicanas (por ejemplo, la llegada del conquistador a las costas de Veracruz, o su encuentro en Tenochtitlán con el soberano azteca Moctezuma II).

Estableció una relación amorosa con Elen Fisher y viajó a Italia a estudiar los frescos del Renacimiento que allí se conservan, e investigó la técnica mural del pintor renacentista italiano Giotto, cuya influencia lo hizo apartarse del movimiento cubista definitivamente, para indagar con mayor profundidad en las escenas sociales de su entorno. Antes de embarcarse, Diego tenía en cartera centenares de bocetos para ejecutarlos a su regreso.

En marzo de1921 prepara su regreso a México y llega a Veracruz en julio. Conoce a José Vasconcelos, al que acompaña en diciembre a Yucatán. Efectúa viajes a Jalisco y Puebla e inicia una relación con Lupe Rivas Cacho, "la pinguica". Conoce a Lupe Marín.

Estableció una relación amorosa con Elen Fisher y viajó a Italia a estudiar los frescos del Renacimiento que allí se conservan, e investigó la técnica mural del pintor renacentista italiano Giotto, cuya influencia lo hizo apartarse del movimiento cubista definitivamente, para indagar con mayor profundidad en las escenas sociales de su entorno. Antes de embarcarse, Diego tenía en cartera centenares de bocetos para ejecutarlos a su regreso.
En marzo de1921 prepara su regreso a México y llega a Veracruz en julio. Conoce a José Vasconcelos, al que acompaña en diciembre a Yucatán. Efectúa viajes a Jalisco y Puebla e inicia una relación con Lupe Rivas Cacho, "la pinguica". Conoce a Lupe Marín.

Después de un catorce años de ausencia de Méjico, Rivera decidió regresar a sus hogares y participar en lo que hoy conocemos como el Renacimiento mexicano. El Ministro de Educación Pública, José Vasconcelos, puso en marcha un programa nacional de educación popular que incluyó la adición de arte mural a los edificios públicos.

Siempre fue la ambición de Rivera expresar en forma plástica los sucesos, ideas y esperanzas de la Revolución Mexicana. Para ello realizó experiencias con la técnica del fresco que consiste en pintar directamente sobre la argamasa mojada (mezcla de cal y arena), para que el color penetre y al secarse quede fijado.

En setiembre de 1922, ingresa al Partido Comunista Mejicano y en 1923 integra el comité Central del Partido Comunista Mejicano junto con Siqueiros y Xavier Guerrero. Además participa en la creación del sindicato de pintores, escultores y Grabadores Revolucionarios de Méjico.


El vendedor de flores – Diego Rivera

En 1923 Diego Rivera comenzó una serie de 124 frescos en las paredes del patio de la Secretaría de Educación Pública. El edificio era de tres pisos de altura. Rivera tomó más de cuatro años para completar el trabajo. Durante este tiempo, ocupado como lo fue, Rivera también realiza treinta y nueve frescos en la Escuela Agraria de Chapingo. Pero fue su trabajo en el edificio de Educación que lo hizo famoso en todo el mundo occidental. Ése fue el renacimiento de la pintura mural.


El trabajo se divide en dos partes - el Tribunal de Trabajo, que representa a los industriales y agrícolas, labores de los mexicanos, así como su arte, escultura, danza, música, poesía y drama, y el Tribunal de Fiesta, que representa a popular festivales folclóricos y baladas. Además de sus murales en el Ministerio de Educación Pública y la Escuela Agraria de Chapingo, Diego Rivera creó hermosos murales en Cuernavaca, el Palacio Nacional, el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de Méjico y el Hotel Reforma salón de banquetes. Todos estos fueron pintados durante un lapso de quince años. Diego Rivera consideró que sus murales en el edificio de Educación constituye toda la historia de la civilización mexicana y la estructura social.

Pareja indígena- Diego Rivera


Es indudable que los murales que Rivera realizó en México lo convirtieron en famoso, haciéndolo cabeza de la escuela pictórica y líder político. Su preocupación por la Política y lo social, lo hicieron blanco de innumerables críticas y lo envolvió de circunstancias no deseables. En junio de 1924, un grupo de estudiantes agrede los murales de José Clemente Orozco en la preparatoria. La prensa considera a Rivera la figura más prominente del "movimiento muralista". Nace Lupe Rivera Marín (Picos).


La sangre de los mártires revolucionarios fertilizando la tierra- Diego Rivera-1926



En 1925 reanuda sus trabajos en la SEP gracias al apoyo del nuevo ministro, José María Puig. Paralelamente, Empieza a decorar la entrada de la Escuela de Agricultura de Chapingo y abandona el Partido Comunista. Gana un premio en Los Ángeles.

