El arte de la esquina
Boletín
mensual N° 75 - Año VII
Octubre de 2013
El Sueño - Pablo Ruiz Picasso
SUMARIO
Apuntes
para una Estética del Realismo (8ª Parte)
Cambio de Paradigma: otra mirada
Estética del Realismo (8ª Parte)
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Ilustración: Elsa Sposaro
Tardíamente,
el pueblo acompañando a Giuseppe Garibaldi y otros
políticos logra la unión italiana, en la segunda mitad del siglo XIX: Pero, son
los artistas quienes la consolidan y difunden.
Giuseppe Garibaldi
Así sucede
con la escritora Grazia Cosima Deledda, por
ejemplo, cuyo mérito excede sobradamente la obtención del Premio Nobel.
Grazia Cosima Deledda
Su mayor
logro consiste en la evocación de escenas típicas de su aldea en Cerdeña, que
colorea con el característico tono local y carga con sentimientos íntimos y
familiares, que por únicos y singulares se tornan universales.
Su “Cosima”
es una autobiografía póstuma. En ella suenan la música, las voces y los ruidos
propios de su nación. En esa obra están los olores y sabores de la isla.
Texto
de “Cosima”
"Entre esta gente y en este ambiente, creció pues la pequeña Cosima: Ahora tiene siete años y va también a la escuela, con la hermana mayor que repite la cuarta elemental. El viaje para llegar al convento que sirve de escuela, está lleno de aventuras para ella; es menester bajar por calles angostas, mal empedradas, atravesar casuchas de gentes pobres, hasta la plaza donde se encuentra el barrio aristocrático, con casas altas,balcones, y toldos almidonados en las ventanas. Sentados en el suelo, a un lado de la plaza, los hortelanos con sus cestos de verduras: la mayor parte son criados, que venden los productos de las huertas de sus amos, y cuentan las cosas de estos; a veces llega un carro que vienede los pueblos de la costa, cargado de pescado, o de sandías y melones. es de ver entonces cómo acuden los compradores golosos, y el propio señor Antonio, cuando lo sabe, adquiere un kilo de róbalo o un melón fragante y lo lleva a casa dentro del pañuelo de cuadros.
Por la plaza, la carretera provincial,que atraviesa el pueblo, lleva el nombre de Calle Mayor: allí existe un enorme palacio señorial que con sus galerías y sus cornisas constituía la maravilla de Cosima; allí está, además, el café con las puertas encristaladas, y dentro, los espejos y los divanes, otra maravilla para Cosima; y aquí y allá, almacenes y mercerías, tiendas de telas y comestibles;pero lo que más interesa a nuestra estudiantilla, es la librería del Señor Carlino, donde se vendían los cuadernos, la tinta y las plumillas, todas aquellas mágicas, en suma, con las cuales se puede traducir la palabra por signos y más aún que la palabra, el pensamiento del hombre. Alguno de estos signos extraordinarios ya los sabe trazar Cosima, porque el tío Sebastiano se los ha enseñado,de modo que no va a la primera clase, sino directamente a la segunda elemental. El convento tiene dos entradas, una para los chicos y otra para las chicas; en él se adentran por una breve escalerilla exterior, y se pasa a un largo corredor claro y limpio, sobre el que se abren las aulas: clasecillas que aún conservan el olor claustral, con las ventanas provistas de rejas, por las cuales se vislumbra el verdor de los huertos y se siente el rumor de los chopos y el ladrar de los perros en el valle lejano. Pajarillos verdosos se posan sobre el alfeizar de la ventana, las nubecillas de color cobrizo de los primeros días de octubre pasan sobre el cielo bajo un azul intenso y luminoso, y la voz de la maestra resuena en el silencio como la del rabadán que sobre una cima llama a las cabras dispersas. Y las chivitas de grandes ojos líquidos de color azulado,las muchachas, en total unas quince, tienen el deseo de evadirse del recinto donde pacen la hierba del saber, para precipitarse en los meandros del valle y trepar por los chopos junto al torrente todavía seco. Son casi todas muchachuelas un poco salvajes, aunque algunas, como Cósima, sean de familia acomodada y casi señorial; sin embargo, sus compañeras de banco son las hijas, una de un pastor y otra de un herrero que, llegado de un país lejano en sus primeros años, y por su gran pobreza, se alojó en una gruta poco distante del pueblao, y después, poco a poco, hizo fortuna y hoy tiene una linda casa y un taller donde trabaja día y noche. tampoco la maestra es del lugar; también viene desde muy lejos, de ultramar, y la llaman por eso la Continental; es una mujer bella aún, con los cabellos rubios, crespos, pero irascible y nerviosa. Solamente Cosima recibe de ella una acogida buena y gentil; la muchacha, sin embargo, con gran instinto, pronto experimenta un sentido de desconfianza hacia aquella señora de la voz gruesa y los ojos vacuos, y permanece firme, rígida, en su puesto junto a la ventana."...
