lunes, 10 de agosto de 2015

El arte de la esquina
Boletín mensual Nº 97- Año 9
Agosto 2015



Pacha Mama - 1 de agosto




Sumario
Apuntes para la Estética del Neoimpresionismo (Segunda Parte)
La cultura visual escolar
Artemisa Partenós







Apuntes para la Estética del Neoimpresionismo (Segunda Parte)
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro



Las teorías de la luz y el color aplicadas por el Impresionismo, posteriormente fueron utilizadas por el Puntillismo. Los artistas representantes del primero de estos movimientos usaron como técnica las pinceladas cortas yuxtapuestas, unas junto a otras, cortas y rápidas, con colores primarios. Los secundarios se formarían en la retina del espectador.




Los pintores divisionistas, en cambio, llevaron esto, aunque algo más tarde, al máximo, mediante puntos y también recurriendo como base para ello a las Ciencias Naturales (la Física y la Química) del momento.

El máximo representante de la corriente es el francés George Seurat. Luego de rechazar las pinturas impresionistas por el efecto borroso de las pinceladas irregulares, creó la técnica propia del Puntillismo. Construyó formas sólidas aplicando una multitud de pequeños puntos de colores puros, sobre un fondo blanco.



Estudio - Seurat


El sistema ideado por Seurat resultó ser revolucionario y en ese contexto tuvo innumerables seguidores. La sistematización de su técnica se reflejó en sus muy cuidados hábitos de trabajo y por el basamento científico de su producción, que fundó en los tratados de Óptica de sus contemporáneos.



Estudio para el circo - Seurat


Sus producciones muestran excursiones y distracciones en los días festivos, como “Un domingo de verano en la Grande Jatte” y “Circo”. En ellas exhibe una atmósfera de dignidad monumental, en el equilibrio de los elementos y las figuras.



                                   Un domingo de verano en la Grande Jatte - Seurat 


El interés por la luz y los colores se pone de manifiesto en obras como “El palacio de los Papas” y “La entrada en el Puerto de la Rochelle”, de su compatriota Paul Víctor Jules Signac.






Este artista inicialmente fue impresionista, pero en 1884 se hizo divisionista, al mostrar escenas marineras: faros, puertos y veleros. Sus trabajos manifiestan su seducción por el mar. Él intentó traducir la sensación que provoca el movimiento  de la luz sobre el agua. Sus cuadros puntillistas son un modelo de orden y planificación, pero en ellos las personas aparecen en forma estática.





La cultura visual escolar
Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro
  

En  su “Pedagogía de la Imagen” Ana Abramowski describe la relación de la escuela con las imágenes del siguiente modo:

           “En lo que se refiere al vínculo específico de la escuela con las imágenes, rápidamente se suele identificar a la posición escolar como reactiva ante el mundo visual –o como “apocalíptica, recurriendo a la clasificación de Umberto Eco-. Es cierto que las instituciones educativas nacieron aliadas a la imprenta y al texto escrito, pero este hecho no ha evitado la producción paralela de una variada cultura visual escolar –que se hace evidente con el solo hecho de traspasar el umbral de cualquier escuela”...



Ana Abramowski


La oposición de los términos: “escuela” e “imagen” se puede sospechar por las muchas evidencias dispersas en distintos ámbitos. Pero se la aprecia con mayor nitidez en las instituciones más conservadoras (o retrógradas) que consideran que el uso de imágenes en videos y películas es una forma que los docentes han encontrado de asistir a clase, pero sin trabajar. En esos casos su reconocimiento es inevitable.



Umberto Eco



Así es que en muchos de esos establecimientos los aparatos (TV, video reproductora, cañón, pantalla, cámara fotográfica digital, etc.) permanecen bajo llave, más que por seguridad, para al hacerlos inaccesibles, inutilizarlos.

Cabe pensar, con Martin Jay, que cada época histórica construye y consagra un régimen escópico, una forma de comportarse ante la percepción visual. Pero esto atiende al siglo XXI, mas las restricciones son del XX.



Martin Jay


Con el auxilio y la mediación de imágenes, los estudiantes aprecian aprender académicamente y operar en lo cotidiano, a tal punto que están dispuestos a adquirir y pagar por los artefactos que se lo permitan, como los ya mencionados y por otros (celulares, tablets, etc.). Además, el Estado reconoce esta necesidad, cuando les provee de Netbooks.

Quizás suceda, tal como afirma Nicolás Mirzoeff, que la vida moderna se desarrolla en la pantalla. Pero eso no implica eliminar el texto impreso. Pues, nunca desaparecerán, como Umberto Eco afirma en “Nadie acabará con los libros”.






Nicolás Mirzoeff


Ellos, desde Juan Amós Comenio, son portadores de imágenes consideradas convenientes para la enseñanza. Pero, aún mucho antes de la Pedagogía moderna, los textos medievales estaban ricamente iluminados con ellas. Del mismo modo que las iglesias cubrían sus muros con ellas para transmitir el Evangelio en el seno de comunidades casi totalmente analfabetas. Murales, cúpulas y vitrales comunicaban así la Buena Nueva. El peso de los íconos era mayor en las culturas ágrafas, como asevera Inés Dussel.



Inés Dussel


Jacques Ranciere, quien recientemente visitó Argentina, es el autor de “El maestro ignorante”. Desde esa perspectiva afirma que lo realmente nuevo de las imágenes es su inscripción en un dispositivo sensible, en otras formas de ver, de sentir y de decir diferentes de las habituales y consagradas.