En 1927 Rivera viajó a la Unión Soviética para asistir a las celebraciones del Décimo Aniversario de la Revolución de Octubre.
El 22 de Agosto, se casa con Frida Kahlo.

Frida Kahlo y Diego Rivera

Fue elegido Presidente del Bloque Obrero y Campesino. Es expulsado por el Partido Comunista. El mismo año comienza a pintar en el Palacio de Cortés en Cuernavaca gracias al apoyo del embajador norteamericano Dwight Morrow. Nombrado Director de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional, prepara un plan de estudios que suscita polémica.

Vendedora de piñas - Diego Rivera

Entre 1930 y 1940 trabajó en los EE.UU. y México, y muchas de sus pinturas generaron polémicas y controversias. En 1932 diseña la escenografía y el vestuario del ballet H.P. (Horse Power) de Carlos Chávez. y comienza a pintar en el Detroit Institute of Arts gracias al apoyo de Edsel Ford.

Barbarie nazi -Diego Rivera-1933
Nueva York, International Ladies Garment Workers Union

Nelson Rockefeller lo contrata para decorar el lobby del Rockefeller Center de Nueva York, entonces en construcción. Renuncia en 1933 al cargo en la Escuela de Artes Plásticas y viaja a San Francisco para exponer en el California Palace of the Legion of Honor.
El Rockefeller Center de Nueva York situado en "Fifth Avenue", una de las avenidas más importantes y famosas, se posicionaba como uno de los emblemas mas importantes del capitalismo. Diego Rivera, diseñó para esta ocasión, el mural denominado “El hombre en una encrucijada”. Pero cuando Rivera se encontraba a punto de completarlo, incluyó un retrato de Lenin, líder del partido comunista ruso. Este acto deliberado de Rivera ocasionó una tormenta de críticas negativas y positivas. La polémica desatada lo llevó a su despido y a la destrucción oficial del mural en 1934.
En el San Francisco Art Institute -Escuela de Arte de San Francisco, así como en el Instituto de Artes de Detroit, es donde podemos encontrar las obras más destacadas de Rivera en los EE.UU.
En
1936 solicita al presidente Lázaro Cárdenas del Río, el asilo político de León Trotsky en México, el que se concreta el año siguiente, recibiéndolo en la Casa Azul de Frida Kahlo.
Recibe a André Bretón en 1938 a quien aloja en casa de su ex-esposa, Lupe Marin.Hacia 1939 se produce una ruptura con Trotsky y al año siguiente se divorcia de Frida Kahlo, para volver a casarse con ella en diciembre del mismo año.

Las manos del Dr. Moore – Diego Rivera

Realiza Conferencias sobre Arte Política y Ciencia en el Colegio Nacional en 1943 y al año siguiente inicia la construcción del Anahuacalli y las decoraciones al fresco de los corredores del primer piso del Palacio Nacional, las que termina al año siguiente.
En
1946, pintó una de sus obras mas importantes: "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" en el recién construido Hotel del Prado de la Ciudad de México. También integra junto con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, la comisión de Pintura Mural del Instituto Nacional de Bellas Artes.


Sueño de un domingo por la tarde en la alameda – Diego Rivera - 1946



Detalle de Sueño de un domingo por la tarde en la alameda, 1946




El Museo Mural Diego Rivera fue pensado y construido especialmente para albergar el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central terminado en 1947 por Diego Rivera para el salón comedor Versalles del Hotel del Prado, que se encontraba ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Diego Rivera en un imaginario paseo por la Alameda, nos hace partícipes de los recuerdos de su niñez y juventud, a través de personajes que conoció, al mismo tiempo que realiza una síntesis de la historia de México, representada por algunos de sus protagonistas más importantes o significativos.A consecuencia de los sismos de 1985, el edificio del hotel quedó dañado de manera irreparable y el mural fue rescatado del interior para su conservación. Poco después se decidió colocarlo en un lugar cercano a su original ubicación, y comisionar al arquitecto J.L. Benllure para la realización del proyecto para el nuevo museo.

La inclusión de un retrato de Ignacio Ramírez "el nigromante", enarbolando una pancarta que decía "Dios no existe", en el mural del Hotel del Prado, provoca una violenta manifestación y se ve obligado a borrar la frase y a retocar el mural dañado en 1948. Pinta 2 tableros más en Chapingo.

Rivera trabajando

Al siguiente año el Instituto Nacional de las Bellas Artes organiza una magna exposición para festejar el cincuentenario de su labor artística. Continúa las decoraciones murales en el corredor del Palacio Nacional.