Por su
parte, Giovanni Verga, quien sufre la influencia
del naturalismo, es mostrado por el verismo italiano como su figura más
destacada.
Giovanni Verga
En sus
novelas “Una pecadora” y “Eros” critica a la burguesía. Luego su evolución
literaria le acerca al modo de vida de los campesinos sicilianos en la “Vida de
los campos” y “Los Malavoglia”.
En ambas
muestra la simpatía que le provoca la gente del sur, conservando la
objetividad. En la posguerra europea, a casi una centuria de distancia, el cine
neo realista lo intenta en el modo superlativo que el Séptimo Arte le ofrece.
En los
cánones de este movimiento son muchos los creadores que piensan que el Arte no
hay lugar para la alegoría, ya que ésta es ideal y no real. En todo ese tiempo
no hay homogeneidad ni en los principios políticos ni en los artísticos.
Entre los
primeros coexisten republicanos y monárquicos, con anarquistas, comunistas y
socialistas. Entre los segundos, muchos creadores se mantienen dentro de la tradición
clásica del ideal, conservando los derechos de la ficción.
Un ejemplo
vivo de esto, en las Artes Plásticas, son los Decorativistas
desde el eclecticismo conciliador de lo clásico y lo romántico de Chasseriau, al simbolismo de Puvis
de Chavannes, creador de un mundo de armonías pálidas de formas
sencillas, en el que alegorías, musas y poetas conviven en un suave y grácil
equilibrio, reivindicando sus derechos en medio de un entorno marcado por el
dominio realista escéptico, descreído y hostil a estos entes de ficción.
Cambio de Paradigma: otra mirada
Lic. Alicia Grela Vázquez
Para
ingresar en el entendimiento de este concepto, quizás sea necesaria una
aproximación previa a los términos en él reunidos.
“Cambio”
hace referencia a movimiento, pudiendo ser éste de distinto grado de
significación, e. g.: el estado del agua en la naturaleza; el local (aquí
o en otro sitio); el devenir (mutar) o el pasar del no ser al ser: nacer, o
a la inversa: morir.
“Paradigma”
con su prosapia etimológica no es más que ejemplo, modelo.
En los avatares
educativos es posible reconocer al menos tres instancias: el mito, el epos
y la historia.
En Grecia,
según el mito, Hefaistos
(Vulcano) instruye en las Artes del Fuego a los Cíclopes. Él es quien a goles de maza en el cráneo
de Zeus (Júpiter)
oficia singularmente de partera en el nacimiento de Atenea (Minerva), su media hermana,
concebida por su padre, el dios más poderoso del Panteón helénico.
Cíclope
Ella
introdujo a los hombres en el cultivo y a las mujeres en la práctica del
tejido. La formación incluía el castigo, como el que dio eternamente a Aracné, por haberla
superado en una competencia, transformándola en araña.
Aracné
Entre los
maestros excepcionales figura, no sólo por ser un híbrido Quirón (Sagitario)
músico, médico, cazador, arquero, saetero y entrenador en las Artes Marciales
de los grandes héroes, como Aquiles.
El Centauro, bueno y generoso, cambió su inmortalidad por salvar la vida de su
discípulo.
Quirón
En la etapa
del epos, a mitad de camino entre el mito y la historia, con fuertes
referencias de la tradición oral, pero con algunos datos fehacientes, figura Diotima, considerada como
la primera mujer filósofa en Atenas.
Por ella Sócrates afirmó
desafiante que Eros
(Cupido) no era un dios, ni joven, ni bello, ni rico, pues solo se quiere, lo
que no se tiene. Con esa pareja pedagógica el modelo pudo haber cambiado, si se
hubiese extendido la educación a mujeres y jóvenes, como era su propósito.
