domingo, 27 de mayo de 2012


El arte de la esquina
Boletín mensual Nº 58 - Año 5
 Mayo de 2012



Consignas del Mayo francés - 1968


SUMARIO


La Estética del Romanticismo 12ª parte
El dogma Socialista
Facundo
Oscuridad post-parto




La Estética del Romanticismo 12ª parte
Lic. Alicia Grela Vázquez

El mundo del siglo XIX siente la agitación provocada por el enfrentamiento surgido del conflicto de clases entre capitalistas y proletarios. Las múltiples contradicciones generan luchas que los sistemas económicos solventan y los filósofos explican.

En este ambiente pensadores como Lamennais, Saint-Simon, Fourier y Proudhon propugnan ideas para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores (obreros).



Lamennais




Saint-Simon





 Fourier



 Proudhon 

Sus textos pasan de un planteo católico incorformista a otro reformista y finalmente llegan al revolucionario. Van del socialismo utópico al científico, con Marx y Engels.


Engels y Marx

En Europa el "Manifiesto Comunista" inspira a las clases sometidas al logro de reivindicaciones apenas soñadas hasta entonces (1848).

"Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Contra este fantasma se han conjurado en una santa jauría, todas las potencias de la vieja Europa, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes"...
                                                                            Manifiesto Comunista - Marx-Engels



En América desde Argetina, Esteban Echeverría escribe  "El Dogma Socialista" algunos años antes, aunque su perspectiva es otra. Más tarde José Ingenieros le agrega provocadores comentarios. Las letras lo rescatan del ámbito político y lo incluyen entre los autores con mérito literario por su poema "La Cautiva" y por su narración en prosa "El Matadero", ambientada en Buenos Aires en época de Juan Manuel de Rosas. En la vigilia de Pascuas cuenta el enfrentamiento entre unitarios y federales.





En esta misma oposición se destaca su compatriota Domingo Faustino Sarmiento. Su "Facundo,civilización o barbarie" es una muestra de dos mundos incompatibles que polemizan en el sentido más estricto del término: guerrean en el período que va desde la Anarquía (1820) hasta la Organización Nacional (1853) y aún más allá.




Los gobernadores locales, caudillos son como señores feudales que conservan los privilegios de antaño y se oponen al poder central. Es por eso que en América tardan en soplar aquellos aires  revolucionarios y " el fantasma que recorre Europa" aún no asusta a los criollos.



El Dogma Socialista
A la Juventud Argentina
Esteban Echeverría

"He aquí el mandato de Dios, he aquí el clamor de la patria, he aquí el Sagrado Juramento de la Joven Generación.
Al que adultere con la corrupción, -Anatema.
Al que incense la tiranía, o se venda a su oro, -Anatema.
Al que traicione los principios de la libertad, del honor y del patriotismo,-Anatema.
Al cobarde, al egoísta, al perjuro,-Anatema.
Al que vacile en el día grande de los hijos de la patria,-Anatema.
Al que mire atrás y sonría cuando suene la trompeta de la regeneración de la Patria,-Anatema
He aquí el voto de la Nueva Generación, y de las generaciones que vendrán.
Gloria a los que no se desalientan en los conflictos, y tienen confianza en su fortaleza:-de ellos será la victoria.
Gloria a los que no desesperan, tienen fe en el porvenir y en el progreso de la humanidad:-de ellos será el galardón.
Gloria a los que trabajen tenazmente por hacerse dignos hijos de la patria:-de ellos serán las bendiciones de la posteridad.
Gloria a los que no transigen con ninguna especie de tiranía, y sienten latir en su pecho un corazón puro, libre y arrogante.
Gloria a la Juventud Argentina que ambiciona emular las virtudes, y realizar el gran pensamiento de los heroicos padres de la patria-Gloria por siempre y prosperidad.
Buenos Aires, agosto de 1837"




Facundo
Fragmento 
 Domingo Faustino Sarmiento

El que haya leído las páginas que preceden creerá que es
mi ánimo trazar un cuadro apasionado de los actos de
barbarie que han deshonrado el nombre de don Juan Manuel
de Rosas. Que se tranquilicen los que abriguen este temor.
Aún no se ha formado la última página de esta biografía
inmoral; aún no está llena la medida; los días de su héroe no
han sido contados aún. Por otra parte, las pasiones que
subleva entre sus enemigos son demasiado rencorosas aún,
para que pudieran ellos mismos poner fe en su imparcialidad
o en su justicia. Es de otro personaje de quien debo
ocuparme: Facundo Quiroga es el caudillo cuyos hechos
quiero consignar en el papel.
Diez años ha que la tierra pesa sobre sus cenizas, y muy
cruel y emponzoñada debiera mostrarse la calumnia que
fuera a cavar los sepulcros en busca de víctimas. ¿Quién
lanzó la bala oficial que detuvo su carrera? ¿Partió de Buenos
Aires o de Córdoba? La historia explicará este arcano.
Facundo Quiroga, empero, es el tipo más ingenuo del
carácter de la guerra civil de la República Argentina; es la
figura más americana que la revolución presenta. Facundo
Quiroga enlaza y eslabona todos los elementos de desorden
que hasta antes de su aparición estaban agitándose
aisladamente en cada provincia; él hace de la guerra local, la
guerra nacional, argentina, y presenta triunfante, al fin de diez años de trabajos, de devastaciones y de combates, el
resultado de que sólo supo aprovecharse el que lo asesinó.
He creído explicar la revolución argentina con la
biografía de Juan Facundo Quiroga, porque creo que él
explica suficientemente una de las tendencias, una de las dos
fases diversas que luchan en el seno de aquella sociedad
singular.
He evocado, pues, mis recuerdos, y buscado para
completarlos los detalles que han podido suministrarme
hombres que lo conocieron en su infancia, que fueron sus
partidarios o sus enemigos, que han visto con sus ojos unos
hechos, oído otros, y tenido conocimiento exacto de una
época o de una situación particular. Aún espero más datos
de los que poseo, que ya son numerosos. Si algunas
inexactitudes se me escapan, ruego a los que las adviertan
que me las comuniquen; porque en Facundo Quiroga no veo
un caudillo simplemente, sino una manifestación de la vida
argentina, tal como la han hecho la colonización y las
peculiaridades del terreno, a lo cual creo necesario consagrar
una seria atención, porque sin esto la vida y hechos de
Facundo Quiroga son vulgaridades que no merecerían
entrar, sino episódicamente, en el dominio de la historia.
Pero Facundo, en relación con la fisonomía de la naturaleza
grandiosamente salvaje que prevalece en la inmensa
extensión de la República Argentina; Facundo, expresión fiel
de una manera de ser de un pueblo, de sus preocupaciones e
instintos; Facundo, en fin, siendo lo que fue, no por un
accidente de su carácter, sino por antecedentes inevitables y
ajenos de su voluntad, es el personaje histórico más singular,
más notable, que puede presentarse a la contemplación de
los hombres que comprenden que un caudillo que encabeza
un gran movimiento social no es más que el espejo en que se
reflejan, en dimensiones colosales, las creencias, las
necesidades, preocupaciones y hábitos de una nación en una
época dada de su historia.




Oscuridad post-parto
Luisa Valenzuela

"Después de darlo a luz, a su madre no le quedó nada radiante a qué aferrarse. En lo que a él respecta, el acto de nacer le llevó sus buenos 30 años. El acto de vivir se le agotó en el acto."