En
1950 ilustró Canto General de Pablo Neruda y realiza la escenografía de la obra “El cuadrante de la Soledad” de José Revueltas. Con Siqueiros, Orozco y Tamayo, representa a México en la Bienal de Venecia. Recibe el premio Nacional de las Artes Plásticas.Para la exposición Veinte siglos de Arte Mexicano, en 1952,realiza en el Palacio de las Bellas Artes el mural transportable "Pesadilla de guerra y sueño de paz" en el que se representa, entre otros personajes, a José Stalin y a Mao . Carlos Chávez, director del INBA, se niega a incluir el mural en la muestra y lo secuestra. Rivera logra recuperarlo, y lo obsequia a la República Popular China.


En 1953 realiza una decoración mural en el exterior del Teatro Insurgentes y dos tableros para la casa particular de Santiago Reachi en Cuernavaca. Finaliza la decoración en mosaico de la parte frontal del Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria. Pinta "el pueblo en demanda de Salud" para el Seguro Social.

Fallece su compañera Frida Kahlo en julio de 1954 y en setiembre solicita ser reincorporado al Partido Comunista y es aceptado.



Al año de fallecida Frida se casa con Emma Hurtado. Dona al pueblo de México, la Casa Azul de Frida Kahlo, el Anahuacalli y la colección de piezas prehispánicas que ha ido constituyendo a través de los años.

El Hotel del Prado, en la Ciudad de Méjico, se negó exhibir un gran fresco suyo en que aparecían las palabras "Dios no existe". Rivera se negaba a borrarlas, hasta que por fin cedió al regresar a finales del año en 1956 de un viaje a Rusia realizado por motivos de salud y ser sometido a una operación quirúrgica.
Vuelve a Méjico a finales de la primavera de 1956. El 8 de diciembre, al cumplir setenta años, sus amigos le organizan un festival en el patio de la Anahuacalli.
El 24 de noviembre de 1957 fallece en Coyoacán.

La nueva libertad - Diego Rivera

Diego Rivera ha sido sin duda alguna un artista comprometido políticamente, y su adhesión a la causa socialista se ve reflejada en todas sus obras. Puede ser definido como dibujante, pintor, ilustrador, escritor, conferencista y líder político.

Sus realizaciones han sido el resultado de una amalgama del estilo de Gauguin, y las culturas maya y azteca. Ha sabido representar el período precolombino y los trascendentes elementos de la historia mexicana relacionados con la vida campesina y obrera. Ha sido Rivera un pintor de lo popular, resaltando costumbres y todo contenido social, que ha conseguido, fiel a su intención, llevar el arte a todas partes. Ha logrado hacer un arte para todos y así se refleja en todas sus obras.


La noche de los pobres – Diego Rivera

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http://www.youtube.com/watch?v=hL9JLugE8s8&feature=related



Las panteras y el templo
Abelardo Castillo

Y sin embargo sé que algún día tendré un descuido, tropezaré con un mueble o simplemente me temblará la mano y ella abrirá los ojos mirándome aterrada (creyendo acaso que aún sueña, que ese que está ahí junto a la cama, arrodillado y con el hacha en la mano, es un asesino de pesadilla), y entonces me reconocerá, quizá grite, y sé que ya no podré detenerme. Todo fue diabólicamente extraño. Ocurrió mientras corregía aquella historia del hombre que una noche se acerca sigilosamente a la cama de su mujer dormida, con un hacha en alto (no sé por qué elegí un hacha: ésta aún no estaba allí, llamándome desde la pared con un grito negro, desafiándome a celebrar una vez más la monstruosa ceremonia). Imaginé, de pronto, que el hombre no mataba a la mujer. Se arrepiente, y no mata.

El horror consistía, justamente, en eso: él guardará para siempre el secreto de aquel juego; ella dormirá toda su vida junto al hombre que esa noche estuvo a punto de deshacer, a golpes, su luminosa cabeza rubia (por qué rubia y luminosa, por qué no podía dejar de imaginarme el esplendor de su pelo sobre la almohada), y ese secreto intolerable sería la infinita venganza de aquel hombre. La historia, así resuelta, me pareció mucho más bella y perversa que la historia original. Inútilmente, traté de reescribirla. Como si alguien me hubiese robado las palabras, era incapaz de de narrar la sigilosa inmovilidad de la luna en la ventana, el trunco dibujo del hacha ahora detenida en el aire, el pelo de la mujer dormida, los párpados del hombre abiertos en la oscuridad, su odio tumultuoso paralizado de pronto y transformándose en un odio sutil, triunfal, mucho más atroz por cuanto aplacaba, al mismo tiempo, al amor y a la venganza.