También con
su aparición los sofistas contribuyeron al cambio de paradigma, que la
aristocracia no pudo impedir. Pese a la difamación de que fueron objeto, estos
extranjeros consiguieron ampliar la base educativa y repartir algo más el
poder. Los comerciantes enriquecidos, que no podían acceder a la política,
preparaban el ingreso de sus hijos a ella, con lecciones de persuasión, oratoria
y retórica. La cultura seguía ligada a una forma de producción basada en la
esclavitud. La enseñanza, a cargo de pedagogos, no recibió bien a estos hombres
libres.
Para Platón
la Educación Artística era preparatoria para la posterior, regida por la razón,
guía en la vida ciudadana. Para el Estagirita, partiendo de la experiencia, el Arte se constituía
en un grado del conocimiento, a penas inferior a la ciencia. Interpretaría e interpelaría a la realidad,
acusándola públicamente y buscando concordancia entre ésta y el pensamiento, el
ser y el decir, con el establecimiento de las categorías (sustancia y
accidentes).
El primero, (desde los jardines de Academo) cree que el conocimiento es
anámnesis (recuerdo) y que la educación sólo debe rescatar las verdades
contempladas en otra vida y que el maestro es uno que hizo el ascenso, hasta
lograr la iluminación.
Ambos se tornan, en modelos pedagógicos vivos por siglos, a través de
escritos exotéricos, para el gran público, como los Diálogos; y esotéricos,
para iniciados, los peripatéticos, seguidores de la escuela: el Liceo.
La Antigüedad finalizó con la caída del Imperio Romano de Occidente o,
si se prefiere, con la desintegración de la Academia, pues son hechos
contemporáneos. Para entonces, la figura filosófica es Hipatia de Alejandría, maestra agnóstica,
matemática y astrónoma. Protagonista, testigo y víctima de la quema de la
Biblioteca, el fin del politeísmo egipcio y romano y el fanatismo que enfrentó
a las dos religiones monoteístas (judaísmo y cristianismo) en pugna.
Hipatia
La historia reconoce en la Edad Media a Agustín y Tomás, que el cristianismo consagra como santos,
según el modelo del Divino Maestro (Jesús). Ellos siguen a Platón y a
Aristóteles, respectivamente. La cosmovisión teocéntrica también abarca a los
creyentes sólo en la palabra de Antiguo Testamento y a los del Corán.
Todos ellos ajustan y adaptan a
sus propias religiones las ideas de las filosofías paganas, aún aquellas más
difíciles de acomodar, como las de la materia prima preexistente (en conflicto
con la creación ex nihilo) y el ciclo del eterno retorno (incompatible con una
historia lineal, con un principio y un fin).
Fuera de
las nacientes Universidades
y la escolástica la educación estaba en manos de las familias y los gremios. Éstos
instruían a los aprendices, hasta hacer de ellos Maestros, regulaban el
desempeño laboral y aseguraban beneficios a la cofradía.
La
Modernidad trajo consigo en conocimiento de nuevas tierras y gentes. Esto
posibilitó la construcción de un nuevo mito: el buen salvaje. Según él, el
hombre es naturalmente bueno y es la sociedad, la que le hace malo. Este cuento
pasó por alto un hecho: donde hay hombres, hay cultura.
Comenio propone una multiplicidad de cambios políticos
y pedagógicos. Con él aparecen las imágenes con uso didáctico y no para
catequesis.
Jacotot, el Maestro Ignorante, mostró con su práctica
que se puede enseñar lo que no se sabe, sin pretender llegar a la igualdad
entre el docente y el alumno, sino partiendo de ella. Sin embargo, sus ideas
filosóficas y pedagógicas fueron postergadas en beneficio de J. J. Rousseau.
Joseph Jacotot
No
obstante, este período aportó, por las contribuciones gnoseológicas de los
empiristas (liberales en lo económico y político) avances educativos que la
Ilustración plasmó. Considerando que todos los hombres son libres e iguales,
posibilitó la implantación de la Educación Pública gratuita y generalizada, que
se agregó a la parroquial.
Muchas
veces la igualdad era concebida al modo de Procusto, quien tomando su lecho como patrón,
acostaba a sus víctimas en él y, si algo excedía de esa medida, lo cortaba, y
si no la alcanzaba, estiraba al sujeto hasta lograrlo. El resultado era la
mutilación o el desmembramiento.
Lecho de Procusto
Lecho de Procusto
Claro que
este cambio fue impulsado por la Revolución Industrial. La fábrica trae de
vuelta otro viejo mito: el de las sirenas. Ellas con su canto atraían a los marineros que, por
seguirlas, encontraban la muerte al arrojarse al mar. Eran seres malvados y
maravillosos que combinaban en un solo cuerpo, la gracia de una bella mujer y
la forma hidrodinámica de un pez.