Las Nuevas Tecnologías y las herramientas técnicas que los programas permiten facilitan la producción, la creación, la enseñanza y el aprendizaje. No es posible asegurar que estos medios promuevan una cultura mejor, al decir de Xavier Berenguer. Pero es preciso y conveniente recurrir a ellos, pues el bien y el mal resultante de su empleo depende de los sujetos que los utilicen.

En ese contexto debería crearse un banco de datos que reúna imágenes y música, sobre objetos sin Copyright, por lo menos, hasta que la ley vigente no permita avanzar sobre otros.





Artemisa Partenós

Texto: Lic. Alicia Grela Vázquez
Imagen: Prof. Elsa Sposaro

Una característica inseparable de la inmortal Artemisa, la diosa de los montes, es su virginidad. En esta propiedad es sólo comparable a su hermana Palas, que por esa razón mereció la calificación de “Partenós” (Virgen) y fue venerada como Atenea Partenós (la Virgen Atenea).


Artemisa


Pero no sólo Diana, sino también todas las ninfas que fungían como sus acompañantes, debían serlo. La causa es pues que en aquella cultura ese comportamiento era muy valorado. A éstas se les añadía la exigencia de castidad.



Ninfas


No obstante, muy curiosamente, las fantasías humanas las asocian con una generosa manifestación libidinal. Tanto, que con su nombre se ha rotulado mas de un comportamiento como patología psicológica, tal como sucede con la hipersexualidad y la precocidad sexual.

Por su parte, Palas Atenea se vincula con dos entidades con las que a veces se confunde: Niké (la Victoria) y Diké (la Justicia). Las estrategias para obtener el triunfo en una sociedad tan competitiva como la de la Antigua Grecia (y la nuestra actual) varían enormemente. Pero, finalmente lo que en ambas importa es ganar, vencer. La Justicia, por su lado, puede abarcar una gama muy amplia de formas: el equilibrio entre las virtudes, la proporción, la distribución, la reparación, la reivindicación, el castigo y la venganza, entre muchas otras.


Como su hermana, conocida entre los romanos como Minerva, sufrió el acoso de hombres y dioses movidos por el deseo. Diana fue víctima de la pasión de Alfeo (el dios río), Bífago (el hijo de Jápeto) y Sípretes (el cretense). Con éste Artemisa procedió de una manera singular, ya que, para castigar su mala actitud, lo transformó en mujer y así viese qué se siente al estar del otro lado del abuso.

En el caso de los alóadas, cuyo crecimiento y agresividad eran imparables, incontenibles; y que a esto sumaban la inmortalidad, a menos que uno de ellos matase al otro. Oto pretendía a Artemisa y Efialtes, a Hera. Aquí la respuesta de la diosa varió. Pues, tomando esos datos como premisas, elaboró una metodología que le permitió arribar a una única conclusión plausible: la eliminación de ambos. Para eso hizo que una cierva saltase entre ellos. En algunas versiones del mito ella misma se transformó en corzuela. Para evitar que la ansiada presa huyera, los malvados depredadores le arrojaron simultáneamente sus lanzas y se mataron mutuamente.

También es posible que Diana se vea como vengativa, cuando mata a Adonis (el preferido de Afrodita),  a raíz de que Venus con anterioridad había ejecutado a Hipólito, el favorito de Artemisa.


Adonis



Varios poetas cuentan un episodio que culminó en tragedia. Es el de Aura (diosa de las brisas y del aire frío) quien, como Artemisa, era virgen. La joven imprudente se atrevió a dudar de la castidad de Diana, viéndola rodeada por encantadoras ninfas y hermosos favoritos.

Y así como Palas castigó a Medusa y Aracné, cuando éstas la ofendieron, la divina cazadora lo hizo con Aura, pues pidió a Némesis que la vengara. La medida punitiva fue ejecutada por interpósita persona: Dionisos (Baco) quien la violó. La concepción de sus dos hijos fue resultante de este acto degradante. No pudiendo eludir ni aceptar el infame hecho, la ultrajada víctima enloqueció y devoró a uno de sus niños. Sabido es que la diosa adolescente, conmovida por el recuerdo de lo sucedido a su propia madre, se apiadó y salvó al otro, que luego, con el tiempo fue ayudante de Deméter.



Aura



  Némesis


Pero quizás el más significativo de los hechos de este tipo sea el relacionado con Níobe. Ella era la reina de Tebas y la esposa de Anfión. Y en su desmesura cometió el pecado de jactarse de ser mejor madre que Leto y burlarse de ella, contraponiendo sus catorce hijos a los dos únicos de Latona.

Este exceso (hybris) provocó la venganza de Artemisa, quien airada dio muerte
a las siete mujeres, mientras que su hermano Apolo asesinó a igual número de varones. A raíz de estas cruentas pérdidas, el rey se suicidó. Esta historia, como otras, reconoce algunas variantes.



Muerte de los hijos de Níobe


En algunas versiones los divinos mellizos dejaron con vida a un hijo de cada sexo: un varón (Amiclas) y una mujer (Melibea). Ésta ganó así su segundo nombre: Cloris, pues ante la horrible visión de los hechos, empalideció.

Finalmente, algunos relatos culminan con la desaparición de ambos sobrevivientes y de su madre, al convertirse en piedra, o, por tanto llorar, en estatuas de sal, por la que contenían sus copiosas lágrimas.

Con la narración de estos casos queda expuesta la relación que hace a la transformación de la diosa. Ella fue, por su prehistoria: Artemisa Partenós (Virgen) y por su historia: Diana vengadora.






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