Me sentí incapaz, durante días, de hacer algo con aquello. Una tarde, mientras hojeaba por distraerme un libro de cacerías, vi el grabado de una pantera. Las panteras irrumpen en el templo, pensé absurdamente. Más que pensarlo, casi lo oí. Era el comienzo de una frase en alemán que yo había leído hacía muchos años, ya no recordaba quién la había escrito, ni comprendí por qué me llenaba de una salvaje felicidad. Entonces sentí como si una corriente eléctrica me atravesara el cuerpo, una idea, súbita y deslumbrante como un relámpago de locura. No sé en qué momento salí a la calle; sé que esa misma noche yo estaba en este cuarto mirando fascinado el hacha. Después, lentamente la descolgué. No era del todo como yo la había imaginado: se parece más a un hacha de guerra del siglo XIV, es algo así como una pequeña hacha vikinga con tientos en la empañadura y hoja negra.

Mi mujer se había reído con ternura al verla, yo nunca me resignaría a abandonar la infancia. El día siguiente fue como cualquier otro. No recuerdo ningún acontecimiento extraño o anormal hasta mucho después. Una noche, al acostarse, mi mujer me miró con preocupación. "Estás cansado", me dijo, "no te quedes despierto hasta muy tarde." Respondí que no estaba cansado, dije algo que la hizo sonreír acerca del fuego pálido de su pelo, le besé la frente y me encerré en mi escritorio. Aquélla fue la primera noche que recuerdo haber realizado la ceremonia del hacha. Traté de engañarme, me dije que al descolgarla y cruzar con pasos de ladrón las habitaciones de mi propia casa, sólo quería (es ridículo que lo escriba) experimentar yo mismo las sensaciones (el odio, el terror, la angustia) de un hombre puesto a asesinar a su mujer. Un hombre puesto. La palabra es horriblemente precisa, sólo que ¿puesto por quién? Como mandado por una voluntad ajena y demencial me transformé en el fantasma de una invención mía. Siempre lo temí, por otra parte. De algún modo, siempre supe que ellas acechan y que uno no puede conjurarlas sin castigo, las panteras, que cualquier día entran y profanan los cálices.

Desde que mi mano acarició por primera vez el áspero y cálido correaje de su empuñadura, supe que la realidad comenzaba a ceder, que inexorablemente me deslizaba, como por una grieta, a una especie de universo paralelo, al mundo de los zombies que porque alguien los sueña se abandonan una noche al caos y deben descolgar un hacha. El creador organiza un universo. Cuando ese universo se arma contra él, las panteras han entrado en el templo. Todavía soy yo, todavía me aferro a estas palabras que no pueden explicar nada, porque quién es capaz de sospechar siquiera lo que fue aquello, aquel arrastrarse centímetro a centímetro en la oscuridad, casi sin avanzar, oyendo el propio pulso como un tambor sordo en el silencio de la casa, oyendo una respiración sosegada que de pronto se altera por cualquier motivo, oyendo el crujir de las sábanas como un estallido sólo porque ella, mi mujer que duerme y a la que yo arrastrándome me acerco, se ha movido en sueños. Siento entonces todo el ciego espanto, todo el callado pavor que es capaz de soportar un hombre sin perder la razón, sin echarse a dar gritos en la oscuridad. Acabo de escribirlo: todo el miedo de que es capaz un hombre a oscuras, en silencio.

Creí o simulé creer que después de aquel juego disparatado podría terminar mi historia. Esa mañana no me atreví a mirar los ojos de mi mujer y tuve la dulce y paradojal esperanza de haber estado loco la noche anterior. Durante el día no sucedió nada; sin embargo, a medida que pasaban las horas, me fue ganando un temor creciente, vago al principio pero más poderoso a medida que caía la tarde: el miedo a repetir la experiencia. No la repetí aquella noche, ni a la noche siguiente. No la hubiese repetido nunca de no haber dado por casualidad (o acaso la busqué días enteros en mi biblioteca, o acaso quería encontrarla por azar en la página abierta de un libro) con una traducción de aquel oscuro símbolo alemán. Leopardos irrumpen en el templo, leí, y beben hasta vaciar los cántaros de sacrificio: esto se repite siempre, finalmente es posible preverlo y se convierte en parte de la ceremonia.

Hace muchos años de esto, he olvidado cuántos. No me resistí: descolgué casi con alegría el hacha, me arrodillé sobre la alfombra y emprendí, a rastras, la marcha en la oscuridad. Y sin embargo sé que algún día cometeré un descuido, tropezaré con un mueble o simplemente me temblará la mano. Cada noche es mayor el tiempo que me quedo allí hipnotizado por el esplendor de su pelo, de rodillas junto a la cama. Sé que algún día ella abrirá los ojos. Sé que la luna me alumbrará la cara.

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