Sirena
El
capitalismo instala sin ningún pudor sirenas (no orgánicas, ni hermosas) pero
al igual que aquellas, llaman a los hombres a su tumba. Pero, en su perfidia,
agregan a mujeres y niños, que responden a su llamado.
La
industria necesitaba trabajadores capacitados y obedientes, que pudieran seguir
adecuadamente consignas. La escuela cumpliría con las funciones requeridas por
el mercado laboral. Además impulsaría los valores del heroísmo y el amor a la
patria.
Ella
proveería de mano de obra más calificada y dispuesta a cumplir órdenes y a dar
la vida por su nación. Pero, si así no fuere, los cuarteles albergaban a
quienes reprimirían con rigor la desobediencia. Ejemplos trágicos de esto son
los hechos sucedidos en las ciudades de Chicago y Nueva York, transformados en el Día Internacional de los Trabajadores y el de la
Mujer, respectivamente.
Las
enfermedades laborales y las mutilaciones en accidentes de trabajo o en la
batalla trajeron consigo un nuevo concepto en cuidados de la salud: el hospital
moderno. Todas estas instituciones tienen configuraciones análogas desde su
estructura edilicia a su organización y funcionamiento. Tal vez podría añadirse
a éstas, la cárcel. Todas ellas uniformando de muchos y diversos modos, a los
sujetos que ingresan en ellas. La película “The Wall” de Pink Floyd lo ilustra de un modo
inmejorable.
La
Modernidad hizo suyo el supuesto griego: las personas más hábiles realizan
trabajos intelectuales, mientras que el resto, menos favorecido, se encarga de
las tareas manuales. Y, así como en el mundo helénico, esta idea dio sus
frutos, durante la Revolución Industrial los capitalistas burgueses sacaron
rédito de ella, pero los proletarios no.
La
Posmodernidad pretende, tras los fracasos impuestos por el neoliberalismo
financiados por el Banco Mundial, una Nueva Reforma de la Educación Pública,
esta vez de alcance planetario. Un denominador común con las anteriores es la
razón económica: integrar a las jóvenes generaciones en el modo de producción
del siglo XXI. Y, aunque esta causa es la principal, no es la única, otras
concurren. Entre ellas se destaca como determinante, la cultural.
Todos los
imperialismos históricos han procedido a la globalización, en el modo en que
les era propio, según su contexto. La actual enfrenta el conflicto que
evidencia la presencia de regionalismos (como el Latinoamericano) y
nacionalismos (al estilo del catalán, el vasco o el gallego) de corte
autonomista o independentista.
La
educación muestra, entre otros, un problema: enfrentar el Tercer Milenio con
recetas anticuadas. Éstas carecen de sentido para los alumnos de hoy. El saber
no es un fin en sí mismo, pero tampoco parece ser un medio idóneo para
conseguir un buen empleo, satisfactorio y bien remunerado. El trabajo está
afectado por el mismo Principio de Incertidumbre que descubrió la Física de
Heisenberg y lo impregnó todo.
Debe
reconocerse que un estudiante aprende mucho fuera de las instituciones
educativas; que el medio en que se mueve es más atrayente y dinámico; que tiene
otras formas de incorporar conocimientos; que está sometido a una cantidad y
variedad de estímulos como nunca anteriormente lo han estado las generaciones
anteriores...
Las nuevas
tecnologías hacen que la información sea más accesible y abrumadora. Todo eso
si no paraliza, sobreexcita al educando, mientras que la sociedad pretende
anestesiarlo o enmascararlo en pseudo patologías que la moda regula.
Todo esto
es alienante para el sujeto. Pero también afecta a la Educación y muy
especialmente a la Artística. La división maniquea entre racional y empírico,
intelectual y sensible, tanto como otras falsas oposiciones han hecho que las
Artes fueran consideradas mal, al subestimárselas, en relación con las
Ciencias.
Se olvidó la afirmación de G. B. Shaw, según la cual el Arte era
la única forma de enseñar (y aprender) fuera de la tortura; se desconoció el
intento libertario de B.
Russell. Pero aún se está a tiempo para atender el llamado de atención
de Ken Robinson y
su invitación a cambiar paradigmas, al considerar que la Educación Artística es
tan importante como la alfabetización.
Aunque la UNESCO ya no esté de acuerdo.
Bertrand Russell